México D.F. Viernes 20 de agosto de 2004
Asisten unas mil personas, desde pobres hasta
distinguidos; esta vez no hubo acarreo
Homenaje póstumo a Cervera Pacheco en la vetusta
sede del PRI en Yucatán
LUIS A. BOFFIL GOMEZ CORRESPONSAL
Merida,
Yuc., 19 de agosto. Unos mil priístas yucatecos, desde unos
muy pobres hasta los "distinguidos", se dieron cita en la Casa del Pueblo,
la vetusta sede estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI),
para rendir homenaje al ex gobernador Víctor Cervera Pacheco, quien
falleció el miércoles víctima de un ataque cardiaco
masivo.
En esta ocasión no hubo el acarreo que el
PRI acostumbraba en sus épocas de bonanza. Caras tristes, llorosas;
los amigos íntimos, los ex colaboradores, incluso los adversarios
que Cervera Pacheco tuvo dentro del partido. Todas las corrientes priístas
rindieron homenaje al líder caído.
El ataúd con los restos mortales del también
ex secretario de la Reforma Agraria durante el sexenio de Carlos Salinas
de Gortari (1988-1994) ingresó en la Casa del Pueblo a las 14:20
horas, en medio dolientes que gritaban: "¡Cervera, Cervera, Cervera!",
y una tanda de aplausos que duró varios minutos.
La derruida tarima del teatro Felipe Carrillo Puerto,
con un gigantesco crespón de luto y un retrato al óleo del
político fallecido, fue escenario de 30 guardias de honor, cada
una de un minuto de duración.
Tres hijos de Cervera Pacheco, Amira, Felipe y Víctor
Cervera Hernández, escoltaron el féretro mientras lloraban
al escuchar las porras a su padre como en sus mejores momentos, cuando
el ex gobernador demostraba que era el verdadero líder del priísmo
yucateco.
El Balo (muchacho, en maya) Cervera asistió
por última ocasión al recinto donde presidió polémicos
mítines, durante los cuales arengó a sus correligionarios
a combatir al panismo en Yucatán, con la promesa de recuperar los
espacios políticos perdidos. En ocasiones logró su objetivo.
Ante el ataúd de metal, costoso -"digno de su estatura
humana y política", según sus ex colaboradores-, algunos
dolientes gimieron y gritaron, al borde de la histeria. La Casa del Pueblo
lucía un ambiente de agobio.
En ese momento poco importaron las recientes, dolorosas
derrotas electorales. Cervera, el guía moral del PRI en la entidad,
ya no estará más.
Antes de las 16 horas la caja mortuoria fue retirada de
la sede priísta y devuelta a la casa familiar, donde se espera que
se realice el funeral oficial el próximo sábado, una vez
que vuelvan de un viaje por Europa la viuda Amira Hernández Guerra
y una de las hijas de El Balo, Pilar.
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