México D.F. Viernes 16 de julio de 2004
La acusación, por testimonios de militares,
afirma el abogado Eduardo Contreras
Nueva querella contra Pinochet, ahora por desaparición
de cadáveres de ejecutados
Los informes de oficiales podrían esclarecer
el paradero de miles de "desaparecidos", dice
XIMENA ORTUZAR
Una nueva querella criminal contra Augusto Pinochet será
presentada en Chile en los próximos días por el abogado Eduardo
Contreras, esta vez por la responsabilidad del ex dictador en la desaparición
de cadáveres de ejecutados políticos, ordenada en 1979, se-gún
informó en exclusiva a La Jornada.
La nueva acusación se basa en testimonios de oficiales
y suboficiales del ejército chileno, hoy en retiro, ante jueces
que in-vestigan diversas denuncias de violación de derechos humanos
durante esa dictadura militar de 16 años y medio.
De
acuerdo con esos testigos, informó Contreras, "a finales de 1979
la sección II de inteligencia del ejército chileno recibió
un criptograma -documento secreto- con denominación A-1 (es decir,
de alta prioridad) dirigido a todas las unidades militares del país,
mediante el cual se les instruía que hicieran desaparecer los cuerpos
de ejecutados políticos sepultados en las respectivas jurisdicciones."
Agregó el defensor de derechos humanos que, según
esos testigos, la orden para esas acciones emanó directamente del
en-tonces comandante en jefe del ejército de Chile, Augusto Pinochet
Ugarte.
El operativo, denominado "retiro de te-levisores",
consistió en exhumar en secreto los cuerpos de los opositores ejecutados
después del derrocamiento del presidente socialista Salvador Allende,
enterrados en recintos militares.
Una vez exhumados, los cuerpos tuvieron diversos destinos:
algunos fueron trasladados a otro lugar de entierro clandestino, otros
fueron arrojados al mar. Inclusive, se sabe que existió cremación
de cadáveres de disidentes políticos.
Agregan los testigos militares que en el momento de ejecutar
esas órdenes, sus superiores los abastecían de abundante
dotación de licor, "como forma de aminorar nuestra tensión".
Destacó el también escritor, periodista
y ex diputado que -acorde con testimonios- muchos cadáveres de opositores
conservaban sus ropas en el momento de la exhumación y en ellas
se encontraron documentos de identidad, que también fueron destruidos
"por órdenes superiores".
Así, esos ejecutados políticos que pudieron
haber sido identificados e incluidos en las listas respectivas permanecen
hasta hoy en calidad de "detenidos desaparecidos", con la finalidad -por
parte de Pinochet, que dio la orden- de evadir la responsabilidad por esos
asesinatos.
Al crimen de la ejecución y desaparición
de cadáveres se suma así la tortura sicológica que
significa para los familiares de esos presuntos "desaparecidos" la incertidumbre
acerca de la suerte que sus seres queridos pudieron correr antes de su
muerte y el lugar donde yacen sus restos.
Crimen que no prescribe
Según la legislación chilena vigente, la
de-saparición forzada de personas o secuestro calificado es un delito
que no prescribe hasta que aparezca la persona secuestrada o su cadáver.
Durante años, los militares chilenos aseguraron
que los "hipotéticos detenidos de-saparecidos" eran "extremistas
que huyeron del país y se encuentran en países co-munistas
con nueva identidad", o "terroristas muertos en enfrentamientos con fuerzas
de seguridad cuyos cadáveres fueron retirados del lugar por sus
secuaces y enterrados en la clandestinidad."
A juicio de Contreras, los testimonios de estos nuevos
testigos uniformados podrían conducir, finalmente, al esclarecimiento
de al menos parte del destino final de esas víctimas de la represión
dictatorial.
Eduardo Contreras -quien presentó en enero de 1998
la primera querella criminal contra Pinochet y luego otras, cuyo resultado
fue el desafuero y posterior proceso del militar golpista por el caso caravana
de la muerte- se encuentra de visita en México, donde presentó
el miércoles anterior su libro El desaforado; crónica
del juicio a Pinochet en Chile. Participa también en el encuentro
sobre el pensamiento y la obra de Vicente Lombardo Toledano.
El defensor de derechos humanos tomó conocimiento
de esas declaraciones formuladas por diversos ex oficiales o suboficiales
del ejército de Chile y contenidas en los expedientes de investigación
por crímenes de lesas humanidad, actualmente en curso, a cuyo sumario
él tiene acceso.
Pinochet, quien está a la espera de que la Corte
Suprema de Justicia chilena ratifique o no el fallo de primera instancia
mediante el cual la Corte de Apelaciones de Santiago lo privó recientemente
de su fuero de "ex presidente de la república" -por sus responsabilidades
en la criminal Operación Cóndor-, deberá enfrentar
la acción judicial por este nuevo delito que, como anticipó
el abogado a La Jornada, quedará concretada en los próximos
días ante los tribunales de la capital chilena.
"Los antecedentes son irrefutables y de-jan en evidencia
la responsabilidad de Pinochet en el delito de desaparición de cadáveres.
Los chilenos y la opinión pública internacional deben conocer
todas estas atrocidades", aseguró Contreras.
Y concluyó: "Sin verdad y sin justicia plenas no
se construye ninguna democracia real y duradera. No se deben seguir ocultando
los horrorosos crímenes de la dictadura y hay que impedir que el
principal culpable de ellos, que no es otro que Augusto Pinochet, siga
escurriéndose bajo la escandalosa mentira de una supuesta locura.
Los actuales mandos del ejército deben contribuir a que se conozca
de una vez por todas lo que sucedió en Chile".
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