México D.F. Domingo 15 de agosto de 2004
Rosendo Flores, secretario general del SME
En LFC el gobierno no podrá cambiar pensiones
El Congreso, entreguista, sólo favorece a empresarios
FABIOLA MARTINEZ
Ante el proyecto del gobierno federal para reformar
los esquemas de jubilaciones de organismos públicos, en particular
de Petróleos Mexicanos (Pemex), Luz y Fuerza del Centro (LFC) y
Comisión Federal de Electricidad (CFE), los dirigentes sindicales
en estos dos últimos organismos, Rosendo Flores Flores y Leonardo
Rodríguez Alcaine, respectivamente, emiten su postura ante un cambio
de esa naturaleza que llevaría a la integración de un sistema
nacional de pensiones sin precedente en el país, pero sobre todo
a la eventual reforma a los contratos colectivos de trabajo. El dirigente
del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, mantiene su estrategia
de no dar entrevistas a la prensa.
Rosendo Flores Flores llegó a la dirigencia del
Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en 1997 y, siete años
después, ha ratificado a la organización gremial de Luz y
Fuerza del Centro (LFC) como una de las más combativas del país.
Algunos analistas afirman que gracias a su postura opositora, los gobiernos
tanto del presidente Ernesto Zedillo como de Vicente Fox no han logrado
reformar la Constitución para abrir la industria eléctrica
al capital privado.
Representante
de 35 mil empleados en activo y 18 mil jubilados, Flores Flores advierte
al gobierno federal que no le atemoriza la posibilidad de ser enviado a
la cárcel si, en algún momento, el SME radicaliza su postura.
Sabemos, dice a La Jornada en la víspera
de una asamblea con jubilados, que la requisa sería la respuesta
del Estado a una eventual huelga, pero estamos preparados técnicamente
para jugarnos inclusive la existencia misma de nuestro sindicato. "Aun
con la presencia del Ejército, podemos responder con la fuerza de
los trabajadores... Para derrotarnos tendrían que poner un soldado
en cada poste", expresa.
Sabe que su gente lo apoya; quizá por ello asegura
que enfrentarán la política estatal en torno a los trabajadores.
"Las reformas estructurales -advierte- ya no deben tomarse como amenazas,
sino en hechos traducidos en la reforma a la ley del IMSS".
-El coordinador de la oficina de Políticas Públicas
de la Presidencia de la República, Eduardo Sojo, se refirió
al proyecto de reformar el régimen de pensiones de diversas entidades
públicas, incluida LFC, ¿qué harán cuando toque
el turno al SME?
-Espero que no lleguen a ese planteamiento. La revisión
de nuestro contrato colectivo -mismo que incluye lo relativo a jubilaciones
y pensiones- será hasta marzo de 2006. Yo le he dicho al secretario
del Trabajo, Carlos Abascal, y al director de LFC, Luis de Pablo, que ni
siquiera discutiría ese asunto (revisión de la cláusula
64, relativa a jubilaciones). No discutiría lo que es un derecho
constitucional, no una prebenda o un privilegio, como dicen.
-¿Cuál sería la reacción del
SME ante esa eventualidad?
-Nos jugaríamos el contrato colectivo en una huelga
y todos estamos conscientes de lo que ello implica... Nos hemos preparado
para dar un paso en ese sentido.
-Con la requisa el Estado toma el control de LFC y el
sindicato queda de lado ¿se imagina la fuerza del Estado en ese
caso?
-Aquí no van a poder hacer lo mismo que hicieron
en el IMSS. Ya vimos la reforma anticonstitucional de que se valieron y
eso debe poner alerta a todos los sindicatos, no sólo al nuestro.
"Estoy consciente que por las acciones que hemos hecho
(desde 1999) pueden meterme a la cárcel; no soy ignorante, sé
que lo pueden hacer. No sé, pero para este sindicato una persona
no es problema. En 1987 -con una huelga en que hubo requisa- ni el Ejército
ni el personal de comunicaciones o de CFE pudieron operar a cabalidad Luz
y Fuerza del Centro".
-Luz y Fuerza mantiene un pasivo laboral y el dinero para
pagar a sus jubilados proviene del erario, ¿negociaría algún
punto para revertir esa tendencia?
-Desde 1936 empezamos a construir un fondo que nos garantizaría
la jubilación, mismo que ahora nadie sabe dónde está.
El ex director del IMSS Genaro Borrego ha dicho que en ese tema es necesario
ceder.
"Ante ello me pregunto ¿quién tiene que
ceder?, ¿otra vez los trabajadores? La conclusión es que
tenemos un Congreso miope y entreguista a favor de los empresarios. La
conclusión es que no estamos en la etapa de ceder sino en un intento
desmedido de gobierno y patrones de arrebatar todo a los trabajadores."
Leonardo Rodríguez Alcaine, dirigente del
SUTERM
Beneficiarán reformas a las futuras generaciones
No se afectará ningún derecho de trabajadores
en activo
Leonardo Rodríguez Alcaine es dirigente de la Confederación
de Trabajadores de México desde 1997, año en que sucedió
al extinto Fidel Velázquez. Desde 1975 es secretario general del
Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana
(SUTERM), cuyo régimen de jubilaciones y pensiones incluye a unos
11 mil empleados en retiro de la Comisión Federal de Electricidad
(CFE) y 80 mil trabajadores en activo, incluido el personal de confianza.
Las
jubilaciones y pensiones se pagan, al igual que en LFC, con recursos provenientes
del erario y se calcula que la paraestatal -con influencia en casi todo
el país, salvo la zona centro bajo el control de LFC- tiene un pasivo
laboral de 110 mil millones de pesos, es decir, el monto que se requiere
para hacer frente al cumplimiento del contrato colectivo en esta materia.
Como difundió este diario en la semana que concluye,
Rodríguez Alcaine ya dio su visto bueno a la reforma de los regímenes
de pensiones, al argumentar que si no se aplican los cambios "nos llevará
el tren a todos". En particular resalta que el promedio de vida de los
mexicanos pasó en las pasadas cuatro décadas de 57 a 75 años
de edad.
"Esa es nuestra preocupación; debemos ver cómo
le hacemos para ajustar esos tiempos al futuro de las jubilaciones, a efecto
de que las reservas se formen, se manejen adecuadamente y se incrementen
las inversiones reales a fin de aumentar los recursos necesarios para el
pago de las jubilaciones que establece nuestro contrato colectivo", señala
en entrevista con este diario.
El máximo dirigente del SUTERM (uno de los bastiones
de la membresía cetemista), con 85 años de edad y 65 de antigüedad
laboral en CFE, señala que es posible elevar, mediante una enmienda
al contrato colectivo, la edad mínima y los años de servicio
para obtener una jubilación. Al respecto propone "una idea" de que
ese renglón pase a los 35 años de servicio y a 65 o 70 de
edad, "según los números que presenten los actuarios en cada
caso".
Actualmente las mujeres se jubilan a los 25 años
de servicio sin límite de edad, mientras que los empleados de "línea
viva" -actividad de alto riesgo- pueden retirarse a los 28 años
sin límite de edad. El resto de los varones se jubilan a los 30
años de servicio, también sin límite de edad.
Rodríguez Alcaine sostiene que con los cambios
referidos los derechos de los empleados en activo no se tocarán;
no se afectan los derechos de ningún trabajador de IMSS, CFE, Pemex,
LFC, banca de desarrollo o las universidades. Eso se va a respetar ciento
por ciento y de eso ya tenemos un acuerdo. Aquí de lo que se trata
es analizar qué vamos a hacer para mañana, para los nuevos.
Afirma que la reforma es muy importante y "no se puede
acelerar a la ligera", pero de cualquier manera el primer paso ya se dio,
en el IMSS. Ahí, subraya, se defendió el servicio que se
otorga a 50 por ciento de la población mexicana. Eso es lo que se
defendió, sin tocar un solo derecho ni conquistas de los trabajadores
en activo.
-¿Considera usted que los trabajadores de CFE estarán
de acuerdo con las modificaciones que se plantean?
-Una vez que estemos seguros de lo que vamos a hacer,
iremos a la base a explicarles por qué (de los cambios) son las
modificaciones para sus hijos, para sus hermanitos, para no dejarles una
deuda como la que está pasando en este momento el pueblo de México
en su conjunto, a partir de que con los recursos fiscales se pagan ahora
las jubilaciones. De lo que se trata es de dejar una herencia positiva
a las generaciones que están entrando.
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