México D.F. Miércoles 14 de julio de 2004
El florecer de Instrumenta
El proyecto cultural Instrumenta -una de cuyas vertientes se desarrolla durante estos días en la ciudad de Puebla- se consolida como una opción viable y luminosa aun en los momentos difíciles por los que atraviesa el país.
La reciedumbre, la nobleza y la coherencia de sus propósitos y sus maneras de ejecutarlos ejemplifican el sano crecimiento cultural al que México tiene derecho, pero que se le escamotea en los hechos, ya que el foxismo no ha demostrado hasta el momento tener una política cultural que vaya más allá del discurso o de un proyecto de obra negra arquitectónica (la ya célebre, todavía sin existir, megabiblioteca).
Es claro que Instrumenta ha cumplido hasta el momento tareas fundamentales que el Estado mexicano ha dejado en el vacío, o bien a la vera de algún amenazante sistema de donativos o de rásquese-cada-quien-como-pueda, en la lógica del vocho-changarro-tele.
Iniciativa ciudadana
La formación de nuevos músicos de primer nivel, la creación de composiciones que rebase el ámbito doméstico, el surgimiento de nuevas figuras de la dirección orquestal y, last but not least, la formación de públicos, son algunos de los muchos méritos atribuibles a esta importante iniciativa ciudadana.
Pero no es por contraste el mérito. El trabajo que realiza el equipo que hace realidad el proyecto Instrumenta, que concibió y dirige el maestro Ignacio Toscano, se fundamenta en un amplio y hondo conocimiento de causa, en la experiencia profesional y de manera fundamental en la pasión, la honestidad y la transparencia en la promoción del arte y la cultura.
Los frutos ya se deleitan, el florecimiento está en pleno estallido. PABLO ESPINOSA
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