México D.F. Viernes 16 de julio de 2004
El tamiz neonatal puede prevenir el retraso mental severo y otros males; su costo, $23
Por falta de fondos no se aplica prueba obligatoria de salud a 30% de los bebés
ANGELES CRUZ
Desde 1993, el tamiz neonatal es una prueba que de manera obligatoria se debe realizar a los recién nacidos para prevenir el retraso mental severo. A más de una década de la entrada en vigor de la Norma Oficial Mexicana en la materia, ayer, la Secretaría de Salud (Ssa) celebró la realización de la prueba número 5 millones y afirmó que en ese periodo se evitó la enfermedad en 2 mil menores.
Marcela Vela Amieva, coordinadora del Laboratorio Central de Tamiz Neonatal de la Ssa, admitió que la cobertura es de 70 por ciento y aunque el examen es barato, cuesta 23 pesos, "no contamos con el presupuesto suficiente" para aplicarlo a los 2.2 millones de bebés que nacen cada año en el país.
Al año, la Ssa invierte de tres a cuatro millones de pesos en la aplicación del examen clínico, el cual consiste en analizar una muestra de sangre del talón del recién nacido. Es algo muy sencillo, pero si no se realiza el costo económico y social es muy alto. La funcionaria resaltó que por cada niño no detectado, el gasto del Estado en la futura atención médica del padecimiento se eleva a 25 mil dólares.
El análisis sanguíneo permite detectar al menos cinco enfermedades: hipotiroidismo congénito, fenilcetonuria, galactocemia, hiperplasia suprarrenal congénita y fibrosis quística. La detección temprana de estos padecimientos previene el retraso mental severo e inclusive la muerte.
Al referirse al tamiz neonatal, explicó que debe efectuarse entre los primeros tres a siete días de vida de los bebés. Recordó que en años anteriores los médicos enfrentaban la problemática de la tardanza en la entrega de los resultados de laboratorio, pero ahora, aseguró, estos se obtienen dos días después de haber realizado el examen.
Entrevistada durante la ceremonia de clausura del Curso de actualización de tamiz neonatal, celebrado en el Instituto Nacional de Pediatría, Vela Amieva comentó que en este programa participan, además de este instituto, el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva y el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
Mencionó que los obstáculos para ampliar la cobertura han sido múltiples. Evidencia de ello es que desde 1989 en que se hizo la primera prueba, tuvieron que pasar ocho años para completar el primer millón de exámenes. Actualmente esta cifra se logra cada 18 meses, pero en realidad, dijo, deberían practicarse cinco millones cada dos años.
|