México D.F. Jueves 12 de agosto de 2004
El director del Bancomext se deslinda de la
discusión entre Hacienda y el Congreso
Defiende Laborín fusión de banca de desarrollo
MIRIAM POSADA GARCIA
La fusión de la banca de desarrollo permitirá
que los recursos se dediquen al financiamiento de las empresas y no a sostener
la burocracia, aseguró el director de Nacional Financiera (Nafin),
Mario Laborín, al señalar que en todo el mundo ha resultado
muy eficiente y rentable tener un solo organismo dedicado a esta actividad.
En
tanto, el director del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext),
Héctor Reyes Retana, dijo que este organismo es ajeno a la discusión
que está a cargo de la Secretaría de Hacienda y el Congreso,
por lo que el banco está dedicado a apoyar a los exportadores y
a crecer con la apertura de su Consejería Comercial en China.
Señaló que en tanto no se tome una decisión,
Bancomext continuará con los programas de apoyo a la exportación,
a proveedores y al comercio exterior. Precisó que el proyecto de
fusión lo deberá presentar el Ejecutivo o el Congreso, y
dijo que el banco no participa en su elaboración ni en los estudios
para determinar su conveniencia, ya que eso está a cargo de la Secretaría
de Hacienda.
Por separado, el director de Nafin, Mario Laborín,
confió en que será posible llegar a consensos que permitan
la fusión de la banca de desarrollo, porque el modelo de un solo
organismos a cargo de esta actividad es muy exitoso en otros países,
porque atiende todas las necesidades de los clientes a un costo burocrático
mucho menor.
"Hoy en casi todo el mundo la banca es vertical. En Japón
cuando dan un crédito no hacen ninguna diferencia entre si es para
exportación o para competir en el mercado local porque en la economía
global es un hecho que si alguien abre una tienda en Insurgentes está
compitiendo con China, Estados Unidos o Australia".
Detalló que Alemania tiene una sola institución,
en Japón hay dos, en Estados Unidos el Eximbank tiene cinco sucursales
con 300 empleados, y es que, destacó, lo que se busca es que el
gasto no se vaya a la burocracia, sino a las empresas y al fomento.
"En 2000 Nafin tenía 2 mil 200 empleados y atendían
a ocho pequeñas empresas por empleado cuando en Brasil atendían
a 800 cada uno. Este año casi llegamos al ritmo de Brasil".
Señaló que Nafin ha reducido en 60 por ciento
a sus empleados -de 4 mil a 900 empleados- y ha vendido 50 por ciento de
sus propiedades, lo que le ha redituado 50 millones de dólares.
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