México D.F. Sábado 26 de junio de 2004
Recomienda crear "zonas de protección"
para las 50 variedades nativas de maíz
Abrir gradualmente las fronteras a transgénicos,
estudia la Semarnat
En 2004 se canalizarán $400 millones para conservar
200 mil hectáreas de bosques
México no puede dar la espalda a la biotecnología
ni a los productos transgénicos, por el contrario, debe buscar un
esquema de apertura "gradual" que dé entrada a estos productos,
pues hasta el momento "no se cuenta con estudios que demuestren que algún
organismo modificado genéticamente sea nocivo para las personas",
señaló Alberto Cárdenas Jiménez, titular de
la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Tras
afirmar que la contaminación de especies criollas por de maíz
transgénico en Oaxaca "es un hecho que nunca hemos negado", pero
descartó que exista la presencia de variedades contaminadas en Jalisco
y Puebla. Sin embargo, señaló la posibilidad de decretar
"zonas de protección" de las más de 50 razas de maíz
mexicano para evitar contaminaciones, por lo que insistió en la
necesidad de contar con una ley que permita trabajar adecuadamente con
la biotecnología y "convertir el cultivo de maíz en un emporio
en el país en el que se originó el grano".
Al presentar un balance de los avances en materia de medio
ambiente, aseguró que ante el tema de la biotecnología y
los productos transgénicos, México tiene tres caminos: "cerrarnos
completamente, implicaría dejar de importar 8 millones de toneladas
de maíz transgénico destinadas a la industria y al consumo
animal. Otra posibilidad es quedarnos sin una ley que nos dé certidumbre
jurídica, o asumir una apertura gradual cuando se haya garantizado
que los organismos modificados genéticamente no tienen un efecto
nocivo para la salud o el medio ambiente y se cuente con un marco normativo".
Durante su intervención en el cuarto Congreso Internacional
Diez años de Construir el Futuro, convocado por la Iniciativa para
la Administración del Medio Ambiente Global (GEMI, por sus siglas
en inglés), Cárdenas Jiménez afirmó que de
los 8 millones de hectáreas que se dedican al cultivo del maíz,
sólo 20 por ciento supera las 4.5 tonelas por hectárea, mientras
que 80 por ciento tiene una capacidad de producción inferior a 1.5
toneladas por hectárea.
Este sistema, aseguró, "no conviene a nadie, ni
al país ni a los productores ni a la tierra, ya que no es prudente
forzar a miles de campesinos a conformarse con esa producción, pues
si bien queremos que sigan cultivando maíz, como los tenemos ahora
nunca van a salir de la pobreza".
Por otra parte, al participar en un foro sobre pago de
servicios ambientales, el titular de la Semarnat destacó que este
año se canalizarán 400 millones de pesos para el pago por
servicios ambientales, con lo que se beneficiará a cerca de 200
mil hectáreas libres de explotación forestal, que sumadas
a las 127 mil hectáreas beneficiadas en 2003 sumarían más
de 300 mil en todo el país, con una inversión de 400 pesos
por hectárea.
En el encuentro, organizado por la Comisión Nacional
Forestal (Conafor), representantes del Banco Mundial y del gobierno de
Japón, se anunció un donativo de 9 millones de pesos para
el desarrollo de este programa, que impulsa acciones de desarrollo sustentable.
Al respecto, Manuel Reed Segobia, director general de
Conafor, destacó que en los próximas días iniciará
un proyecto experimental de reforestación, con el que se pretende
atender zonas de difícil acceso en las montañas, por lo que
se utilizará un proceso innovador de reforestación aérea,
con un costo aproximado de 8 millones de pesos en beneficio de 15 mil hectáreas
de bosques.
Por lo que respecta a las metas del programa de pago de
servicios ambientales, señaló que el objetivo es garantizar
la cobertura de más de 500 mil hectáreas para 2006, "lo que
nos convertiría en uno de los 10 países con mayor apoyo a
ejidatarios a escala mundial".
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