México D.F. Jueves 12 de agosto de 2004
Gabriela Rodríguez habla de su libro
El aborto, orientado a la comunidad universitaria
México necesita revertir el atraso en la cultura
de la sexualidad
Reconocer el derecho a la pluralidad, ''eso es lo importante'',
expresa la investigadora
En la controversia por la píldora de un día
después ganó la información, celebra
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
La cultura de la sexualidad en México se mantiene
en el atraso debido en gran parte a la falta de información en todos
los ámbitos, en particular el de los adolescentes y universitarios,
expresa la investigadora Gabriela Rodríguez.
La
especialista es titular del centro Afluentes, SC, y autora del libro El
aborto publicado por la Dirección General de Divulgación
de la Ciencia de la Universidad Autónoma de México en su
colección ¿Cómo ves?
Se trata de una obra enfocada a ofrecer información
a los universitarios, uno de los sectores que, de manera paradójica,
ignora mucho acerca de la sexualidad, sus derechos, incluido el derecho
al aborto, y qué debe hacerse en caso de requerir un aborto legal,
norma que en México varía de acuerdo con la legislación
penal de cada estado, con una constante: el aborto es perfectamente legal
cuando el embarazo es resultado de una violación.
Destinado especialmente a la comunidad universitaria,
el texto de Rodríguez aborda el aborto desde distintos ámbitos
-ético, filosófico, y los dilemas religiosos- y pone énfasis
en la prevención de embarazos no deseados en un país que
a raíz de su tradicional catolicismo evita hablar de la cuestión.
Los capítulos son Sexualidad y embarazo, Métodos
anticonceptivos, El aborto, Novedades tecnológicas, Bibliografía
y Lecturas recomendadas. Un amplio espectro de información.
Segunda evangelización en AL
México debe avanzar en el debate del aborto, tema
en el que se coloca entre los países más atrasados, señala
Gabriela Rodríguez, y explica que en naciones como Brasil y Uruguay
se están dando avances importantes hacia la despenalización
del aborto, no así en México junto con el resto de los países
de América Latina y otros de Asia y Africa.
''En México estamos preparados para hablar del
aborto, tenemos que dar el debate porque no podemos considerarlo como un
país retrasado frente al mundo.
''¿Por qué no vamos a ser como los alemanes,
los franceses o los holandeses? No somos menos que ellos que tienden mucho
al debate y hace años despenalizaron el aborto", considera la especialista.
''Tenemos una región muy conservadora, donde ahora
hay una segunda gran evangelización por parte del Vaticano con una
posición muy reaccionaria" respecto de la educación sexual,
los métodos anticonceptivos y el aborto, aun cuando sus principales
teólogos -Santo Tomás y San Agustín- no condenaron
el aborto.
Para el primero se podía hablar de un ser humano
a partir de los 40 u 80 días después de la concepción,
mientras que para San Agustín ''no había un alma viva en
un cuerpo que carece de sensación, ya que todavía no se ha
formado la carne y carece de sentidos", explica la investigadora.
No obstante que en México la religión predominante
es el catolicismo, 73 por ciento de las mujeres mexicanas usan un método
anticonceptivo y de ellas 88 por ciento son católicas.
Asimismo, 20 por ciento de ese universo reporta en encuestas
haberse sometido a un aborto, mientras que 23 por ciento de los nacimientos
son no deseados.
En América Latina se realizan 4 millones de abortos
inseguros al año con un índice de 5 mil muertes maternas,
mientras que en el continente europeo y América del Norte la tasa
de mortalidad es mínima.
''Es el momento de reconocer el derecho al aborto y esto
significa que si el universitario -a quien se dedica el libro- que considere
que el aborto va contra su ética personal está en todo su
derecho, como aquel que considera que puede ser aceptable, sea o no católico.
Lo importante es concebir el derecho como es: el derecho a la pluralidad,
tanto para conservadores como para no conservadores."
Por el derecho a la información
El aborto, libro de Gabriela Rodríguez,
que en estos días comenzará a circular en librerías,
destaca otro derecho básico, el derecho a la información,
datos precisos, ante el desconocimiento que existe en la comunidad universitaria
de temas como la sexualidad, la anticoncepción y el aborto.
Se explica, por ejemplo, en el sentido de la ciencia al
enseñarnos que ''no podríamos decir que la persona existe
desde el momento de la concepción, sino hasta que podemos pensar
que hay funcionamiento cerebral y en eso se han basado distintos estudios
científicos que han dado lugar a la despenalización del aborto
en distintos países".
El libro no se limita a ese punto, sino que se analizan
''los dilemas éticos, filosóficos, del comienzo de la vida
y el principio de la persona, para que se distinga muy bien entre una y
otra, el concepto de derechos sexuales; se ofrecen también elementos
para explicar por qué el aborto está despenalizado en algunos
países, de que el aborto es una opción, y se abarca además
en qué casos su práctica es legal en México, que muchas
veces se desconocen los pasos a seguir en caso de un embarazo por violación,
cómo demandar un aborto legal".
Falta atención oficial a jóvenes
Antes de llegar al tema del aborto, el libro de Rodríguez
dedica casi la mitad de páginas a hablar de los métodos anticonceptivos,
incluidos las nuevas técnicas anticonceptivas y los métodos
de emergencia, como la píldora del día después
que generó controversia hace unos meses.
''Es muy interesante lo que ocurrió con la aprobación
de la píldora del día después: ganó
la información frente a una enorme campaña, promovida por
obispos y organizaciones como Pro vida, pero a final de cuentas terminaron
haciendo gran promoción, la norma se aprobó y ahora tenemos
gran demanda de información."
El colmo, subraya Gabriela Rodríguez, es que los
universitarios no conozcan de estos temas y a ello debemos sumar que las
instituciones públicas apenas están reconociendo el derecho
de los hombres y las mujeres a la anticoncepción.
''Falta avanzar en eso porque la anticoncepción
está muy orientada a la mujer casada. Los chavos no se paran en
el IMSS o en la Secretaría de Salud, porque sienten que no es su
lugar.
''Al gobierno le ha faltado reconocer la vida sexual de
los adolescentes, pareciera que la revolución sexual de los años
60 no ocurrió en México, aún no está legitimado
en el país que en todos los centros de salud haya un departamento
dedicado al adolescente y donde no lo regañe el médico por
pedir condones, o para solicitar información sobre anticonceptivos
o pedir un servicio de aborto legal."
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