México D.F. Sábado 31 de julio de 2004
Si la medida no se cumple en 30 días
habrá "acciones" diplomáticas y económicas
Ultimátum de la ONU a Sudán para que
desarme a grupo de milicianos árabes
Jartum rechaza la resolución y afirma que "está
dispuesto a defender a su pueblo"
DPA, AFP Y REUTERS
Nueva York, 30 de julio. El Consejo de Seguridad
de la Organización de Naciones Unidas (ONU) adoptó hoy una
resolución que advierte al gobierno de Sudán sobre la realización
de "acciones" diplomáticas y económicas si en 30 días
no desarma a la milicia árabe Janjaweed, a la cual se le atribuye
la muerte de al menos 30 mil campesinos negros en la región de Darfur
y el desplazamiento de un millón 200 mil personas.
Jartum
rechazó de inmediato "las amenazas y está dispuesto a defender
a su pueblo y enfrentarse a las conspiraciones de los poderes hostiles
y a los complots de quienes tienen la ambición de apropiarse de
los recursos económicos" de Sudán, país exportador
de petróleo.
Con la abstención de China y Pakistán, el
texto fue validado por 13 de los 15 miembros del órgano de la ONU
con capacidad de hacer vinculantes sus determinaciones, después
de que la negociación del documento requirió tres semanas
de pláticas y cuatro versiones diferentes.
Durante la discusión y votación de la resolución,
China justificó su abstención con el argumento de que el
gobierno del presidente Omar Bashir ha cooperado y "honrará activamente
sus compromisos".
Pekín, junto con Moscú e Islamabad, rechazaron
durante el periodo de las negociaciones la mención explícita
de la palabra sanciones, como lo propuso originalmente la misión
estadunidense ante la ONU.
Al final, Rusia dio su aprobación porque el texto
únicamente refiere sanciones de manera implícita cuando advierte
de la posible ejecución de "acciones futuras", las cuales abarcan
medidas previstas en el artículo 41 de la Carta de Naciones Unidas
de tipo económico y diplomático.
Con la resolución se aprueba también un
embargo de armas a las milicias Janjaweed, así como contra dos movimientos
de rebeles negros que en febrero de 2003 protagonizaron un levantamiento
en Darfur, con el fin de lograr mayor autonomía y control sobre
tierras cultivables y agua. Los alzados calificaron de injusto el trato
del gobierno sudanés hacia la población de raza negra.
El documento aprobado también pide a Jartum que
detenga y castigue a los líderes de Janjaweed, y prevé la
posibilidad de enviar una misión de paz de Naciones Unidas a Sudán,
en cuya región sur se ha desarrollado un conflicto civil de tres
décadas. La resolución dice que la realización del
plan de paz debe considerar a Darfur, situada en la región oeste,
fronteriza con Chad.
Ante el eventual envío de soldados a Darfur, 12
jefes de Estado africanos expresaron al secretario general de la ONU, Kofi
Annan, su oposición a cualquier intervención exterior, ya
que podría complicar la situación en esa región sudanesa.
Representantes de la Liga Arabe ante Naciones Unidas manifestaron
también su oposición a una solución del conflicto
que excluya al gobierno de Bashir.
Por su parte, el portavoz del gobierno sudanés,
Zahawe Ibrahim Malik, se quejó de que la resolución se haya
concentrado más en Janjaweed que en las operaciones humanitarias
o en las milicias rebeldes", pero además mostró su molestia
porque no tome en cuenta los esfuerzos hechos por Jartum, la Unión
Africana y la Liga Arabe.
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