No sólo disparan proyectiles con cápsulas de pimienta, aseguran activistas de EU

La Patrulla Fronteriza sigue armándose con balas expansivas: ONG de San Diego

Se ha exacerbado el uso de la fuerza contra los migrantes mexicanos, alertan

JORGE ALBERTO CORNEJO CORRESPONSAL

San Diego, Cal., 11 de agosto. En el revuelo causado por las armas con cápsulas de pimienta que usa la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos contra los migrantes mexicanos, se pierde de vista algo mucho más grave: la corporación sigue armándose con balas expansivas, denunció Claudia Smith, directora de un proyecto fronterizo en San Diego.

''La súbita contratación de numerosos patrulleros en los últimos años ha exacerbado el uso excesivo de la fuerza contra los migrantes, pues se rebasa la capacidad de entrenamiento y supervisión'', asevera la activista. Dice que tras intercambios de ''balas por piedras'', y diversos percances mortales, hace dos años se inició un programa piloto mediante el cual se introdujeron armas no letales -principalmente lanzadores de cápsulas con pimienta- como opción defensiva.

''Decimos opción porque, aunque la cancillería mexicana habló de este acuerdo como si se tratara de un desarme a lo largo de la frontera entera, la realidad es que los patrulleros también se armarían con pistolas que disparan balas expansivas'', explica Smith. Los lanzadores fueron introducidos en California y el programa piloto se extendió a Arizona.

La activista señala que es discutible si el programa se realizó plenamente en esos tramos de la frontera, puesto que los agentes a menudo no tenían los lanzadores a la mano, ni siquiera cuando se encontraban en sitios que tienen un historial de enfrentamientos. En los últimos días ha causado mucho revuelo en México el anuncio de que en Texas la Patrulla Fronteriza tendría estos lanzadores a su disposición. Se debe recordar que el año pasado cuatro migrantes murieron tras ser baleados en la línea divisoria, pese a un acuerdo binacional suscrito en junio de 2002, cuyo propósito era minimizar el uso de armas letales contra los indocumentados que supuestamente agreden a los patrulleros.

Desde enero de este año, más de 235 mexicanos indocumentados han muerto en la línea fronteriza; de esas muertes unas 140 ocurrieron desde mayo, cuando los gobiernos de México y Estados Unidos anunciaron una más de sus campañas para evitar los fallecimientos durante el cruce de migrantes.

Otros riesgos

Los activistas aseguran que hay que recordar que al riesgo de morir insolado se suma el de perecer ahogado en canales de riego y ríos fronterizos, o sofocado en un tráiler o vagón de ferrocarril, en el intento de evitarse la travesía por el desierto o la montaña. Como si eso no fuera suficiente, dicen, existe la posibilidad de morir en algún accidente como resultado de una persecución a alta velocidad, o de ser ultimado por la Patrulla Fronteriza con balas expansivas, las cuales están diseñadas para causar graves daños internos.

Cabe señalar, afirman los grupos, que los patrulleros únicamente tienen permitido usar armas letales cuando temen que su vida está en peligro, o que serán lesionados gravemente.

Ese temor debe ser ''objetivamente razonable''. Asimismo, el manual de la Patrulla Fronteriza estipula que si está al alcance de un agente defenderse sin recurrir a la fuerza letal, debe hacerlo. Aun así, es sabido que los patrulleros hacen caso omiso de estas normas, lo que frecuentemente ocasiona desenlaces fatales.