Falta firmar acuerdo con Rocchigiani

Aún no está a salvo el CMB: Sulaimán

Este jueves se darán a conocer pormenores

JORGE SEPULVEDA MARIN

Mientras no esté por escrito el convenio verbal al que se llegó con el púgil alemán Graciano Rocchigiani no se puede afirmar que el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) se haya salvado de la desaparición, aseguró su presidente, José Sulaimán.

Recordó que la semana anterior se reunieron en Cracovia dirigentes del CMB con los representantes de la parte demandante y llegaron a un acuerdo mediante el cual el púgil germano se desistió de la demanda por 31 millones de dólares que había ganado en una corte de Nueva York.

Adelantó que será este jueves cuando se darán a conocer los detalles del nuevo arreglo al que se llegó fuera de los tribunales, día en que seguramente ya se tendrá el respaldo de lo acordado por escrito y sólo hasta entonces podrá asegurar que el CMB se ha salvado de acogerse a la quiebra.

Puntualizó que en la reunión en Cracovia se obtuvo la promesa verbal del boxeador, desconocido como monarca mundial de los pesos pesados por la organización boxística, "por lo que espero que sostenga su palabra, porque nosotros sí tenemos palabra de honor".

El CMB dejó sus oficinas de la Zona Rosa de esta ciudad en espera de tener una resolución final sobre la demanda y ahora con la certeza de continuar podría regresar a su sede.

Por lo pronto, los abogados de ambas partes preparan el documento final del acuerdo y estarán en condiciones de darlo a conocer el jueves, para "tener la certeza de que el CMB pueda renunciar a la solicitud de bancarrota que había pedido al estar imposibilitado para cubrir la demanda por 31 millones de dólares que se habían pedido", agregó.

El CMB se vio obligado a solicitar la declaratoria de bancarrota en Puerto Rico, hace un par de años, tras perder la demanda interpuesta por el boxeador alemán, como reparación de los daños que le provocó haber sido desconocido en 1998.

El pasado 14 de junio Sulaimán Chagnon anunció que el organismo a su cargo cerraría una vez que tuviera una resolución positiva de las leyes estadunidenses, al acogerse al capítulo siete sobre procedimientos de liquidación por bancarrota.