México D.F. Sábado 31 de julio de 2004
Solidaridad de Lorenzo Llona con vascos detenidos
A los seis compañeros presos en el Reclusorio Norte:
Estimados compañeros en huelga de hambre:
Les escribo esta carta desde el dolor que supone el ver
que la cancillería de nuestro país, la misma de este maravilloso
país que nos acogió y nos dio todo su cariño, ha decidido
extraditarles al Estado español. Parece que pesaron más otro
tipo de intereses, de los cuales poco o nada sabemos los que estamos condenados
a vivir con la espada de Damocles sobre nuestras cabezas.
Llevan ustedes 23 días en huelga de hambre contra
la injusticia, contra el pedido infame que les mantiene en prisión,
en definitiva, contra la propia razón de Estado que tanto pesa sobre
los pueblos oprimidos; 23 días también estuve yo mismo en
huelga de hambre antes de que la cancillería decidiera no extraditarme
a las garras del opresor. Porque puede que el Estado español sea
más o menos democrático, sea un Estado que dé mejor
o peor ejemplo, pero en cuanto a la cuestión del pueblo vasco no
tenemos ninguna duda, es el gran Estado opresor como bien lo señalaba
una viñeta publicada en el periódico La Jornada el
día 21 de julio.
Durante este largo plazo, con el único sustento
del agua, ustedes han peleado y han reclamado a la Secretaría de
Relaciones Exteriores para no ser extraditados. Esa arma que tiene todo
preso, casi su única arma frente a la opresión, única
vía de canalizar la dignidad interior. Ustedes han demostrado su
alto grado de compromiso con la lucha y su compromiso con la dignidad humana.
Pero ya está. Ustedes han de dejar la huelga de
hambre, porque la lucha todavía sigue. La decisión de la
cancillería va a ser recurrida por sus abogados, y este proceso
aún se va a dilatar, por desgracia, en el tiempo. Ustedes han de
guardar fuerzas para el futuro y no pueden perecer en el camino, pues sin
ustedes no hay camino.
Además, desde que ingresaron en prisión
y sobre todo tras la infame decisión del juez César Flores,
se ha formado un gran movimiento de solidaridad que no ha de tener fin.
Concentraciones frente a la cancillería, artículos de opinión,
entrevistas en infinidad de medios de comunicación escritos y electrónicos,
cartas de intelectuales, iniciativas en el Congreso de la nación,
misivas y remitidos de diputados, abogados, representantes de movimientos
sociales, etcétera, han continuado la lucha de ustedes fuera de
los muros del Reclusorio Norte.
Los hombres y mujeres que formamos la Agrupación
Genaro Estrada creemos que es hora de que ustedes dejen la huelga de hambre
y que acumulen fuerzas para seguir caminando en la lucha por su liberación.
La gente de extramuros seguiremos trabajando hasta conseguir su libertad.
Lorenzo Llona Olalde y Agrupación Genaro Estrada
Denuncian acoso policial contra estudiante de la UNAM
Señora directora: Familiares y amig@s de
pres@s por los hechos derivados de la represión en Guadalajara durante
la cumbre AL-UE manifestamos nuestra profunda preocupación por el
acoso al que está siendo sometida nuestra compañera Norma
Martínez, estudiante de la UNAM e integrante activa de este grupo.
Exigimos que cese el acoso por parte de presuntos agentes judiciales y
le manifestaremos nuestro apoyo.
A continuación un relato de los hechos:
Hola
soy Norma A. Martínez Loustalot, participé en las movilizaciones
en Guadalajara, Jalisco, me detuvieron el día 28 de mayo pero me
liberaron por falta de elementos al día siguiente. Soy miembro del
Colectivo Conciencia Crítica de la Facultad de Sicología
de la UNAM y participo también con la batucada Bloque Samba Rebelde.
El día de ayer, martes 27 de julio, tres personas que dijeron ser
policías judiciales, aproximadamente a mediodía acudieron
a la casa de mi madre, Patricia Loustalot, buscándome, no tocaron
ningún timbre sino abordaron a una de las vecinas de nombre Tania
y le preguntaron por mí, ella les dijo que hace más de dos
años que no habito ahí, le preguntaron por mi mamá
y si ella vivía sola, ella les dijo que no. Uno de ellos trató
de entrar por la fuerza pero ella cerró a tiempo la reja y siguió
hablando con ellos entre los barrotes, le dijeron que necesitaban mi dirección,
ella siempre preguntó ¿para qué?, y le decían
que esa información no se la podían proporcionar, fueron
muy insistentes en saber si yo iba para allá, ella no les dio ningún
tipo de información, les pidió sus nombres y uno de ellos
dijo llamarse Francisco Eleuterio (sin apellidos) y que le urgía
encontrarme, pero sin decir nunca por qué motivo. Finalmente, ella
se metió a su casa, ellos se quedaron varios minutos afuera y finalmente,
después de un rato, se retiraron. Mi madre y mi hermana se encuentran
bastante asustadas, tienen miedo de que me detengan con algún estúpido
pretexto como lo hicieron en Guadalajara. Denuncio este hecho ya que no
sabemos si esta visita tiene alguna finalidad jurídica (testigos),
pero por la forma en que abordaron a mi vecina creemos que tiene otro tipo
de intención (hostigamiento, persecución, amenazas) como
lo han venido haciendo con distintos compañeros que estamos luchando
por la liberación de los estudiantes presos en Guadalajara y el
castigo a los culpables.
Espero que esto no le suceda a más compañeros
y que no pase a mayores.
Norma A. Martínez Loustalot
Los halcones actuaron varias veces, afirma
Señora directora: Creo necesario resaltar
en torno a los sucesos del 10 de junio de 1971 que en esa ocasión
no fue la única vez que nos agredieron, persiguieron y amenazaron;
la política de usar paramilitares, como los halcones, era
constante desde años anteriores al 68 y se siguió aplicando
después de la matanza del jueves de Corpus. Y no solamente
se persiguió, asesinó o se desapareció a estudiantes,
estos grupos fueron usados también contra los obreros y los habitantes
de las colonias populares en la zona metropolitana.
Los halcones también disolvieron la manifestación
que pretendíamos realizar en apoyo a los trabajadores de Ayotla
Textil e Industrias Celorio, entre otros, el 4 de noviembre de 1970, yendo
del Casco de Santo Tomás a Zacatenco, fuimos agredidos en las calles
de Díaz Mirón e Instituto Técnico (hoy Circuito Interior),
y actuaron también en coordinación con la policía
y apoyados con tanques antimotines. Nos disolvieron un mitin en el Carrillón
del Casco de Santo Tomás en 1969. Los vimos concentrados en Buenavista
el 2 de octubre de 1969, dispuestos a trasladarse a donde les ordenaran
en los mismos camiones que fueron fotografíados el 10 de junio.
Se simuló que se les disolvió después
de junio de 1971; pero en varias escuelas del Politécnico sufrimos
agresiones durante los años 70 con técnicas muy semejantes
a las usadas por estos paramilitares. En la Escuela Superior de Economía
se intentó disolver una asamblea en 1972 por 20 individuos; en 1978
medio centenar de jóvenes invadieron la escuela disparando, agrediendo
e hiriendo a alumnos y profesores; en otra ocasión saquearon e incendiaron
el local de los alumnos organizados en comité de lucha.
Por nuestra participación en movimientos sindicales
de aquellos años nos percatamos de que los grupos de choque que
se utilizaban en algunas fábricas fueron muy semejantes a los halcones,
grupos como los que incluso ocuparon algunos locales sindicales de los
trabajadores ferrocarrileros en otras entidades.
El uso de paramilitares el 10 de junio no fue casual,
fue parte de la política de persecución contra los estudiantes
que tratábamos de hacer uso de los derechos constitucionales y que
pretendíamos dar la lucha contra las formas antidemocráticas
que padecíamos y padecemos dentro y fuera de los centros educativos.
Luis del Arco Rosas
El Correo Ilustrado
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