México D.F. Viernes 16 de julio de 2004
Responde a Slim-Fast luego que la compañía
la censuró por burlarse del mandatario de EU
Hago lo que necesito como artista, escritora y ciudadana:
Goldberg
El director de campaña de Bush pide el video
de la cena en la que la comediante compara al presidente de Estados Unidos
con el vello púbico El partido de Kerry se deslinda
THE GUARDIAN Y AFP
Los Angeles, 15 de julio. "Soy una gran perdedora",
se leía sobre un retrato de Whoopie Goldberg en un comercial difundido
en Estados Unidos por la empresa Slim-Fast, especializada en hacer perder
peso a sus consumidores.
Pero
luego de los comentarios vertidos durante un mitin de campaña de
John Kerry la semana pasada, cuando Goldberg hizo un chiste sexual a propósito
del presidente George W. Bush, la compañía botó de
su campaña dietética a la comediante.
"La manera en la que la señora Goldberg eligió
expresar sus opiniones personales durante este acto no reflejan los puntos
de vista ni valores de la Slim-Fast Foods Company", se deslindó
el corporativo.
Slim-Fast lanzó un contramensaje a su público:
"Estamos contrariados por la manera como se expresó la señora
Goldberg y sinceramente lamentamos que sus aseveraciones lo hayan ofendido
a usted. Ya no saldrán al aire los anuncios que protagonizaba la
señora Goldberg".
Slim-Fast, la compañía más grande
en el mercado dietético de 40 billones de dólares, omitió
referirse a lo acontecido durante un acto en el Radio City Hall de Nueva
York, donde Goldberg, enarbolando una botella de vino, se apuntó
a los genitales y dijo: "deberíamos mantener a Bush en donde le
corresponde, y no en la Casa Blanca". (Nota: la palabra bush, arbusto,
también designa el vello púbico).
Ayer la artista emitió un comunicado: "Así
como puedo entender lo que la gente de Slim-Fast necesita hacer para proteger
su negocio, así yo yo hago lo que necesito hacer como artista, escritora
y ciudadana estadunidense, ya no digamos como cómica".
Hizo notar que lo mismo ha hecho con todos los presidentes
durante los pasados 20 años, "lo mismo hice con Reagan, Carter,
Clinton y ahora Bush".
El mitin en cuestión, donde se recaudaron 7 y medio
millones de dólares para la campaña Kerry-Edwards, incluyó
celebridades como Chevy Chase y Jessica Lange.
Y de inmediato recibió respuesta de la campaña
de Bush, que la calificó como "una constelación de estrellas
del odio", y lanzó ataques directos desde talkshows y periódicos
de clara tendencia derechista.
Aunque el senador Kerry dijo que en ese mitin "cada uno
de los actores llevó hasta ustedes el corazón y el alma de
la patria", al día siguiente matizó su acerto.
Uno de sus asistentes dijo a los reporteros que los dos
candidatos "no aprueban algunos de los comentarios", aunque "los actores
tienen todo el derecho de decir lo que dijeron".
Slim-Fast es propiedad de la compañía holandesa
Unilever, la más poderosa en el mundo entre las que fabrican sopas.
El año pasado, las ventas de Slim-Fast cayeron 21 por ciento.
Orgía del ordio
Además ayer, en el más reciente capítulo
de la pugna entre Bush y Kerry, el equipo de campaña del actual
presidente de Estados Unidos se indignó con las declaraciones hechas
por algunos artistas la semana pasada durante la fiesta en Nueva York destinada
a reunir dinero para Kerry.
El director de la campaña de Bush, Ken Mehlman,
reclamó a los demócratas una copia del video de la velada,
a la que calificó de "orgía de odio", prometiendo que no
utilizaría extractos de esa grabación en los comerciales
televisivos republicanos.
"He pedido a su campaña la difusión del
espectáculo que representa según el senador Kerry el 'corazón
y alma' de Estados Unidos", escribió Mehlman en una carta dirigida
a la directora de campaña demócrata, Mary Beth Cahill.
"¿Es que la mayoría de los estadunidenses
creen verdaderamente que tratar al presidente de 'golfo' y 'asesino' representa
el 'corazón y alma' de nuestro país?", preguntó Mehlman.
La respuesta de Cahill, que había asegurado al
día siguiente de la gala que Kerry "no aprobaba algunas de las declaraciones
hechas" durante la ceremonia, no se hizo esperar.
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