Los príncipes de Asturias, el presidente y su esposa visitaron el recinto del Tepeyac

El pararrayos de Fox está en la Basílica de Guadalupe: el rector Diego Monroy

CIRO PEREZ SILVA

El presidente Vicente Fox y su esposa Marta Sahagún asistieron ayer a la Basílica de Guadalupe en compañía de los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, en visita que coincidió con la peregrinación más grande que recibe el santuario en todo el año, para cuyos feligreses se ofició una misa en la capilla abierta, en la que se llamó a los "actores sociales" a "reconstruir el tejido social del país", y simultáneamente otra en el interior, a la que asistieron el mandatario y sus invitados, en cuya homilía coincidentemente se destacó el papel de las hermanas de Betania, Marta y María, "quienes ofrecen acogida y amistad a Jesús".

Los cuatro visitantes llegaron al recinto para asistir al servicio de las 12 del día, oficiado también casualmente por el rector del santuario, Diego Monroy, quien al despedir al jefe del Ejecutivo federal al pie del automóvil blindado que lo condujo de vuelta a Los Pinos, le dijo insistentemente "¡échele ganas! ¡échele ganas!" mientras Fox devolvía los saludos de la gente y se negaba a responder a cualquier pregunta; "no habrá declaraciones", expresó secamente.

Diego Monroy Ponce explicó más tarde que la tarea que tiene el Presidente de la República no es para menos, de ahí la expresión. "El tiene que terminar con entusiasmo, como comenzó; yo siempre le he dicho que su pararrayos está aquí en la Basílica de Guadalupe; él tiene que seguir adelante."

"¿Pararrayos de qué?", se interrogó al prelado, "aquí lo estás viendo", respondió, "los rayos que nos llueven por todos lados; la Virgen dijo que se quedaría aquí para remediar y escuchar, para atender nuestro llanto, nuestras tristezas, nuestras preocupaciones, nuestras angustias, rayos nos llueven por todos lados".

"¿Desde la oposición?", se le interrogó nuevamente. "¡Rayos nos llueven de todos lados!, no necesariamente sólo ésos", respondió el rector de la basílica, quien en otra de las casualidades de este domingo se encargó de oficiar la misa a la que asistieron Vicente Fox, Marta Sahagún y sus invitados, los príncipes de Asturias.

Mientras, en la explanada, los peregrinos que venían de Querétaro y que a lo largo de la jornada sumarían alrededor de 120 mil escuchaban al obispo de esa entidad, Mario de Gasperín, quien oficiaba desde uno de los balcones.

En su mensaje llamó a los actores sociales del país a contribuir a la reconstrucción del "lastimado" tejido social y advirtió que la educación, "algo tan grande, valioso y sagrado", se pone en riesgo muy grande si se deja "en manos de una ideología dominante" y recordó que esta obligación se ha encomendado a la familia en primer lugar. "Cuando este derecho se suplanta, son muy caros los costos a pagar", dijo.

Poco antes de abandonar el recinto, los cuatro asistentes distinguidos firmaron el libro de visitas. El presidente Fox escribió: "La Virgen de Guadalupe nos une a los países iberoamericanos"; en su turno los príncipes Felipe y Letizia escribieron: "Con gran emoción venimos a mostrar nuestra devoción por la Virgen de Guadalupe en nuestra primera visita a México juntos".