México D.F. Miércoles 14 de julio de 2004
Campaña para eliminar identidad cultural: universitario
Asesinados, unos 13 académicos y muchos intelectuales iraquíes
ROBERT FISK THE INDEPENDENT
Bagdad, 13 de julio. Los mongoles tiñeron el río Tigris de negro con la tinta de los libros iraquíes que destruyeron. Los mongoles de hoy prefieren destruir a los hombres de letras que escriben esos libros. Desde que comenzó la invasión angloestadunidense han sido asesinados al menos 13 académicos, sólo de la Universidad de Bagdad, lo mismo que innumerables intelectuales en el resto de Irak.
Profesores de historia, decanos de universidad, maestros de árabe, todos han sido víctimas de una guerra contra el aprendizaje. Hace sólo seis semanas -hecho que, como de costumbre, apenas se reportó- la decana de un colegio de leyes de Mosul fue decapitada en su cama, al igual que su esposo.
Quiénes son los actuales mongoles, permanece como el doloroso misterio de nuestra historia. No son los contrariados estudiantes, pero algunos de ellos podrían ser cazadores de ex miembros del partido Baaz, ya que todos los jefes de departamentos académicos eran obligados a unirse al partido de Saddam Hussein.
Sin embargo, está claro que ninguno de los profesores de la Universidad de Bagdad militaba activamente en dicho partido, más allá de llevar un carnet que lo identificaba como miembro de Baaz.
Incluso el ex presidente de la universidad, doctor Mohamed Arawi, cirujano muerto de un disparo en su clínica hace un año, es recordado como liberal y humanitario. Pero los profesores ahora vigilan la puerta de los auditorios donde dictan sus cátedras tan cuidadosamente como vigilan a sus estudiantes, Ƒy quién puede reprochárselos?
Después de todo, el doctor Sabri Bayati, del Departamento de Geografía, fue muerto a tiros tan sólo el mes pasado, cuando se encontraba afuera del Departamento de Arte y delante de muchos de sus estudiantes.
"Le dispararon ahí, junto a la pared", me dijo este martes uno de sus colegas. "Mu-chos alumnos vieron al asesino, pero no pu-dieron hacer nada. Dos balas. Eso fue todo. Su cuerpo quedó ahí tirado durante dos horas, cubierto con una sábana, antes que se lo llevaran".
Basta conversar con los académicos de la Universidad de Bagdad para que comiencen a rodar los nombres. El doctor Nafa Aboud, del Departamento de Lengua Arabe, fue ase-sinado hace sólo dos meses. El doctor Hissam Sharif, del Departamento de Historia, estaba sentado frente a la puerta de su casa cuando llegaron sus asesinos que le dispararon a él y a dos de sus amigos que había ido a visitarlo. El doctor Falah Dulaimi, asistente del rector de la Universidad de Mustansariya, en Bagdad, murió cuando le dispararon en su oficina, el año anterior.
"ƑQué podemos hacer?", me preguntó Saad Hassani, del Departamento de Inglés de la Universidad de Bagdad. "Hace apenas un mes mi hijo Alí, quien estudia en nuestro Departamento de Biología, fue secuestrado. Salió a pie del campus un día muy caluroso. Tomó un taxi y el conductor le ofreció un trago de agua helada. Perdió el conocimiento. Cuando volvió en sí estaba en un cuarto oscuro, con los ojos vendados. Lo golpearon y lo torturaron con electricidad. No dijeron mi nombre, pero él escuchó a dos grupos de hombres discutiendo y uno de ellos dijo: 'Agarraste al equivocado'. Le dijeron que no querían que permaneciera en el país. Lo arrojaron de un auto y quedó a un lado del camino. Por lo menos no lo mataron. Ahora no sale de su casa. Reprobó todos sus exámenes. ƑQué debo pensar de esto?"
Otro trabajador de la universidad sospecha que hay una campaña para eliminar a todos los académicos iraquíes con el fin de completar el asesinato de la identidad cultural de Irak que comenzó con la destrucción de la Biblioteca Coránica de Bagdad, los ar-chivos nacionales y el saqueo de los museos arqueológicos, todo esto cuando el ejército estadunidense ingresó a Bagdad.
"Tal vez los kuwaitíes quieren vengarse de lo que les hicimos en 1991", me dice un catedrático. "Quizá los israelíes se están cerciorando de que nunca tengamos una infraestructura intelectual aquí. Usted me sugiere que podría ser la resistencia. ƑPero qué es la resistencia? No sabemos quiénes son. ƑAca-so es nacionalista? ƑEntonces por qué que-rrían librarse de nosotros? ƑEs religiosa? El Departamento de Arte se ha convertido en un púlpito para el islamismo. Todas esas personas son parte de la universidad".
En la ciudad sureña de Nasiriya, muchos jefes departamentales de universidades han recibido cartas amenazadoras en las que les ordenan irse de Irak. En mayo, al menos un doctor y académico de la Universidad de Bagdad huyó del país tras recibir una misiva de ese tipo.
El asesinato de la decana del Colegio de Leyes de Mosul, ocurrido el mes anterior, fue el más sanguinario de los ocurridos hasta ahora. "Estaba en la cama con su es-poso cuando llegaron por ella", me dijo uno de sus colegas en Bagdad. "Les dispararon fríamente a los dos. Luego los decapitaron con cuchillos".
Miembros de facultades de artes y ciencias han sido víctimas. El doctor Abdul Latif Maya trabajaba en un proyecto de planeación urbana en el Departamento de Geografía de la Universidad de Bagdad cuando fue asesinado en su casa. El profesor Wahid Mahjoub fue asesinado en el Colegio de Educación Física en abril del año anterior, justo mientras las tropas de Estados Unidos entraban a la capital.
"El doctor Arawi me dijo dos días antes de que lo asesinaran que no tenía nada qué temer", recordó este martes un amigo suyo. "Me dijo: 'nunca le he hecho daño a nadie, todos me respetan'. Pero su hijo estaba preocupado. Solía acompañar a su padre a la clínica donde recibía tratamiento. El día de su muerte, sus asesinos entraron al hospital fingiendo ser pacientes y le dispararon en el momento en que era sometido a una cirugía. Su hijo estaba afuera del quirófano".
En las primeras semanas de su proconsulado de ocupación, Paul Bremer despidió a todos los académicos que habían sido miembros del partido Baaz.
"Se fueron a su casa y trataron de salir del país", se quejó otro profesor de arte de Bagdad. "No eran malas personas. Pero ahora temen volver porque creen que están en una especie de lista. Tienen miedo por sus vidas, igual que los que se quedaron".
La mañana de este martes visité el De-partamento de Artes de la universidad y encontré que no había ni un solo miembro del personal. El cubículo de cada maestro estaba cerrado con un gran candado. © The Independent Traducción: Gabriela Fonseca
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