México D.F. Lunes 2 de agosto de 2004
El dueño del local, detenido por ordenar
el cierre de puertas para evitar saqueos
Incendio en supermercado paraguayo provoca 283 muertos
y 300 heridos
El presidente Nicanor Duarte ordena a las fuerzas armadas
auxiliar a las víctimas
AFP, DPA Y REUTERS
Asuncion, 1º de agosto. Al menos 283 muertos
y 300 heridos fue el saldo que dejó un incendio este domingo en
el supermercado Ikuá Bolaños de esta capital. Según
las autoridades, responsables del establecimiento ordenaron el cierre de
las puertas de acceso para evitar saqueos, lo que originó el gran
número de víctimas mortales.
"Tenemos contabilizados 283 muertos. Seguimos registrando
el local", informó en conferencia de prensa el comisario Arístides
Cabral, jefe de la Policía Metropolitana.
El fiscal Rafael Fernández aseguró que el
propietario del supermercado ya fue acusado formalmente por los delitos
de omisión de auxilio y homicidio culposo, y que también
serán investigados los constructores del edificio y los responsables
de la Municipalidad de Asunción, por su posible responsabilidad.
"Tenemos
registrados unos 300 heridos", señaló por su parte el jefe
de Relaciones Públicas de la policía, Santiago Velazco, que
citó reportes de los bomberos y cuerpos de socorro que no descartaron
que la cifra de víctimas mortales pueda aumentar.
Un bombero relató a un medio local que cuerpos
calcinados de víctimas fueron encontrados en los rincones del establecimiento,
entre ellos el de una mujer con su hijo pequeño en brazos.
Cientos de personas, muchas de ellas en estado crítico,
fueron trasladadas a centros hospitalarios de la capital paraguaya y los
bomberos continúan con la evacuación de los cuerpos de aquellos
que quedaron atrapados.
Según versiones oficiales el siniestro comenzó
alrededor de las 11:30 (hora local) en el Patio de Comidas del establecimiento,
cerca de las cocinas, después de dos explosiones por causas aún
no confirmadas. En ese momento, entre 400 y 700 personas, según
diferentes versiones de la policía, se encontraban en el local,
ubicado en una avenida de acceso a la capital.
El vocero de la policía, Santiago Velazco, señaló
que una vez iniciado el fuego responsables del centro ordenaron que se
cerraran las puertas de acceso para evitar el saqueo en medio de la confusión,
versión que fue desmentida por la gerencia del inmueble.
"Desmiento categóricamente, parece que el fuego
se expandió rápidamente, fue una auténtica desgracia",
indicó el propietario Juan Pío Paiva, quien aseguró
que la orden de cerrar de las puertas "no pudo suceder jamás".
Versiones de prensa local indican que Paiva fue detenido
y se encuentra en la sede del Departamento de Investigación de delitos,
a disposición de la Fiscalía.
El portavoz de la policía confirmó, además,
que el centro no disponía de salidas de emergencia y que varias
personas tuvieron que romper los vidrios del local para poder escapar.
Uno de los testigos del siniestro explicó a la
prensa que varias personas tuvieron que hacer un boquete en la pared para
poder entrar en el local y rescatar a varias personas.
El presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, acudió
al lugar de la tragedia y ordenó que las fuerzas armadas también
colaboren con el traslado de los heridos a los hospitales. "Este es un
momento de mucho dolor; ordené que todos los hospitales de las ciudades
cercanas a Asunción abran sus puertas para atender a los heridos",
declaró el mandatario.
El ministro de Salud Pública, Julio César
Velázquez, con gesto de desesperación, señaló
a la prensa: "Nunca vi un desastre como este. Los bomberos están
sacando, como pueden, cadáveres y heridos".
Velázquez
explicó que "es increíble la cantidad de gente afectada por
el desastre; veo niños, mujeres embarazadas, ancianos y jóvenes.
Es horroroso".
"Es la tragedia más grande que ha tenido Paraguay
después de la guerra", afirmó por su lado, el presidente
del Congreso, Miguel Carriozosa. "Se firmará una resolución
declarando duelo legislativo por tres días y probablemente haga
lo propio el Ejecutivo", agregó.
El jefe de la policía de Asunción, Umberto
Núñez, dijo que por el momento no ha podido establecer una
lista con los nombres de las víctimas debido a las dificultades
para identificar los cuerpos calcinados. "Hay mucha gente irreconocible
y me han informado que hay funcionarios de la Organización de Naciones
Unidas que a esa hora se encontraban en el lugar", indicó Núñez.
Los cuerpos calcinados que inicialmente fueron trasladados
a una discoteca frente al centro comercial, fueron llevados en camiones
militares al predio del cuartel de la Caballería situado a pocos
kilómetros del lugar.
El incendio fue controlado alrededor de las 15 horas por
las brigadas de bomberos que trabajaron en el lugar.
Médicos y enfermeros de Argentina viajaron este
domingo por tierra hacia Asunción desde la limítrofe provincia
de Formosa (norte), para colaborar en el rescate y asistencia a las víctimas.
"Es una emergencia y la solidaridad no debe tener fronteras", señaló
el ministro de Desarrollo Humano de esa provincia argentina, Aníbal
Gómez.
Las autoridades provinciales argentinas consideraron la
eventualidad de recibir heridos y pusieron en alerta a sus hospitales,
entre ellos la ciudad de Clorinda, a 40 kilómetros de Asunción,
al otro lado del río Paraguay.
En tanto, el gobierno nacional preparaba en Buenos Aires
un avión de la fuerza aérea con personal y suministros médicos
para ampliar la ayuda.
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