"El gobierno no guía sus acciones por el derecho"

La determinación atropella las leyes, dice Cárdenas Solórzano

GEORGINA SALDIERNA

El perredista Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano dijo ayer que la decisión de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de conceder la extradición de los seis vascos detenidos en el Reclusorio Norte constituye una clara violación a los derechos de estas personas y un claro atropello a las leyes del país.

"Yo espero que los abogados que están manejando el caso interpongan los recursos que procedan y que puedan corregir este atropello que se está haciendo tanto a los derechos de ellos como a las leyes del país", agregó.

Tras conocer la determinación de la SRE, consideró que el gobierno del presidente Vicente Fox responde al ánimo que tenía la anterior administración española. "No guía sus acciones por el derecho. No guía sus acciones cuidando las garantías de las personas", subrayó el perredista, quien fue uno de los múltiples intelectuales, políticos y activistas del país que demandaron la liberación de los seis vascos y su permanencia en México.

Cárdenas Solórzano se refirió al tema poco antes de reunirse con integrantes de la comunidad chilena radicada en el país, con quienes dialogó sobre la nacionalización de la minería, realizada por el presidente Salvador Allende el 11 de junio de 1971.

Recordó que la nacionalización de esta industria fue la culminación de una larga y difícil lucha, una decisión trascendente que cambió la condición de subordinación de Chile y le dio tal calidad de independencia que le permitió hablarse de tú a tú con las grandes potencias, exigirles respeto a sus decisiones y, en lo interno, abrir las posibilidades de una vida de dignidad para todos los chilenos.

Agregó que la dictadura militar, entregada y sometida al poder imperial, ahogó en sangre y destruyó la edificación soberana y popular -iniciada por Allende-, pero no se atrevió a devolver el cobre a sus antiguos explotadores. No pudo con el cobre nacionalizado, cuya administración ciertamente utilizó para satisfacer los apetitos pecuniarios de la cúpula dictatorial, pero que a pesar de todo, desde aquel 11 de julio del 71, constituye una actividad conductora del desarrollo del país y compromiso y faro inextinguible de su independencia económica.

En su discurso, Cárdenas destacó que los pueblos latinoamericanos se encuentran en una encrucijada: "modernización neoliberal -que no es más que la cara actual de la que bien conocimos como dependencia neocolonial-, marginación social, globalización excluyente, imposición de las hegemonías económicas, gobierno para las minorías y guerras preventivas; o un nuevo orden económico mundial, equitatito y solidario, paz y colaboración internacional, globalización incluyente, justicia social y democracia participativa. Estas son, en incompleta síntesis, no sólo las disyuntivas que enfrentamos, sino los términos en los que se plantea la confrontación política en nuestro continente", enfatizó.

"Manejar de acuerdo con el interés público y nacional el cobre en Chile, el petróleo de México y Venezuela, el gas boliviano, en fin, los recursos estratégicos de nuestras naciones, constituye o constituirá como lo muestra la historia un paso inicial para romper los lazos de la dependencia, alcanzar la independencia económica y mediante ésta una efectiva independencia política que conduzca a sociedades democrática e igualitarias."

Por último, señaló que el camino de América Latina está en la unidad, en hacer realidad el ideal bolivariano.