舦 Se presentó el libro Aborto y Pena en México La interrupción de un embarazo no deseado debe establecerse como un derecho reproductivo de la mujer, no como un delito, señaló Marta Torres Falcón, investigadora del Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer de El Colegio de México, durante la presentación del libro Aborto y Pena en México del sociólogo Eduardo Barraza. Definir al aborto como la muerte del producto pone a las mujeres como "asesinas". El aborto "no es un asunto de pena" y debe atenderse en términos sociales, culturales y de salud, aseveró Torres. Según datos del Instituto Alan Guttmacher, al año se practican más de 533 mil legrados y en ese mismo periodo, mueren mil mujeres por esa causa. Marta Lamas, presidenta del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), organización que también edita el libro mencionado, urgió a erradicar el aborto. Por un lado, dijo hay quienes piensan que su prohibición es la solución, a pesar de que esto origine que las mujeres tengan que acudir a consultorios clandestinos y ponga en riesgo su salud para llevar a cabo una decisión que ya tomaron, y "hay quienes creemos que el camino es despenalizar. Plantear el aborto como una cuestión de la actividad y decisión de la mujer involucrada, que se tiene que reglamentar en términos sanitarios y de salud". Recordó que desde hace 10 años -cuando se efectuó la Conferencia Internacional sobre Población y el Desarrollo de la ONU (El Cairo, 1994)-, México se comprometió a trabajar para erradicar los abortos clandestinos y evitar poner en riesgo la salud de las mujeres. En los hechos el delito del aborto no se persigue, la prensa no clama su persecución y el Ministerio Público no se apresura a investigarlo: "Sólo es un fachada que no corresponde a la realidad", añadió el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias Penales. Para Gerardo Laveaga, director del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), un aspecto que debe ser abordado en próximas investigaciones respecto al aborto es el origen del financiamiento de los grupos conservadores que condenan a las mujeres que deciden interrumpir un embarazo y están a favor de la prohibición el aborto. El autor del libro, Eduardo Barraza, indicó que un estudio realizado por un grupo de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en los 32 tribunales superiores de justicia del país, concluye que el número de juicios por el delito de aborto resulta verdaderamente insignificante. En los seis años que van de 1995 a 2001, sólo hubo 51 sentencias condenatorias de mujeres procesadas. Si se estima que se producen 500 mil abortos provocados cada año, ello significa que, en esos seis años, se castigó la imperceptible cifra de 0.0017 por ciento. La sociedad tolera la práctica del aborto: "De no ser así, el delito sería denunciado y perseguido, y los jueces aplicarían las sentencias prescritas en los códigos penales". Dijo, además, que la ley penal pretende regular una realidad que la sobrepasa y se convierte en un instrumento inapropiado para regular el comportamiento reproductivo de las mujeres generando un espacio de ilegalidad que tiene consecuencias funestas para la salud y la vida de cientos de miles de mujeres. En México, concluyó, actualmente se reconoce que las personas gozan del derecho a determinar cuántos descendientes tener y cuándo tenerlos, y también que el ejercicio de esa libertad reproductiva lleva implícita la responsabilidad de ofrecerle a los hijos las mejores condiciones de desarrollo, por lo que no habría razón para negarse resolver el problema del aborto en los mismos términos de libertades, derechos y responsabilidades. Aborto y Pena en México fue editado por el Instituto Nacional de Ciencia Penales (INACIPE) y el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE). |