Incondicional de Elba Esther Gordillo, se encontraba en la orfandad política

Tomás Ruiz, encargado de limpiar las finanzas de la Lotería Nacional

ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ

Reconocido impulsor de políticas impositivas sobre el consumo popular y encargado de sanear la banca de desarrollo para el gobierno de Vicente Fox, Tomás Ruiz González regresó a la administración pública federal ante la urgencia de limpiar las finanzas de la Lotería Nacional.

Tecnócrata formado en las políticas neoliberales, el todavía diputado federal -hasta hoy solicitará licencia ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión- fue el autor, auspiciado por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, del intento de Elba Esther Gordillo de extender la tasa de impuesto al valor agregado (IVA) a alimentos y medicinas, hecho por el cual vio diluirse su pretendida candidatura al gobierno del estado de Veracruz, a pesar de ser considerado el delfín del mandatario Miguel Alemán Velasco.

La carrera de este funcionario se ha desarrollado exclusivamente en puestos del Banco de México, la Secretaría de Hacienda y -ya en el sexenio foxista- en el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras).

Tomás Ruiz, junto con Francisco Suárez Dávila, fue el autor de la Ley del IVA, aprobada en 1995, con la cual se aumentó la tasa de ese impuesto de 10 a 15 por ciento. En aquella ocasión las bancadas de PRI y PAN en San Lázaro consumaron la imposición de dicho gravamen.

El declive

Durante los primeros dos años de su función en Banobras, Tomás Ruiz operó en favor del gobierno de Veracruz para limpiar la deuda que esa entidad había contraído con la Federación. Tal hecho le acarreó la simpatía de Alemán Velasco, quien le preparó una carrera en el PRI y posteriormente lo metió en el juego por la sucesión en el estado.

Alemán intercedió ante el presidente del PRI, Roberto Madrazo Pintado, para que le fuera asignada una comisión en el Consejo Político Nacional del partido, y posteriormente negoció incluirlo en la lista de diputados plurinominales por Veracruz, con el propósito de asegurarle una curul.

Para que un militante del PRI pueda competir por una candidatura a gobernador o Presidente de la República debe cumplir los requisitos -marcados en los estatutos- de haber tenido un cargo de dirigencia y otro de elección popular.

Una vez que Tomás Ruiz vio encauzada su carrera política, renunció a su puesto en Banobras y ya como legislador se sumó incondicionalmente al equipo de Gordillo, quien pretendía materializar con el voto de los priístas la aprobación de la reforma fiscal foxista.

Su alianza con Gordillo lo llevó a proponer gravar con IVA alimentos y medicinas. El proyecto se gestó en la casa de los suegros de Salinas de Gortari, durante una reunión entre Elba Esther, Francisco Rojas Gutiérrez, Francisco Suárez Dávila y el propio Tomás Ruiz con el ex presidente.

Y fue en un rancho del municipio de Naucalpan, estado de México, donde la maestra reunió una tarde a todos los diputados priístas, y ahí Tomás Ruiz hizo una presentación en power point, en la que propuso la aplicación de una tasa impositiva gradual y creciente, a partir de 2004 y hasta 2006, de 6 a 8 por ciento.

En diciembre, tras el primer rechazo al IVA, se llevó a cabo otra reunión con el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, en un hotel de Polanco, en la que la maestra, Tomás Ruiz, Francisco Rojas y Suárez Dávila, entre otros, negociaron un "IVA disfrazado". Esa nueva propuesta, se supo después, también tenía el aval de Salinas de Gortari y fue rechazada por Roberto Madrazo, ante la presión de un grupo de gobernadores y diputados.

La nueva iniciativa se desechó por mayoría de PRI, PRD y PT. Sin embargo, la fidelidad de Tomás Ruiz a Gordillo propició que la mayoría de los legisladores priístas lo removieran de las comisiones de Hacienda y de Presupuesto y Cuenta Pública.

A raíz de esa decisión, Tomás Ruiz, junto con Roberto Campa, Suárez Dávila, Francisco Rojas, Miguel Angel Yunes y Claudia Ruiz Massieu, todos seguidores de Gordillo, quedaron en la orfandad política, aun cuando constituyeron la denominada Fuerza Reformadora, la cual, inicialmente -y a decir de ellos-, estaba integrada por 70 legisladores. Dicho grupo ya no existe.