México D.F. Sábado 26 de junio de 2004
Acudieron escritores; los políticos enviaron flores
Cremaron ayer los restos de Mariana Frenk-Westheim
ANGEL VARGAS Y ARTURO JIMENEZ
Mariana Frenk-Westheim fue muy respetada y querida durante sus 106 años de vida.
En su funeral, efectuado en el transcurso de anteanoche y la tarde de este viernes en una agencia de Félix Cuevas, la capilla permaneció siempre saturada de familiares y amigos.
Centenas de flores, agrupadas en arreglos o en ramilletes, desbordaron la sala.
El espacio resultó insuficiente para depositar las varias coronas funerarias que fueron remitidas sobre todo por políticos y dependencias públicas o gobiernos de algunos estados.
Lo anterior fue una atención de la clase política nacional con el secretario de Salud de la administración foxista, Julio Frenk, nieto de la traductora y ensayista.
Unos cuantos fueron, sin embargo, los funcionarios que acudieron a dar el pésame de forma personal. La secretaria de Desarrollo Social y la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Josefina Vázquez Mota y Sari Bermúdez, se cuentan entre ellos.
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Aunque en menor medida que el jueves, también ayer asistieron a la funeraria representantes de la comunidad intelectual y artística a despedir a la creadora de origen alemán, cuyos restos fueron cremados por la tarde.
Uno de ellos fue el poeta Alí Chumacero, quien recordó afectuosamente a doña Mariana Frenk en su condición de persona, pero también ponderó sus aportes intelectuales a la cultura nacional.
''Mariana acertó en su relación con la literatura, con la literatura mexicana, al traducir precisamente un libro que es fundamental para nuestra historia literaria, un libro de Juan Rulfo. Su trabajo, quehacer, dedicación a hacer de ese libro un texto internacional tuvo éxito", dijo a este diario.
''El conocimiento de México, del español y del alemán, la hicieron ejecutar una obra que le dio una amplitud universal al trabajo del ecritor Juan Rulfo y que hizo que los lectores de todo el mundo supieran que había un gran escritor en el país."
Rubricó el poeta nayarita: ''Le debemos a Mariana Frenk muchas cosas, muchísimas, pero en mi gusto particular le debemos el haber dado a conocer una obra maestra de nuestras letras".
Mujer extraordinaria e indulgente
La escritora Margo Glantz, al igual que el crítico de arte Jorge Alberto Manrique, fueron otros de los personajes que asistieron al velorio.
La autora sostuvo que el fallecimiento de Mariana Frenk significa ''la muerte de México, en parte; porque vivió épocas fascinantes, maravillosas".
Recordó también el trabajo que la creadora hizo con la obra de Juan Rulfo al llevarla al alemán.
''Pero sobre todo -enfatizó Margo Glantz- Mariana Frenk-Westheim es una de las mujeres más extraordinarias que han existido en el mundo, de una inteligencia, sentido del humor, de una generosidad, de una memoria, de una cultura, de una indulgencia, como creo que no vuelven a darse en el mundo.
''Entonces, que haya muerto es una de las cosas más tristes que pueden habernos pasado", concluyó la autora de El rastro.
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