Peligra como institución y como agente de paz, afirma el embajador de Canadá

Alertan en la Cámara sobre los riesgos que enfrenta la ONU

ROBERTO GARDUÑO

El embajador de Canadá en México, Goëtan Labertú, sostuvo que la credibilidad, la relevancia y la efectividad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) como institución y agente de paz peligra ante la intervención utilizada con fines políticos o económicos.

Al participar en el seminario internacional Las Naciones Unidas a sus 60 años de fundación, convocado por la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, el diplomático manifestó que es necesaria la cooperación multilateral concertada para fortalecer la voluntad y capacidad de la ONU con objeto de prevenir y terminar con los conflictos violentos.

La intervención del embajador Labertú se centró en el tema de la promoción de la seguridad humana como un concepto definido en la ausencia de amenazas a los derechos humanos, a la seguridad personal e incluso a la vida de las personas.

"Al contrario de lo que piensan algunas personas, la seguridad humana y la seguridad de los países son compatibles. Construir un Estado democrático y efectivo, que valora la seguridad de su propia gente y que protege a las minorías es fundamental para la formación de la seguridad humana. Mejorar la seguridad humana fortalece la legitimidad y estabilidad de un país. Sin embargo los estados no siempre garantizan la seguridad humana. Cuando los países dirigen agresiones hacia el exterior o son represores internamente pueden ser débiles para gobernar, y constituyen amenazas para la seguridad de las personas".

En el caso de la ONU, dijo el embajador, tiene que cumplir con su potencial como vehículo de cooperación multilateral creíble y efectiva, es por eso que la ONU debe desarrollar una mayor capacidad, no solamente en el área de la resolución y estabilización de conflictos sino también en la prevención de estos, en el desarrollo democrático, derechos humanos, seguridad pública y desarrollo socioeconómico para garantizar las condiciones de estabilidad y seguridad.

"Para fomentar estos cambios necesitamos buscar maneras de tender puentes entre los países en vías de desarrollo cuyas prioridades más importantes son la implementación de los objetivos de desarrollo del milenio y los países desarrollados que comparten esas preocupaciones".

No obstante, el diplomático advirtió que mientras el mundo se encuentra en evolución, la comunidad internacional debe preguntarse si la ONU está preparada para cumplir con su mandato y salvar a las futuras generaciones de la calamidad de la guerra: "Se puede encontrar esperanza en los países que comparten la misma posición, como se puede apreciar con el cumplimiento de acuerdos relacionados con la prohibición de las minas terrestres, y de la Corte Penal Internacional.