México D.F. Lunes 2 de agosto de 2004
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
Caso IMSS: se cancelan derechos laborales para pagar a banqueros
De más de 2 millones de patrones, sólo están registrados 800 mil en todo el país
LA VOLUMINOSA FACTURA acumulada por años de mala administración, errores y abusos de los tres comensales sentados en la mesa, pretende ser remitida por decreto a uno solo de ellos, para que -dicen los emisores- sea quien cubra los estragos.
VESTIDA CON ROPAJES DE "solución definitiva" a los problemas financieros del organismo, 293 diputados aprobaron -con una velocidad digna de toda sospecha- las "reformas" a la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social -organismo tripartito-, las cuales, de ser ratificadas por el Senado de la República, no sólo serían el principio del fin de la seguridad social y laboral en el país, sino la cancelación "legal" de los derechos elementales que la Constitución garantiza a los mexicanos.
DE ACUERDO CON LA versión de los legisladores que aprobaron tales "reformas", la crisis financiera del IMSS tiene un solo origen: los derechos (ahora llamados "amenazas") conquistados por los trabajadores de la institución; ergo, sólo hay una solución: cancelarlas.
BAJO ESA OPTICA SIMPLISTA, los trabajadores son los chivos en cristalería que del IMSS han hecho añicos. Por lo visto, a lo largo de los 61 años de existencia del organismo los otros dos comensales (gobierno federal y patrones) sentados en la misma mesa no han sido más que el alma y el motor que han permitido el funcionamiento institucional que a toda costa boicotea su contraparte.
PERO TODO TIENE UN LIMITE, según el gobierno federal, por medio de Santiago Levy, y en un país en el que las pensiones y jubilaciones son miserables, urge corregir lo que él llama "inequidad" (derechos conquistados, en términos constitucionales) de las prestaciones que garantiza el contrato colectivo de trabajo de los afiliados al sindicato del IMSS.
EN TIEMPOS DE ERNESTO Zedillo y Genaro Borrego se dio el primer paso: a la basura se echó el régimen solidario y se privatizaron las pensiones de los trabajadores fuera del circuito gubernamental. Los dueños de las Afore -en línea con los nuevos dueños de la banca- han obtenido pingües beneficios de este nuevo negocio, mientras las pensiones se mantienen en el rango de miserables.
EL SEGUNDO PASO PRETENDE darlo el gobierno del "cambio": que cada quien se rasque como pueda, porque a Vicente Fox ya no le alcanza para pagar a sus banqueros, y el inquilino de Los Pinos se estremece con "lo que le va a costar" al Estado pagar cifras "escalofriantes" para "sostener estos derechos ganados por los trabajadores actuales y por los retirados".
LOS "ESCALOFRIOS" QUE recorren el cuerpo presidencial valen 700 mil millones de pesos pagaderos a 20 años, un monto 41 por ciento inferior a lo que a ese mismo Estado le costará (un billón 200 mil millones de pesos) saldar el estercolero Fobaproa-IPAB, también en las futuras dos décadas.
PARA QUE EL "ESCALOFRIO" no desaparezca, vale el comparativo: 35 mil millones de pesos anuales se pagarían por el primer concepto referido; 60 mil millones por el segundo; los trabajadores del IMSS mensualmente aportan para atender financieramente sus futuras pensiones y jubilaciones; los banqueros no ponen un peso.
"RESUELTO" EL PROBLEMA de las pensiones y jubilaciones del IMSS, dice el guanajuatense, el gobierno va en línea: "falta considerar el ISSSTE, falta considerar a Pemex, falta considerar a CFE y falta considerar a Luz y Fuerza del Centro" (ƑIncluirá al Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas?, porque también son pensiones que paga el Estado).
SANTIAGO LEVY, UNO DE los "cerebros" en el proceso privatizador que ha experimentado México a lo largo de las últimas dos décadas, se queja amargamente de los excesos que representa el Régimen de Pensiones y Jubilaciones para el personal de base, pero presume y justifica los 12 mil millones de pesos (una tercera parte del costo financiero anual del RPJ) que a ese mismo erario le cuesta, cada 12 meses, la nómina de sus funcionarios de confianza. Se niega, también a que les disminuyan sus 213 mil pesos mensuales de salario y arguye que lo mismo perciben los directores del ISSSTE, de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad (216 mil, 206 mil y 204 mil pesos, respectivamente).
EL GOBIERNO FEDERAL (Fox-Levy), otro de los comensales que se sientan en la misma mesa, se lavan las manos y por ello culpa directamente a los trabajadores del IMSS de la crisis financiera. No aportará más, no reducirá sueldos, no ofrecerá nada; hará nada, que para eso existe la concertacesión.
LA PARTE PATRONAL -el tercer comensal en dicha mesa- también se ha mostrado "muy preocupada" por las "debilidades y apuros" del IMSS, pero ha rechazado siquiera la posibilidad de incrementar sus aportaciones al Instituto. "šPor supuesto que no! Eso sería quebrar a las empresas; habría más pérdida de empleos; es algo que no podrían encarar los empresarios", ha dicho el representante de este tercer comensal en la mesa, León Halkin, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), y ratificó que la única opción para salvar al instituto de la crisis es la modificación del RJP.
LA REPRESENTACION PATRONAL, pues, tan preocupada como la gubernamental, pero ninguna de las dos aporta para solucionar la crisis.
HALKIN DEBERIA EXPLICAR cómo es posible que -siendo el que representa un sector tan solidario con la seguridad social- el IMSS sólo tenga registrados alrededor de 800 mil patrones, cuando las cifras oficiales (léase INEGI) reconocen la existencia de más de 2 millones 100 mil de ellos en toda la República.
POR CADA 100 PATRONES inscritos en el padrón del IMSS -lo que no necesariamente se traduce en el enteramiento de cuotas, ni el registro total de trabajadores, ni el pago puntual y cumplido de los compromisos, ni tantas y tantas otras violaciones que se conocen en torno a este tema-, existen cuando menos otros 150 que en este renglón evaden completamente la ley.
PERO A FINAL DE CUENTAS, los trabajadores son los responsables de la crisis financiera de una institución a la que no sólo hay que cuidar, sino, especialmente, preservar junto con los derechos, que no amenazas, a pesar de los apetitos privatizadores.
Las rebanadas del pastel:
EL BALON ESTA EN el Senado de la República. [email protected]
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