La medida no incluye a autoridades de la base de Guantánamo

Suspender torturas, ordena la CIA a los agentes estadunidenses: Washington Post

DPA, AFP Y EFE

Washington, 27 de junio. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ordenó la suspensión del uso de torturas en sus interrogatorios, en espera de que el Departamento de Justicia concluya la revisión de los procedimientos legales que las avalaron, informó hoy el diario The Washington Post, el cual citó a funcionarios de inteligencia.

La decisión de la CIA busca reducir los efectos de un memorándum preparado por el Departamento de Justicia para la Casa Blanca en agosto de 2002, en el cual señaló que las técnicas de interrogación forzada tenían justificación legal, porque la legislación nacional no obliga al presidente de Estados Unidos y exime de responsabilidades a los funcionarios que actúan por órdenes del jefe del Poder Ejecutivo cuando se trata de la seguridad estadunidense.

La suspensión incluye el simulacro de ahogamiento, privación de medicamentos para lesiones, posiciones incómodas o dolorosas, acoso con luz o ruido, privación del sueño y hacer creer a los detenidos que son interrogados por representantes de otro gobierno.

La orden de la CIA se aplicará en todos los sitios donde los agentes del organismo interroguen a supuestos miembros de la red Al Qaeda, pero no incluye a la base militar estadunidense de Guantánamo, Cuba, donde cerca de 600 personas están presas por su presunta vinculación con las organizaciones Al Qaeda y el talibán.

La información sobre la orden de la CIA coincide con la petición del primer ministro de Turquía, Tayyip Erdogan, al presidente Bush de que permita a tres turcos detenidos en Guantánamo comparecer ante un tribunal civil.

La oficina de prensa del premier turco informó que Erdogan solicitó a Bush que si los tres turcos resultan inocentes se haga entonces todo lo necesario para su traslado a Turquía. Apenas el sábado, el diario londinense The Guardian publicó que el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, hizo una petición a Bush en el mismo sentido, pero respecto de prisioneros británicos.

En este contexto, el papa Juan Pablo II hizo un reclamo contra la práctica de la tortura en el mundo. Sin referirse a ningún caso específico, calificó esa práctica de "violación a los derechos humanos que no se puede tolerar", porque es incompatible con la dignidad del hombre. En mayo, Karol Wojtyla se pronunció contra las vejaciones a presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, en las afueras de Bagdad.

Dirigentes de Amnistía Internacional y de Human Rights Watch (HRW) se refirieron asimismo a las dificultades para contrarrestar la práctica de la tortura y las detenciones indiscriminadas.

En el Foro de las Culturas 2004, que se celebra en Barcelona, Wendy Patten, de HRW, afirmó que en Estados Unidos las detenciones de personas se llevan a cabo sin que el Poder Judicial pueda hacer algo, porque la administración Bush "se ha encargado de limitar su capacidad de acción". El caso más claro, agregó, es el del estadunidense José Padilla, arrestado en Chicago después de los atentados de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, quien ahora está bajo custodia militar y sin derecho a un abogado.