México D.F. Lunes 28 de junio de 2004
Indignación por el asesinato de dirigente piquetero
Reitera el presidente de Argentina que no reprimirá protestas sociales
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 27 de junio. Una multitud dolida e indignada participó en el traslado de los restos del dirigente piquetero (desocupado) Martín El Oso Cisneros, de la Federación Tierra y Viviendas (FTV), asesinado la noche del pasado 25 de junio en el barrio de La Boca. Sus compañeros, junto con familias que acudían a los comedores que creó y dirigió la víctima, denunciaron que no hubo respuesta de la justicia cuando, desde hace al menos 40 días, se denunciaron amenazas y robos a otros dirigentes y al Comedor Los Pibes de La Boca.
La FTV y otras organizaciones expresaron recientemente su apoyo al gobierno del presidente argentino Néstor Kirchner, y advirtieron sobre las campañas de desestabilización que están en marcha.
Manteniendo lo dicho a los sectores de derecha que le piden frenar ya al movimiento piquetero, Kircher manifestó durante el vuelo que lo lleva a China que no va a reprimir "la protesta social con una política de gatillo fácil", informó el periódico Clarín.
El mandatario enfrenta presiones desde hace tiempo para que ponga fin a las protestas sociales mientras el movimiento de desocupados está ahora dividido en tres bloques, como se expresó ayer en la movilización en repudio del asesinato, en junio de 2002, de dos jóvenes piqueteros. La Asociación Madres de Plaza de Mayo decidió no ir a los actos en rechazo a esas divisiones, aunque se solidarizó con los manifestantes que demandan justicia.
A la desconfianza que despierta la policía, Kirchner sumaría la idea de que en la protesta conviven sectores "provocadores" que "son funcionales a la derecha", señaló Clarín, y se atribuye al mandatario haber comentado que "algunos provocan de un lado y otros de otros, pero yo no voy a reprimir".
El gobierno, por su parte, dispuso el alejamiento de la cúpula policial de la Comisaría 24, acusada por vecinos y desocupados de haber instigado el virtual fusilamiento de Cisneros mediante un informante de esa institución ligado con la venta de droga en la zona de La Boca.
El ministro del Interior, Gustavo Béliz, advirtió que no se puede descartar "la teoría del complot o una vinculación política, y esto sería factible si pudiéramos comprobar que (el detenido por el hecho, reconocido por vecinos) actuó como sicario de intereses políticos".
Se señala que antes del crimen se retiraron los policías de la zona y que se estableció "una zona liberada", que posibilitó que el criminal, al parecer acompañado por un menor, actuara con toda impunidad. Siete disparos con pistolas de diversos calibres acabaron con la vida de El Oso y la policía tardó más de una hora en llegar al lugar, "dejando desangrar a nuestro compañero y permitiendo que se escaparan los asesinos".
Según un comunicado de FTV, "es llamativo que el asesinato de nuestro dirigente se produzca en la víspera del aniversario de la matanza de Puente Pueyrredón, a una semana de que la FTV lanzara, junto con otras fuerzas, la construcción de la Asamblea Nacional de Organizaciones Populares, mientras se aprovecha que el presidente Kirchner viaja hacia China, como si se quisiera sembrar caos en la sociedad".
Por su parte, el periodista Horacio Verbitsky advierte hoy en Página 12 que algunas acciones de distintos grupos en días recientes "son de una exacta funcionalidad a los alertas de quienes denuncian proyectos hegemónicos y al mismo tiempos claman por el uso de la fuerza contra aquellos que se oponen".
El periodista analiza que "se acusa al gobierno de autoritario, pero se le exige la restauración del orden. Si mantiene la cautela que mostró hasta ahora se lo presentará como cómplice e impulsor de la violencia. Si pierde la calma y da un paso en falso que avive las llamas, se le reprochará su índole represiva (...) Argentina conoció muchas veces esa lógica maniquea que dio los peores frutos y es de esperar que no se vuelva a caer en la trampa".
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