Indígenas impulsan querella legal por presunta contaminación entre 1964 y 1992

Inspecciona la justicia de Ecuador los daños que provocó Texaco en la región amazónica

AFP

Quito, 19 de agosto. La justicia de Ecuador, que tramita una querella civil y sin cuantía contra la petrolera Texaco por presuntos daños ambientales en la Amazonia nacional, concluyó el jueves una primera ronda de inspección de áreas supuestamente contaminadas por la empresa estadunidense.

En medio de alegatos entre acusados y acusadores, el inicio de la inspección judicial se realizó el miércoles y jueves en la provincia amazónica de Orellana, fronteriza con Perú, donde peritos tomaron muestras de tierra para analizarla.

El denominado juicio del siglo ha despertado interés en la comunidad internacional, en virtud de que es la primera vez que una petrolera estadunidense es obligada por una corte de su jurisdicción a obedecer el fallo de la justicia de un país latinoamericano.

La querella es impulsada por unos 30 mil indígenas y campesinos de la Amazonia ecuatoriana por presuntos daños ambientales provocados por Texaco (ahora ChevronTexaco) durante sus operaciones en esa región de 1964 a 1992.

En el contexto de la inspección judicial, Adolfo Callejas, abogado de Texaco, insistió en que los demandantes detengan lo que consideró alteración y manipulación de evidencias para tratar de demostrar la presunta contaminación.

Según los acusadores, la contaminación se debe a que Texaco abrió cientos de piscinas para recolectar crudo y otras sustancias contaminantes utilizadas en la explotación de petróleo, que fueron tapadas con tierra cuando primero debieron ser tratadas.

Cristóbal Bonifaz, un ecuatoriano naturalizado estadunidense que encabeza el equipo de abogados de la parte acusadora, había señalado a la Afp que la reparación ambiental podría costar en principio unos mil 500 millones de dólares y que Texaco también deberá financiar programas de salud y de servicios básicos para los afectados como indemnización, sin citar una cuantía.

The Wall Street Journal indicó, por su parte, que Dave Russell, especialista en tóxicos de Atlanta, afirmó que ''el daño es a todo el ecosistema. Es extremadamente costoso'', y estimó que la reparación ambiental podría requerir unos 5 mil millones de dólares.

La justicia de Ecuador tramita la querella contra Texaco desde mayo de 2003, luego que inicialmente fuera presentado en noviembre de 1993 en Nueva York, donde los jueces y tribunales, sin llegar a pronunciarse sobre el fondo, resolvieron que dada la naturaleza y características del reclamo debe ser conocido y resuelto por los magistrados ecuatorianos.