México D.F. Viernes 16 de julio de 2004
Exhortó a castigar excesos cometidos en Guadalajara
Documenta HRW abusos contra altermundistas
Human Rights Watch (HRW) exhortó al gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña, a investigar de manera exhaustiva e imparcial, y sancionar a los responsables de las detenciones arbitrarias, "graves casos de brutalidad policial, tratos crueles, inhumanos y degradantes, e inclusive evidencias de tortura" realizados en contra de los altermundistas el pasado 28 de mayo en la ciudad de Guadalajara.
La organización de derechos humanos envió ayer una carta al Ejecutivo estatal, en la que asegura tener informes confiables sobre abusos ejercidos por la autoridad policial en contra de los participantes de la marcha de protesta contra la tercer cumbre de jefes de Estado y de gobierno de América Latina, el Caribe y la Unión Europea.
Asegura que las detenciones se realizaron varias horas después de que concluyó la movilización. Las personas fueron aprehendidas en parques públicos, autobuses, mientras caminaban por la calle o estaban siendo atendidas en el hospital de la Cruz Roja. Ese día fueron capturados 111 individuos, de los cuales 19 todavía permanecen en prisión.
Con base en los testimonios de los afectados, la agrupación concluye que en el operativo policiaco privó la falta de respeto a las garantías procesales fundamentales. Además de no contar con orden de aprehensión o la flagrancia en la comisión de algún ilícito, las policías estatal y judicial no informaron la razón de los arrestos ni pusieron a los detenidos a disposición del Ministerio Público, sino hasta 48 horas después.
De hecho, dice el texto, las personas estuvieron incomunicadas durante dos días y los funcionarios estatales no hicieron públicos los nombres de los detenidos hasta las siete de la noche del sábado 29 de mayo, casi un día después del arresto de la mayoría de ellos.
Además, relata HRW, se negó el derecho a elegir un abogado y tampoco se permitió el acceso de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ). En cambio, se obligó a los presos a firmar confesiones, cuyo contenido les era desconocido.
Human Rights Watch cuenta con el testimonio de varios de los afectados, entre ellos el de José Martí, habitante de Guadalajara, de 20 años de edad, quien se vio atrapado en un enfrentamiento entre la policía antimotines y los manifestantes. Iba rumbo a su casa cuando se detuvo a observar la marcha e intentó huir cuando la policía arremetió contra los manifestantes, pero se cayó y fue atrapado por los agentes. Lo golpearon con toletes y escudos, lo patearon en la espalda, las piernas y los brazos. Un golpe en la cabeza le abrió una herida que requirió cuatro centímetros de sutura.
Todos los entrevistados por la agrupación internacional señalaron que los maltratos físicos y abusos continuaron durante las detenciones. Las mujeres fueron hostigadas sexualmente y nadie se atrevía a pedir permiso para ir al baño, porque quien lo hizo fue golpeado severamente en la entrepierna.
La carta que ayer fue enviada al gobernador jalisciense lo exhorta además a establecer políticas que garanticen que todo policía o funcionario estatal investigado por tratos crueles, inhumanos o degradantes sea suspendido inmediatamente del servicio.
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