México D.F. Lunes 19 de julio de 2004
ENTREVISTA/RICARDO GARCIA SAINZ, EX
DIRECTOR DEL INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL
"Una gran canallada", el plan de reforma del IMSS
"DESMANTELAR" EL REGIMEN CONTRACTUAL, PROPOSITO OCULTO
Es "muy engañoso" el proyecto de modificaciones
a la ley del Seguro Social, afirma García Sainz, quien explica que
la iniciativa no tendrá efectos reales hasta dentro de 40 años
y advierte sobre la intención de privatizar los servicios médicos
del instituto
ENRIQUE MENDEZ
La iniciativa de reforma a la Ley del Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) "es una gran canallada", no sólo porque
es el siguiente paso hacia la privatización de la atención
médica, sino porque el PRI y el gobierno federal, "en un acto concertado",
pretenden que sea la Cámara de Diputados la que fije, y eventualmente
reduzca, el presupuesto para el pago de pensiones no sólo de los
jubilados de ese instituto, sino en el futuro de paraestatales y universidades,
advierte Ricardo García Sainz.
El también ex director del IMSS y ex presidente
de la Comisión de Presupuesto de la Cámara señala
que la intención es desarticular el régimen de contrato colectivo
de trabajo y debilitar al Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro
Social (SNTSS), en un primer paso para intervenir en otros gremios. Conviene
en que es necesaria una reforma al IMSS, pero de carácter integral
y que no sea a costa de los jubilados, que con la iniciativa "de los vicarios
de Santiago Levy" recibirían sólo una cuota reducida asignada
por los diputados.
Durante
una entrevista con La Jornada, García Sainz delinea que el
proyecto es "tan tramposo y perverso", que el gobierno de Vicente Fox ha
creado, con recursos públicos, un clima de desprestigio contra el
SNTSS para que, cuando el Legislativo recorte las pensiones, la decisión
sea vista "con profunda simpatía por la sociedad".
Resalta el respaldo del PRI a la privatización
del Seguro Social y ofrece dos lecturas: "o bien no se da cuenta de lo
que está aprobando, o el precio es tan alto que no importa". Y después
de un análisis a fondo del proyecto, que presentó el diputado
priísta Manlio Fabio Beltrones, García Sainz desmenuza la
intención detrás del documento.
"Aunque sin duda afecta al sindicato porque incide en
los derechos de sus integrantes futuros, es una reforma inoportuna, porque
se da al mismo tiempo en que se discute con la Secretaría del Trabajo
la reforma al régimen de jubilaciones y pensiones (R-JP); parecería
estéril porque sus primeros efectos se darán dentro de 30
años y, si se corrige la deficiencia de edad que se denuncia constantemente,
sus primeros efectos serán dentro de 40 años.
"Es una reforma muy engañosa, porque daría
la impresión de que corregirá los problemas de fondo del
IMSS y esto sería la base de la salvación de la problemática
del instituto, cuando el RJP es sólo uno de siete u ocho factores
básicos que determinan la situación crítica del seguro."
Y cuestiona: "¿por qué la prisa de una reforma
que tendrá efectos dentro de 40 años? La explicación
es muy simple: tras la exposición de motivos se esconde el propósito
de colar dos renglones del artículo segundo transitorio. Una de
las aseveraciones constantes es que el cambio no tocará los derechos
de los jubilados y de los trabajadores en activo, y aparentemente el segundo
transitorio así lo confirma".
García Sainz lee, textual: "Los trabajadores jubilados
y pensionados del propio instituto, que ostenten cualquiera de estas condiciones
hasta antes de la entrada en vigor del presente decreto, seguirán
gozando de los beneficios otorgados por el régimen de jubilaciones
y de pensiones y contribuyendo a dicho régimen en los términos
de la presente ley..."
Sin embargo, la trampa está, añade, en los
últimos dos renglones de dicho transitorio: "para tal efecto, el
instituto aportará las cantidades que le sean autorizadas en su
respectivo presupuesto de egresos por la Cámara de Diputados".
El ex director del Seguro Social explica: "es decir, el
monto de las jubilaciones será decretado por la Cámara, recortado
al tamaño que quiera, y bastaría que no lo aprobara y el
instituto no podría pagar. Esto equivale a desarticular todo el
régimen de relación contractual y llevar a la Cámara
la decisión y la suerte de las relaciones laborales que, como en
este caso, se puede manipular o llegar a negociaciones inconfesables. Si
exagero, si no es ése el propósito, que quiten esa redacción
o me desmientan en un debate".
Aun cuando admite la necesidad de reformar el RJP no sólo
del IMSS, sino de todas las empresas y organismos públicos, el ajuste
-indica- no debe hacerse a costa del pago de las pensiones y enlista los
rubros en los cuales deben corregirse los regímenes especiales de
jubilación: establecer una edad mínima, sentar las bases
para determinar el salario que sirva para constituir la pensión,
definir el factor de actualización, los beneficiarios y la interrupción
de la pensión cuando quien la recibe también tiene ingresos
gravables iguales o superiores al de su pensión.
-¿A cambio de qué se da este "servicio"
de los sindicatos oficiales y del PRI?
-El único hilo conductor de las medidas tomadas
desde hace diez años por el gobierno federal y sus actores básicos
es la absoluta vocación privatizadora que tienen.
"La privatización del IMSS es el hilo de todas
esas decisiones. Los trabajadores y sus familias, mediante carencias, mala
atención, falta de medicamentos y, en última instancia, enfermedad
y muerte, han pagado la falta de contribución y la insuficiencia
de recursos del IMSS. Desmantelar los servicios médicos tiene como
único propósito privatizar el grupo atractivo para el mercado.
"¿Y quiénes son atractivos para la privatización?:
25 por ciento de cotizantes, porque tienen capacidad suficiente y aportan
más de 75 por ciento de las cuotas. Y al transferirlos, el resto
de la población amparada, 75 por ciento con baja capacidad de contribución,
tendrá que ser 'atendido' con menos de la mitad de los ya insuficientes
recursos, asimilándose el régimen de seguridad social al
del seguro popular, esa entelequia frankensteiniana".
-Eso es perverso.
-Existe una estrategia oficial muy perversa, ¡es
una gran canallada!
-¿Y qué ganaría el PRI? ¿Cómo
se explica que no la presente Acción Nacional, por ejemplo?
-Lo ignoro, pero los elementos de negociación que
pueden darse son interminables. Está el que publicó La
Jornada, denunciado por los diputados Alfonso Ramírez Cuéllar
y Miguel Alonso Raya, de que se negocia la reforma contra la libertad de
Luis Echeverría. Esa puede ser una de tantísimas posibilidades,
como pueden ser el control político, las elecciones para gobernador
y hasta la definición de precandidatos presidenciales.
"Es un brutal acto de miopía del PRI, de quien
quiera que lo esté negociando, salvo que el propósito sea
destruir las instituciones y debilitar a los sindicatos.
"Sorprende la ceguera de los líderes sindicales
priístas. Y vale la pena recordarles que Comisión Federal
de Electricidad, Luz y Fuerza del Centro, Petróleos Mexicanos, la
banca de desarrollo y las universidades están en las mismas condiciones
de regímenes especiales de pensiones. Bastaría que un transitorio
estableciera que la Cámara de Diputados autorizaría en el
presupuesto el monto para el pago de sus jubilados, lo que los desarticularía
y eliminaría como interlocutores."
-Como está propuesto, el segundo transitorio dejaría
a muchas familias sin ingresos...
-Los pensionados dejarían de obtener sus pensiones
completas. Eso es aberrante y congruente con el antecedente de que, como
subsecretario de Hacienda, Santiago Levy de-fendió la idea de que
los funcionarios federales tenían derecho a servicio de gastos médicos
mayores. Ese es el grado de confianza que tenía en el ISSSTE y en
el IMSS.
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