Mil 300 fallecen al año: OMS La mortalidad materna, grave problema de salud
pública en México -- Los recursos deben ir a los programas preventivos, no a la ultraderecha: SIPAM
Parir en México tiene diferentes significados. Para muchas mujeres es uno de los acontecimientos más felices de su vida, para otras una grave preocupación y a veces hasta la muerte. Algunas paren en cuclillas, aferradas a un árbol, como lo hicieron nuestras antepasadas, en ocasiones sin asistencia de parteras, mucho menos de atención médica; otras en una clínica especializada, con los 舠adelantos舡 más sofisticados de la ciencia. Pero aún así, existe esa gran paradoja de morir para dar vida. De acuerdo a las estadísticas oficiales, la mortalidad materna continúa siendo un problema de salud pública. A pesar de que en la última década la tasa de mortalidad ha mostrado una ligera tendencia a la baja, las cifras hablan por sí solas. En el mundo cada año alrededor de 585 mil mujeres mueren por complicaciones durante el embarazo. En los países desarrollados la proporción de muertes maternas es de 27 por cada 100 mil nacidos vivos, mientras que en los países en vías de desarrollo dicha relación es de 480 muertes por cada 100 nacimientos, es decir, casi 20 veces más. En Méxoco, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de mil 300 mujeres mueren cada año por causas relacionadas con la maternidad, la Secretaría de Salud (SS) hace un cálculo de entre mil 100 y mil 200 defunciones maternas cada año. Esto representa una tasa de 50 muertes por cada 100 mil nacidos vivos. La cifra anterior, sin embargo, no revela la magnitud del problema, pues el sector salud reconoce que hay subregistro, es decir muertes maternas no contadas que ocurren principalmente en zonas rurales e indígenas. 舠Esta invisibilidad estadística es una muestra más de la discriminación que sufren las mujeres indias hasta en su lecho de muerte舡, explica Gisela Espinosa Damián, autora del estudio 舠Doscientas trece voces contra la muerte: Mortalidad materna en zonas indígenas舡. De las muertes maternas registradas en el 2000, el 67.3 por ciento ocurrieron en 10 entidades del centro y sureste del país (Estado de México, Veracruz, Distrito Federal, Guerrero, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Jalisco, Guanajuato y Michoacán). Las causas, todas ellas prevenibles, fueron hemorragias, infecciones, complicaciones relacionadas con abortos en condiciones de riesgo y trastornos de hipertensión. El Programa Nacional de Salud señala que 舠para reducir los rezagos en salud que afectan a los pobres, con énfasis en las mujeres y la población infantil, una de las estrategias sustantivas es garantizar un arranque parejo en la vida, a través de acciones que permitan asegurar una atención prenatal adecuada y un parto sin complicaciones舡, se oye bonito, sin embargo muchas mujeres mueren desconociéndo esos programas. Espinosa Damián recoge informes oficiales que reportan que todos los mexicanos tienen acceso a los servicios de salud y que los programas dirigidos a las zonas rurales alejadas, dispersas y pobres, donde habita la mayoría de los pueblos indios, incluyen atención al embarazo, al parto y al puerperio; 舠si así fuera, la maternidad sería un evento seguro y saludable para las indígenas舡, y no lo es, afirma. Del total de mujeres que murieron a causa de una complicación en el embarazo, el parto o el puerperio en el 2000, el 65 por ciento no estaban aseguradas, el 26.3 por ciento eran derechohabientes del IMSS y el 4.6 por ciento del ISSSTE. Pilar Muriedas, directora de Salud Integral para la Mujer (SIPAM), señala que lo más grave de estas muertes es que se podrían evitar si los hospitales tuvieran la capacidad resolutiva para atender las emergencias de las mujeres embarazadas y la eficacia para detectar de manera temprana los embarazos de alto riesgo, así como la posibilidad para reducir la incidencia de embarazos no deseados. Sin embargo, acotó, eso exige de eficaces políticas de salud gubernamentales que cumplan puntualmente con los planes establecidos en vez de destinar los ya de por sí escasos recursos a las iniciativas de la ultraderecha. Añade que la capacitación y la educación juegan un papel fundamental que también requiere de los recursos del erario. En tanto, el doctor Julio Díaz Becerra, Coordinador de enseñanza e Investigación del hospital Adolfo López Mateos del ISSSTE, menciona que a pesar de todo el esfuerzo que ha hecho el sector salud, 舠desgraciadamente queda un porcentaje de la población que no tiene acceso a éste y es el más vulnerable a estas complicaciones. Lo ideal sería que toda mujer incluso antes de que se embarazara tuviera una asesoría médica. Desgraciadamente esto no ocurre y el sector más desprotegido es el que al final del embarazo tiene resultados adversos舡. Para Raymundo Canales de la Fuente, médico de la Clínica de Embarazo de Alto Riesgo del Instituto Nacional de Perinatología, el problema de la muerte materna es 舠de un abordaje mucho más complicado que luchar contra el sarampión o la poliomielitis舡, entre otras razones, por la falta de infraestructura, ya que no es fácil trasladar a una mujer en trabajo de parto de una comunidad rural al hospital más cercano舡. El doctor Vitelio Velasco Murillo, jefe de la División de Salud Materna del IMSS, afirma que en esta institución hay menos mortalidad materna de la que existe en otras del Sector Salud: en el 2003 hubo 161 en todo el instituto, cuando se atendieron aproximadamente 525 mil nacimientos, 舠en términos de tasa tuvimos una de 29.2 por 100 mil nacidos vivos, que comparada con la de la Secretaría de Salud (SS) es casi la mitad舰 No obstante, esta estadística esta subestimada. Algunos estudios oficiales señalan que la proporción de mortalidad materna es de 75 por cada 100 mil nacidos vivos, bajo esos términos se puede decir que el IMSS tiene una tasa de casi la tercera parte de la que tiene el resto del país舡. Sin embargo, el titular de la Comisión de Derechos Humanos, José Luis Soberanes, discrepa de esa visión optimista y en una comparecencia ante senadores a mediados de junio, les pidió 舠hacer algo舡 ya que por 舠negligencia médica舡 se han incrementado las muertes de mujeres parturientas y sus bebés en el IMSS. Subrayó que lo peor no es que eso ocurra en el campo, en lugares alejados de las ciudades, sin servicios médicos, ''sino que fallecen en los hospitales del IMSS舡. Insistió en que el pretexto de la falta de recursos y que el Seguro Social está quebrado, 舠no implica que la negligencia no les importe y que haya un total descuido舡. En todo caso, más allá
de la danza de las cifras mortales, los especialistas entrevistados
coinciden en que ninguna mujer debería morir por complicaciones
relacionadas con el embarazo y el parto. |