México D.F. Viernes 16 de julio de 2004
Poniatowska, Ofelia Medina y Jesusa reivindican
el legado de la artista
Instan a que el dinero de la marca Frida Kahlo beneficie
a oprimidos
Se cumplió el lanzamiento de un libro y productos
comerciales de sus herederos
Ante un público de etiqueta, se impusieron las
palabras sencillas y directas
MERRY MAC MASTERS
''Si han de sacar harto dinero a mi marca, no se les olvide
usarlo para la liberación de las clases oprimidas", instó
Frida Kahlo en voz de la actriz Jesusa Rodríguez, quien dio lectura,
ni más ni menos, al testamento artístico posmortem
de la pintora, ''documento inédito encontrado entre las páginas
de un viejo libro titulado La ética y la estética de la
artista''.
La ocasión fue la presentación del volumen
Frida íntima. Frida Kahlo (1907-1954), ediciones Dipon/Gato
Azul, escrito por su sobrina Isolda Pinedo Kahlo, ahora de 75 años,
al término de la cual se lanzó la marca Frida Kahlo de pashminas,
joyería y anteojos.
El lugar fue el Club de Industriales y la invitación
dictaba atuendo de ''etiqueta". Ante un público ataviado de negro
en su mayoría, el ''panel de lujo", como dijo el editor Diego Benítez,
se impuso por su colorido, sencillez, además de sus palabras duras
y directas.
Libro con 50 años de retraso
Ofelia Medina, la primera Frida Kahlo en cine, presentó
el acto y la mesa con una canción de su autoría, acompañada
por un guitarrista peruano y ''hermano".
La escritora Elena Poniatowska leyó el texto ¿Qué
más viste, Isolda? (publicado íntegro ayer
en La Jornada), en el que hizo señalamientos:
''Diego también fue un yerno generoso que le ayudó
a Guillermo Kahlo a pagar la hipoteca de la casa, aunque Cristina dice
en el libro de Isolda que Diego la despojó de su herencia, ya que
le tocaba la mitad de la Casa Azul. Isolda no menciona este agravio, pero
Cristina envejeció llena de rencores."
El libro de Isolda, continuó Poniatowska, llega
con 50 años de retraso. Si la obsesión por resucitar a Frida
a como dé lugar no cesa, ahora, con el lanzamiento de su marca ''se
pretende martirizar su memoria". Agregó: ''De un objeto de culto,
Frida pasa a ser mercancía, un arte que después de 50 años
se degrada a materia de consumo con un logotipo para vender pashminas".
Jesusa retomó: ''Un artículo de consumo
exótico y sofisticado. Una delicia cultural digna de los filósofos
de la cultura comercial o del nuevo proyecto de Sari Bermúdez. Un
artista auténtica a la que se le ha intentado reconvertir, acorde
a las leyes del libre mercado, en una especie de Barbie del tercer
mundo".
No sorprende, entonces, que Frida preguntara: ''¿A
dónde chingaos ha ido a parar tanto dinero?" Y, contestara, de acuerdo
con el documento leído por Jesusa: ''Sí, ya sé que
una parte va al Banco de México y que se recicla en el cuidado de
nuestros museos, aunque estuvieron muchos años del puritito carajo.
Pero, ni crean que me van a convencer de que todo lo que sale de mi trabajo
va a dar a manos del pueblo de México, tal y como lo pedí
al morir".
Ante el coraje de que ''toda la mosca se la quedan los
jodidos ricos", Frida dio una larga lista de seres desprotegidos que deben
beneficiarse del producto
de su obra. Luego se dirigió a su familia, ''a
la que hasta ahora no le ha tocado nada, les comentó que no está
el país para andar pensando en joyería fina y accesorios
para damas, ni tampoco me hace gracia el mundo del marketing y del
consumo... No cabe duda que la lucha sigue, que Zapata vive y que el mundo
indígena sigue siendo la única esperanza para México".
Por la defensa de la artista
Entrevistada aparte, Jesusa dijo que un artista debe ser
defendido por su familia, sus amigos y quienes aman su obra. Sobre la llamada
de atención para la familia de Frida, dijo: ''Cuando me invitaron
no me gustó nada, ni el lugar, ni el asunto ni la marca. Todo me
sonó como fuera de lugar. Pero, pensé, alguien tiene que
defender a Frida Kahlo. Qué bueno que nos invitaron a nosotros y
no a otras personas que quizá hubieran simplemente venido a elogiar
el acontecimiento".
Arturo Estrada, uno de los fridos, dijo que al
morir su maestra, hizo un apunte con el que pintó un cuadro. La
tela fue adquirida por el Instituto Nacional de Bellas Artes, pero desde
1954 hasta hoy ''nadie sabe dónde se encuentra. Es posible que esté
en alguna bodega, pero jamás ha sido exhibido".
Ofelia Medina cerró la presentación con
el Corrido de Frida Kahlo, mientras Isolda bailó con su nieta
Mara de Anda.
Al terminar, Isolda corrió a abrazar a Ofelia y
así dar por terminada la primera parte de la velada. De inmediato,
la autora del libro Frida íntima se retiró del salón.
En el lanzamiento de la marca Frida Kahlo, Mara Romeo,
hija de Isolda, dijo que su intención es regular los productos y
que éstos sean de buena calidad.
Elena Poniatowska, Ofelia Medina (la primera Frida Kahlo
en el cine) y Jesusa Rodríguez, la noche del miércoles, durante
la presentación del libro Frida íntima FOTO MARIA
MELENDREZ PARADA
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