México D.F. Lunes 19 de julio de 2004
Critica el ex inspector de armas en Irak a EU y GB por los errores de inteligencia
El reciente informe de Robin Butler fue suavizado para proteger a Blair
Servicios de espionaje del premier británico modificaron el reporte: The Sunday Telegraph
AFP Y THE INDEPENDENT
Londres, 18 de julio. El reciente informe que fustiga los errores de los servicios secretos británicos sobre el presunto arsenal de Saddam Hussein fue suavizado justo antes de su publicación para proteger al primer ministro Tony Blair, informó el diario británico The Sunday Telegraph, mientras el ex jefe de inspectores de armas de Estados Unidos en Irak, David Kay, criticó al presidente George W. Bush y a Blair por las fallas en la inteligencia.
Los servicios de espionaje del primer ministro lograron modificaciones del informe que ayudaron a Blair a refutar la acusación según la cual él actuó con mala fe al afirmar que las armas de destrucción masiva que supuestamente tenía Irak hacían necesaria la guerra, señaló el rotativo.
El informe de la comisión investigadora presidida por Robin Butler denunció graves errores cometidos por los servicios secretos británicos en su análisis del arsenal iraquí antes del inicio de la guerra, al tiempo que exculpó a Blair por considerar que él no era responsable de las fallas.
Según The Sunday Telegraph, que citó en forma anónima a uno de los cinco miembros de la comisión Butler, los servicios del primer ministro lograron que se modificara un pasaje del informe sobre la intervención del premier británico ante los parlamentarios en septiembre de 2001.
Esas modificaciones redujeron el contraste entre el alegato favorable a la guerra, aparentemente irrefutable, pronunciado por Blair, y la escasa información de la que realmente disponía, señaló el periódico. Las normas de trabajo de la comisión presidida por Butler preveían que toda persona cuestionada podía tener acceso a los cargos en su contra y formular observaciones antes de la publicación final del informe.
En su versión definitiva, el documento indica que los argumentos expuestos por Blair ante el Parlamento "reforzaron la impresión" que las informaciones de los servicios secretos sobre el arsenal iraquí eran "más sólidas".
La versión preliminar, sin embargo, según el Telegraph, dejaba pensar que Blair orquestó personalmente esta impresión engañosa, lo que equivalía a poner en duda su buena fe. Varios diarios londinenses informaron recientemente que Butler, quien ocupó durante 10 años el puesto más elevado de la función pública, consideraba que él no se sentía capaz de publicar un informe tan acusador contra Blair, que hubiera puesto al primer ministro en una posición políticamente indefendible.
Blair admitió después de la publicación del informe que las pruebas sobre la existencia de armas en Irak eran "en realidad menos ciertas y menos fundadas" de lo que se decía antes de la guerra.
En este sentido, Michael Howard, líder de la oposición británica, señaló que si él hubiera sabido que la evidencia presentada sobre las supuestas armas era poco fidedigna, nunca hubiera votado por la invasión en la Cámara de los Comunes.
A su vez, el ex inspector de armas estadunidense en la nación árabe David Kay en declaraciones al canal británico de televisión ITV, afirmó que Bush y Blair "tendrían que haber dicho antes de la guerra que no había pruebas para llegar a la conclusión que Irak suponía una amenaza inminente.
"Eso es algo que no requería una guerra o inspectores como yo, si se interpretan imparcialmente las evidencias que existían", indicó Kay.
El ex inspector de armas subrayó que Bush y Blair no analizaron con propiedad las pruebas de sus servicios secretos, porque tenían "innumerables" razones para invadir Irak, por lo que insistió que para ellos "las dudas sobre las armas de destrucción masiva no eran tan serias como para el resto del mundo".
Kay señaló que los hallazgos de las comisiones sobre la recopilación de la inteligencia y el análisis de la misma tanto en Estados Unidos como en Gran Bretaña muestra que ambos sistemas estaban estropeados. "Pienso que (ambos informes) son una feroz acusación".
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