México D.F. Jueves 10 de junio de 2004
Nuevo México: censura a poetas adolescentes
Críticas a Bush y a la guerra en Irak desatan ola
represiva contra alumnos y profesores
Bill Hill*
Bill Nevins, profesor de preparatoria en Nuevo México
y amigo mío, fue despedido el año pasado y al mismo tiempo
se suspendieron para siempre las clases de poesía y el club de poesía
en la preparatoria de Río Rancho, Nuevo México. La acción
nada tuvo que ver con la obscenidad y en cambio sí, absolutamente,
con la política extremista.
El Equipo de Slam era un club de poetas adolescentes que
pidió a Nevins ser su asesor académico. Los muchachos, tímidos
en su mayoría, aprendieron a leer sus poemas en público.
El Equipo de Slam recibió acceso a la televisión de circuito
cerrado de la escuela una vez por semana, y los poetas florecieron.
En marzo de 2003, una adolescente llamada Courtney presentó
uno de sus poemas en público en una librería de la cadena
Barnes & Noble en Albuquerque, capital del estado, y luego lo leyó
en vivo en el canal de circuito cerrado de la escuela. Un enlace militar
y el director la acusaron de ser "antiestadunidense" porque criticó
la guerra en Irak y al gobierno de George W. Bush por no dar sustancia
a su política educativa, cuyo lema es: "Que ningún niño
se quede atrás".
La mamá de Courtney, también maestra en
la preparatoria, recibió la orden del director de destruir la poesía
de la niña. Como se negó, ahora está en riesgo de
perder el empleo.
Bill Nevins fue suspendido por no censurar las obras de
sus alumnos. Recuérdese que ninguno de los trabajos contenía
obscenidades. Posteriormente el director lo despidió.
Después de cesar a Nevins y suspender la enseñanza
y lectura de poesía, el director y el enlace militar leyeron un
poema que compusieron al alimón, y mientras leían iban izando
la bandera frente al plantel. Una vez que la enseña llegó
a lo alto del asta, el funcionario aplaudió la acción que
había emprendido en compañía del enlace militar. Luego
les gritó "¡Cállense la boca!" a todos los alumnos
y profesores que no compartían sus opiniones políticas.
Qué maravillosa lección dio a esos 3 mil
alumnos de la mayor escuela preparatoria pública de Nuevo México.
En su concepto, sólo ciertas opiniones deben ser permitidas.
Pero hay más. Se ordenó arrancar carteles
hechos por los alumnos, a pesar de que ninguno fue considerado obsceno.
Algunos eran satíricos, referentes a una política nacional
que nos llevó a la guerra. Los maestros de arte que rehusaron destruir
los carteles exhibidos en sus salones de clase no recibieron contrato para
regresar en el siguiente año lectivo.
El mensaje es claro. El pensamiento crítico, el
cuestionamiento de políticas públicas y la libertad de expresión
no se permiten a nadie que no comparta la manera de pensar del director
de la escuela.
El sindicato de maestros ha entablado una demanda contra
la institución, a la cual se ha sumado la Unión Nacional
de Escritores, con sede en la ciudad de Nueva York. La apoderada legal
de esta última asociación, Samantha Clark, vive y trabaja
en Albuquerque.
La Unión Estadunidense de Libertades Civiles se
ha convertido en el brazo jurídico de esta demanda, la cual se dirime
ante un juzgado federal.
Entre tanto, Nevins solicitó plaza de maestro en
otra escuela y se le ofreció el empleo, pero no puede tomarlo hasta
que el director de Río Rancho envíe sus credenciales a la
nueva escuela. El funcionario se ha negado a hacerlo, lo cual añade
un agravio más a la demanda, que está pendiente de fecha.
Mientras a los alumnos se les niegan clubes y clases de
poesía, Nevins trabaja en otra parte y escribe sus propios poemas.
* Reportero jubilado de The Daytona Beach News-Journal.
Reprinted with permission of The Daytona Beach News-Journal.
Traducción: Jorge Anaya
|