México D.F. Jueves 10 de junio de 2004
Los contratos que el instituto firmó
al respecto tienen "errores y omisiones", afirma
Guarderías concesionadas del IMSS ofrecen baja
calidad en servicio, señala el sindicato
PATRICIA MUÑOZ RIOS
Los
contratos que la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS) firmó en 2004 con los prestadores del servicio de guarderías
incurren en diversas violaciones laborales, tienen errores y omisiones
en la aplicación de normas en las estancias infantiles, además
de que reducen los costos de operación afectando la calidad del
servicio, los componentes de nutrición, salud y educación
que deben recibir los niños.
Información del Sindicato de Trabajadores del IMSS
apunta lo anterior y revela que la aplicación de los nuevos esquemas
de atención ha provocado la protesta de concesionarios, madres,
padres de familia y empleados de los centros de atención infantil.
Esto es porque los contratos, que inicialmente parecen
atractivos, ya que son a dos y tres años, cuando los anteriores
eran a 12 meses, reducen el horario de atención de nueve a siete
horas; modifican las dietas para los niños; reducen el número
de profesionales, como nutriólogos, educadores, médicos y
otros; establecen el cobro de tiempo adicional en las estancias, y bajan
la inversión mensual del IMSS sobre cada niño.
Incluso eliminan costos tan básicos como la aplicación
de exámenes bacteriológicos en laboratorios privados. Sin
embargo, a los concesionarios les aumentan 5.7 por ciento del presupuesto
respecto del otorgado el año pasado, de forma que convencen monetariamente
a los prestadores de servicios en guarderías subrogadas que aceptaron
estos nuevos contratos, señala la información.
Precisa que el sistema de guarderías aún
tiene más de 25 mil solicitudes de niños en lista de espera
para ingresar a una, y que bajo los nuevos contratos, aun cuando se les
dieron aparentemente más facilidades, a los prestadores de servicios
en realidad se les ató de manos para ampliar la infraestructura.
Sin embargo, el mayor daño se registra en lo que
se refiere a las implicaciones de estos contratos para las madres de familia,
ya que reducen el horario de atención, cuando no se reducen las
jornadas de trabajo. Además, al establecer menos exigencias de material
pedagógico y de personal, implican desembolsos económicos
para los padres de familia, así como deterioro en la calidad del
servicio que reciben los niños.
Para esta organización sindical, lo que pasa en
las guarderías del IMSS es una clara muestra de las políticas
que adoptan los gobiernos neoliberales, los cuales recortan presupuestos
al gasto social. De acuerdo con la ley, las madres trabajadoras tienen
derecho al servicio de guardería, pero con estas disposiciones tomadas
resulta difícil acceder a él, sobre todo porque, aun cuando
está normada la prestación del servicio, simplemente se aduce
que no hay cupo o bien se deben adaptar a los horarios, pese a que buena
parte de las mujeres que recurren a las guarderías son madres solteras
carentes del apoyo de una pareja para llevar o recoger a los hijos.
También indica que las guarderías subrogadas
y las vecinales surgieron cuando ese instituto abrió a la inversión
privada su sistema de cuidado infantil, con el propósito de que
con una cuota del IMSS pudieran construir o rentar locales y de esta manera
dar el servicio, que antes era de buena calidad.
Para ahorrar costos, la dirección del IMSS modificó
a partir de este año los contratos a los prestadores de servicios,
sin tomar en consideración todas las implicaciones sociales que
esta determinación tiene. Según advirtió esta organización,
la situación ejemplifica la mentalidad con la que se manejan los
servicios en esta administración y evidencia que no le importan
los derechohabientes ni los trabajadores.
Concluye que así es como las decisiones administrativas
que son tomadas por los altos mandos del Seguro Social afectan la imagen
del instituto y de los trabajadores, cuando se sujeta a las exigencias
económicas un servicio tan importante y fundamental como es el de
las guarderías.
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