México D.F. Miércoles 14 de julio de 2004
El equipo del Bolillo Gómez quedó
eliminado con tres derrotas al hilo
Sin convencer, México venció 2-1 a Ecuador;
está en cuartos de final
La victoria, dedicada a Jared Borgetti Los goles del
Tri fueron de Altamirano y el Bofo
Por los ecuatorianos marcó Agustín Delgado
No jugamos bien, admitió el técnico La Volpe
AGENCIAS
Piura, Peru, 13 de julio. Después de subir
varios escalones en su nivel de juego ante Argentina, el Tri sufrió
un retroceso y estuvo lejos de reivindicar su estilo ofensivo.
Sin embargo, hizo lo suficiente para vencer 2-1 a Ecuador
y ya está en cuartos de final, con siete puntos en el grupo B, mientras
los dirigidos por el Bolillo Gómez se despidieron con tres
derrotas a cuestas.
El partido resultó deslucido y lo más llamativo
en el estadio Miguel Grau fue la fiesta que armaron los aficionados mexicanos
en las tribunas. No faltó la música de mariachis, sombreros
de charro, bailes y porras. Pero el espectáculo en la cancha fue
pobre y desentonó.
Las anotaciones del selectivo mexicano fueron de Héctor
Altamirano, por la vía penal al minuto 25, mientras Adolfo Bautista
redondeó al 42. Ecuador, que tuvo mayor posesión del esférico,
descontó al 70 de acción por conducto de Agustín Delgado.
México
saltó a la cancha con una oncena sin conjuntar y en consecuencia
no hubo la coordinación ideal entre sus líneas.
Además, en forma obsesiva lanzó pelotazos
al frente en busca de Adolfo Bautista, lo que provocó que se perdiera
la posesión del balón. Pese a ello, al minuto cinco tuvo
una buena opción mediante un cabezazo de Héctor Altamirano,
que en gran lance rechazó el portero Jacinto Espinoza.
Ecuador generó más llegadas y retuvo la
pelota, pero su pecado fue tejer con demasiados pases y llegar sin sorpresa;
sus disparos sobre la meta defendida por Oswaldo Sánchez resultaron
flojos y sin tino.
Al minuto 13 el silbante no marcó una falta del
arquero mexicano sobre Alex Aguinaga y los sudamericanos siguieron atacando
mientras el Tri no lograba hilvanar tres pases seguidos.
La desesperación y molestia aparecieron en el rostro
del técnico Ricardo La Volpe, quien comenzó a gritar a sus
pupilos.
Al minuto 24 Adolfo Bautista encaró al portero
ecuatoriano y provocó la marcación de la pena máxima
por parte del silbante peruano Eduardo Lucca. Al cobro fue Héctor
Altamirano, quien estrelló su disparo en el poste derecho y la pelota
acabó incrustándose en la portería para el 1-0.
Ramón Morales salió lesionado y fue sustituido
por Jaime Lozano y, aunque el cuadro mexicano tenía el marcador
en su favor, Ecuador dominaba y no hubo calma hasta que al minuto 42 uno
de los largos pases al frente fue aprovechado por el Bofo, quien
avanzó, se perfiló y con la pierna derecha soltó un
riflazo para imponer el 2-0.
En la última jugada del primer lapso Bautista fue
amonestado por falta sobre el portero Espinoza, quien quedó lesionado
y fue sustituido por Damián Lanza.
No mejoraron las cosas en el complemento, los tricolores
erraron muchos pases, el Bofo elevó demasiado un disparo
y enseguida fue sustituido por Mario Méndez, e inevitablemente,
después de mucho insistir, llegó el gol del rival mediante
un servicio desde la derecha de Franklin Salas que cabeceó Agustín
Delgado.
La Volpe ingresó a Daniel Osorno, en lugar de Jesús
Arellano, pero Ecuador estaba inspirado y casi empata al minuto 77, cuando
con apuros Claudio Suárez rechazó un par de disparos.
Al final el desánimo invadió a los ecuatorianos
y México salió avante.
Además de portar un moño negro en el lado
izquierdo de su casaca, los jugadores mexicanos salieron a la cancha con
una pancarta, en la que externaron solidaridad con su compañero
Jared Borgetti, a quien dedicaron el partido, por el reciente fallecimiento
de una de sus hermanas.
La Volpe admitió que México "no jugó
bien, hay que ser realistas". Precisó que no tuvo buen toque ni
supo manejar el marcador, "pero consideramos que hicimos lo que teníamos
que hacer.
"Ahora estamos en otra fase y hay que prepararnos para
no volver a sufrir, porque viene lo más difícil", puntualizó.
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