A LA MITAD DEL FORO

León García Soler

Magnates melancólicos. Jubileo del noviciado

LO APROBADO ES LEY y piden su retiro los adherentes a la extrema derecha que tomó por asalto el poder y se valió de los votos, útiles, oficiosos y redituables, para legitimar el vuelco en las urnas y sacar al PRI de Los Pinos. Secretario de Seguridad primigenio, Alejandro Gertz Manero solicitó autorización del presidente Vicente Fox para "poder tramitar" su "jubilación". Los pensionados, cuyos fondos fueron a dar a las Afore, los que empiecen a trabajar en el IMSS a partir de que se publicó la nueva ley en el Diario Oficial, encenderán veladoras ante imágenes de San Judas Tadeo para que pueda sobrevivir con tan exiguo ingreso el aristocrático compañero de retiro.

MALES SON DE otro tiempo y no del alternante gobierno cuyo heraldo económico, Eduardo Sojo, anunció audaces, intempestivos, inmediatos ajustes en los sistemas de pensiones de la UNAM, de Pemex, de la CFE y las que falten. Durante los pasos previos y postreros alientos del "último gobierno de la Revolución", Carlos Tello, secretario de Programación y Presupuesto y director del Banco de México, dejó grabado en cobre el penoso límite de las pensiones de los funcionarios jubilados: desde entonces la ley señala ínfimos ingresos ante los cuales resultarían ostentosos excesos los de "la honrada medianía" que reclama la sentencia juarista. Tema para la tregua olímpica, si no fuera porque con el retiro de Gertz Manero se purifican los cuadros del poder mediático espectacular y los panistas se entusiasman con el jubileo del noviciado.

UNIDAD NACIONAL, COMO en los tiempos transitivos de Manuel Avila Camacho. Mismos en los que se creó el Instituto Mexicano del Seguro Social, que ahí está y persistirá a pesar de los embates del conservadurismo que no ve las señales en el muro y piensa que el Estado estorba hasta a George W. Bush y su imperio unilateral. Antes de la solicitud de retiro y del jubileo del noviciado en la corte de las cabañitas de Los Pinos, subieron a la cátedra universitaria Carlos Slim y Juan Ramón de la Fuente: unidad, conciliación y acuerdo nacional para hacer frente a la debacle y evitar la prematura defunción del pluralismo democrático. Acto académico y homenaje a Bernardo Quintana. Al ingenio mexicano; al de ingenieros y estadistas que construyeron la infraestructura de México y supieron tender puentes para la continuidad y abrir caminos a la comunicación y la racionalidad tolerante y laica para convivir y acordar para resolver demandas e intereses opuestos.

NO HUBO ACTO DE nostalgia por el nacionalismo revolucionario. Pero las palabras de Carlos Slim y del rector Juan Ramón de la Fuente, su convocatoria a la concertación, a la unidad, dejó traslucir, representó en ausencia, la nostalgia de los magnates por el Estado. Más falta hace la presencia vigorosa del Estado, del poder constituido, a los empresarios, a los patrones, que a los trabajadores. Sin excluir a los campesinos que se quedaron sin interlocutor, ni a los jornaleros agrícolas nómadas en su propio país, o emigrantes en busca de esperanza, de empleo, del ingreso que les permita sobrevivir y enviar dólares para engrosar nuestras amargas reservas de divisas. Sin Estado no habrá el amparo del imperio de la ley; sin ley no hay libertad.

SIN LIBERTAD, SOMETIDOS al miedo, sujetos a la violencia, el estado de derecho se convierte en antesala del estado de excepción. Desmantelamos el Estado mexicano y al llegar la democracia electoral y darse la alternancia en el Poder Ejecutivo, la incompetencia gerencial se aferró a los mitos mediáticos y al buscar chivo expiatorio en el Poder Legislativo desprestigió al Congreso y puso a la pluralidad democrática en la picota. El jubileo del noviciado, el tejer y destejer la tela del gabinetazo y dejar agujeros donde se quiso establecer una Secretaría de Seguridad Pública, acabó por deslustrar la armadura del Macabeo abajeño y poner en riesgo a la institución presidencial. En lugar del parto de los montes, aborto de régimen nonato, con disculpas por la suspicacia que esta mención alentase con el recuerdo del interinato de Martín Huerta en Guanajuato, durante el cual se gestó la iniciativa panista de penalizar con cárcel el aborto, aunque el embarazo fuera producto de una violación.

MARTIN HUERTA DEJO LA subsecretaría de Gobernación y es el nuevo secretario de Seguridad Pública. No diría que llega Torquemada, pero la seguridad pública queda a cargo de quien se forjó en el yunque y para quien Joseph Le Maistre sería tímido predicador de la justicia, si no fuera porque hace del verdugo la pieza clave sobre la que se asienta el poder. En el PAN de la doctrina y la victoria cultural, sin embargo, hay júbilo por la retirada de Alejandro Gertz Manero y el arribo al gabinete de un panista de origen, auténtico, siempre fiel. Uno menos, diría Germán Martínez Cázares, escudero de Felipillo santo y segundo de a bordo de Pancho Barrio en San Lázaro. No hay contradicción alguna en la paridad aparente en el servicio de factor de unidad de los opuestos. De los oponentes en la apresurada lid por la sucesión del Macabeo abajeño, digamos. Tres décadas de crisis y no les cuadran las cifras. El precio del crudo se va al cielo, Alan Greenspan anuncia pronta recuperación, pero Guillermo Ortiz y Francisco Gil esperan que pase el verano.

EN LA INCERTIDUMBRE QUE impera, entre el ruido del optimismo de Vicente Fox, pareciera haber un intento de respuesta al llamado a la unidad en cada palabra presidencial. Un empresario, paradigma del empresariado moderno mexicano, y un rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien a mayor abundancia es siquiatra, dieron voz al llamado a la conciliación, a la reconciliación de los actores de la vida nacional, de quienes se ocupan de la cosa pública y de los ciudadanos. De sus representantes, tanto en la democracia representativa como en los organismos cupulares de las clases dominantes. Entre los grupos de poder real y quienes ocupan cargos representativos en el poder constituido o el manejo de los capitales de los dueños del dinero.

CUANDO MANUEL AVILA Camacho convocó a la unidad nacional, llamaba a la reconciliación de los que hicieron la Revolución, fueron poder constituyente y constituyeron el poder del Estado mexicano moderno. No era escenario para la reunión del jefe máximo y del gran expropiador que lo envió fuera del país. Pero la presencia de Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas en Palacio Nacional, en compañía de todos los mandatarios habidos desde la Convención de Aguascalientes, era la prueba palpable del poder de la institución presidencial. Y de la fuerza incontestable del valor de los símbolos en el ejercicio del poder. Lo que se restableció entonces no fue la unidad de la "familia revolucionaria", sino la primacía del poder constituido y la vigencia de una política de Estado. Del Estado sometido al capricho de la ética de mercaderes por los adelantados del neoliberalismo que lo declararon obsoleto, innecesario en el nuevo orden de la globalidad. Los del poder económico tienen base y apoyo en el poder soberano del Estado.

DEL SUYO: HAGASE la voluntad global en los bueyes de mis vecinos pobres. La debilidad del Estado mexicano, el sometimiento de nuestra soberanía a la voluntad inapelable del mercado y la muy visible mano de quienes gobiernan los estados del norte rico, muy particularmente el de nuestro imperial vecino, no pueden disociarse del llamado angustioso de Carlos Slim y Juan Ramón de la Fuente. Pero el magnate y el rector han sido puestos en la lista de aspirantes a la sucesión de Vicente Fox en la Presidencia de la República. La ilusión azarosa en las encuestas cotidianas ha sido instrumento de la fantasía caótica para intentar llenar el vacío de poder. No es juego de suma cero de esos que invocan o lamentan los economistas de la nueva ortodoxia. El poder no resiste el vacío; las especulaciones de augures y encuestadores mal pueden llenar tal hueco.

A VICENTE FOX SE le desmorona entre las manos el gabinetazo y no queda cabeza alguna de las que le llevaron los afamados cazadores durante el interregno, para que integrara un gabinete paralelo que le hiciera sombra al de afuera, al que se integraba por mandato de ley. Creo que Ramón Muñoz y Eduardo Sojo son los únicos sobrevivientes del grupo de validos (no dice válidos, que valgan, sino validos de los que tienen valedor, que son por el valor que les da éste). Alejandro Gertz Manero no renunció, recibió autorización del Presidente para tramitar su jubilación. "Así, a las habituales explicaciones de que los funcionarios renunciaban por razones "de salud" o "personales", ahora se sumó la jubilación. Gertz cumplirá 65 años (el 31 de octubre), es decir, es tres años menor que Fox", dice ayer en La Jornada la reportera Claudia Herrera Beltrán.

NO HAY TREGUA olímpica. Hay un olímpico desprecio por la pluralidad política. Los dirigentes de partidos parecieran haberse rendido ante la presión del mercado, de la oferta y la demanda. Ofrecen candidaturas y alianzas como dueños de franquicias comerciales. Hacerse del poder político bajo la bandera del desprecio al poder político y las instituciones que sustentan al poder constituido, es invitar al caos anarquizante.

EN TLAXCALA DESIGNARON candidata del PRD a la esposa del gobernador perredista. Que pida licencia el gobernador, que deje el poder, para que nadie diga que usamos diferentes pesas y medidas. Da grima. Un partido integrado para no abandonar la lucha por el poder y las vías democráticas, vuelto refugio de fetichistas, de mercaderes que negocian alianzas con la ultraderecha en Chihuahua y en Oaxaca, al mismo tiempo en que acusan a la ultraderecha de montar un complot para impedir que Andrés Manuel López Obrador llegue a la Presidencia, para derrotarlo con chicanas y no en la urnas, dicen. No es candidato. No hay elecciones presidenciales.

EN TLAXCALA SI. Va a ganar Mariano González Zarur, el del PRI. Ni modo, así es de terca la realidad.