México D.F. Lunes 19 de julio de 2004
"Presiona la OMC para concebir a la enseñanza
superior como una mercancía"
La educación trasnacional, mayor riesgo que
las escuelas patito: UIA
Ofrece el nuevo rector incrementar el número
de becas para los estudiantes de escasos recursos
JOSE GALAN
La crisis que vive México, si bien constituye un
reto, también es un desafío para detener inercias sobre la
situación social, de desempleo, de desigualdad, que son las causas
de fondo de la inseguridad, afirma José Morales Orozco, padre jesuita
que tomó las riendas de la Universidad Iberoamericana a principios
de mes.
En entrevista con este diario, plantea la necesidad de
incrementar las becas y restablecer los mecanismos de crédito para
alumnos de bajos recursos con calidad académica. Sostiene que se
debe normar el proceso de trasnacionalización de la educación
superior, y expone su inquietud por impulsar una conciencia social entre
los privilegiados estudiantes de esa casa de estudios para contribuir a
resolver los grandes problemas nacionales.
-La matrícula en educación privada va a
la baja. ¿Cuál es el análisis de la Universidad Iberoamericana?
-Ante la pirámide de edades que tiene México,
el sistema de educación público y privado hasta hace unos
pocos años era insuficiente para brindar enseñanza superior
a esa gran cantidad de jóvenes. Eso ha obedecido en parte a la proliferación
de instituciones patito, aunque no me gusta usar ese nombre porque
de alguna manera están atendiendo a una población que no
tiene acceso a la educación pública.
"Un aspecto que condiciona la matrícula en las
instituciones de educación superior privada es la misma crisis económica
y la desigualdad social que hay en México, que impide que las familias
que antes podían enviar a sus hijos a una escuela de paga lo sigan
haciendo. Esta crisis económica y esta desigualdad hacen que el
número de los que pueden acceder a la educación privada vaya
disminuyendo, porque ya llegó a su tope.
La subsistencia
"A
lo anterior hay que sumarle la competencia que existe, yo no le llamaría
de las universidades patito, sino por la comercialización
y trasnacionalización de la educación superior. Mantener
e incrementar la matrícula es un hecho que hay que tener en cuenta
y sí nos preocupa, porque desgraciadamente en parte por eso puede
la universidad subsistir y seguir desarrollándose, pero no lo queremos
hacer simplemente con base en la mercadotecnia o una imagen que no responda
a lo que es la universidad, sino en una propaganda que son sus mismos alumnos
o ex alumnos, la calidad que queremos seguir ofreciendo, calidad creciente,
y los valores que la inspiran, que es el humanismo cristiano."
-Sobre la trasnacionalización de la educación,
¿sería conveniente reforzar la norma, las leyes?
-Sí tiene que haber mayor regulación; creo
que no la hay. Incluso hay ahora presiones de la Organización Mundial
de Comercio para concebir a la educación superior como una mercancía,
sujeta a la ley de la oferta y la demanda, cuando la educación superior,
o en general la educación, no es eso sino un bien público,
un bien social.
"Tiene que haber una regulación en educación
para permitir la llegada de instituciones que garanticen, por un lado,
el mínimo de calidad y que no sea tampoco la importación
de modelos educativos que no corresponden a lo que son nuestra cultura
y nuestros intereses. Debemos insistir mucho en que nuestra propia educación
superior responda a lo que somos como país."
-Sobre las becas, ¿cuál será la política
de la Ibero para permitir una mayor incorporación de jóvenes
sin posibilidades económicas?
-Hay que partir del principio de no exclusión,
hacer la universidad cada vez más incluyente, de acuerdo con el
espíritu de la Compañía de Jesús, que nos invita
a dar gratis lo que gratis hemos recibido. En principio, quisiéramos
dar una educación de calidad totalmente gratuita, como eran los
orígenes de la Compañía de Jesús.
"Los tiempos han cambiado, la situación mundial
es distinta, la situación económica también es distinta.
Tenemos que buscar fuentes alternativas de financiamiento para esas becas,
o la posibilidad de establecer de nuevo en la universidad los créditos
estudiantiles, buscando flexibilidad tanto en la construcción de
becas como en los créditos; buscar fórmulas que permitan
cada vez más el ingreso de gente de escasos recursos cuando cumpla
con los requisitos académicos mínimos."
-¿Esta es una visión social?
-Ciertamente, pero al mismo tiempo no queremos bajar la
calidad.
-Los estudiantes de esta universidad son muy privilegiados.
¿De qué manera van a participar de este privilegio de cara
a la sociedad?
-El trabajo social es obligatorio, porque además
tiene un valor académico en todas las instituciones de educación
superior. Está bien organizado en la universidad. La mayoría
de los estudiantes, más de 90 por ciento, está expuesta a
una experiencia de contacto directo con sectores marginados de la sociedad,
con las personas que más sufren y, de alguna manera, con el pobre
en el sentido amplio, no necesariamente en el sentido económico.
-¿Cómo lograr que desarrollen un sentido
crítico ante los grandes problemas nacionales?
-Que tengan una reflexión crítica por medio
del involucramiento con las problemáticas sociales. Esa es parte
de la pedagogía que tratamos de impulsar, buscando un énfasis
no sólo académico, sino también social. Nuestra esperanza
es que, en vista de la pedagogía y de los contenidos académicos,
el estudiante se apropie de valores morales, éticos y de conciencia
social.
-¿Se contempla alguna reforma curricular en los
planes de estudio?
-Se acaba de realizar, y se debe hacer cada dos o tres
años, porque las necesidades sociales o del sector productivo cambian
rápidamente. Ahora lo que toca es darles seguimiento. Nuestra idea
es que cada año haya una evaluación y hacer los cambios que
sean necesarios.
-¿Cómo ve al país?
-En crisis, pero entendiendo esto como hacen los chinos,
con doble sentido: reto o desafío y oportunidad. Estamos en un momento
de transición, de muchos cuestionamientos, de tomas de conciencia,
y también de crisis de valores; estamos aprendiendo a ser demócratas;
estamos recorriendo nuestro propio camino y no podemos abstraernos de un
mundo globalizado que, nos guste o no, nos condiciona tremendamente.
"Y la universidad tiene una gran responsabilidad de contribuir
a que los cambios se hagan de manera coherente con los valores humanos
y sociales, con realismo -no podemos negar nuestra historia-, siempre teniendo
como centro el ser humano."
-Hay voces que hablan de momentos muy difíciles
para México...
-Tiempos difíciles, sí; pero violentos,
no sabemos... Si no detenemos ciertas inercias de la inseguridad pública,
si no revertimos toda esta situación social de desempleo, de desigualdad,
que son las causas de fondo, se puede llegar a situaciones, no de ingobernabilidad,
pero sí de que se tome la justicia por propia mano, lo que es muy
grave. Por eso desde la universidad debemos no sólo denunciar, sino
ser propositivos.
-Esa es una posición política.
-Depende de lo que se entienda por política. Si
se trata del bien común, entonces sí es política.
Pero no de partidos. En el país debemos ser tolerantes, porque es
parte del pluralismo, del respeto al que piensa de diferente manera, inseparable
también de la libertad de conciencia -concluye Morales Orozco.
|