México D.F. Jueves 10 de junio de 2004
Señalan la necesidad de regular la venta
de terrenos ejidales y comunales
Las cifras oficiales de acaparamiento de tierras no
son confiables: expertos
Advierten sobre los efectos negativos de las reformas
al artículo 27 constitucional
MATILDE PEREZ U.
A
12 años de la reforma al artículo 27 constitucional y leyes
secundarias, la visión gubernamental y campesina siguen distantes.
En el ciclo de mesas redondas El México agrario del siglo XXI,
representantes del sector gubernamental aseguraron que sólo
algunos aspectos del marco jurídico deben adecuarse y advirtieron
que la Ley Agraria no es la panacea para el desarrollo.
Con la representación de las 12 organizaciones
del Congreso Agrario Permanente, José Durán Vera, dirigente
de la Unión Democrática Campesina, apuntó que no existe
una evaluación objetiva del impacto del cambio agrario, ya que el
gobierno se ha negado sistemáticamente a realizarlo conjuntamente
con los campesinos organizados.
A los académicos les aclaró que no se puede
hacer una valoración con las cifras del gobierno, porque éstas
no comprenden las compras que, mediante presiones, han realizado grupos
de narcotraficantes en diversos estados del país, ni tampoco la
corrupción que prevalece en los tribunales agrarios, que ha derivado
en la compraventa ilegal y acaparamiento de la tierra.
Al iniciar, en la Universidad Autónoma de Chapingo
(UACh), el ciclo de las tres mesas redondas que organizaron la Comisión
de Reforma Agraria de la Cámara de Diputados y el Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México,
los investigadores de la UACh y de la Universidad Autónoma Metropolitana,
unidad Xochimilco, destacaron que no se ha cumplido el beneficio prometido
al campesinado.
La certificación y titulación de la propiedad
social (ejidos y comunidades) mediante el Procede "no mejora genéticamente
las plantas ni termina con las sequías ni hace abundante el financiamiento",
dijo Héctor Robles Berlanga, investigador de la UAM.
A los representantes del gobierno federal les recordó
que los ejidos son los garantes de la soberanía nacional, que el
campo es imprescindible para el desarrollo sustentable del país
y que deben reconocer la diversidad de los actores rurales, quienes requieren
una multiplicidad de tipos de reforma agraria.
En su balance en torno a la situación agraria de
la propiedad social, Robles Berlanga mencionó que a la fecha se
han vendido 80 millones de hectáreas, han desaparecido más
de 5 mil ejidos y 200 mil indígenas son propietarios privados, pero
la justicia no tiene términos de referencia claros respecto a la
autonomía del sector.
Además, añadió, las autoridades continúan
cometiendo errores al decir que la propiedad privada es más eficiente
que los ejidos. "Eso no corresponde a la realidad, pues en ambos se cultiva
80 por ciento de la producción de maíz y frijol; sólo
3 por ciento de ambos tipos de propiedad son tierras de riego y en ellas
predominan las superficies de monte y agostadero".
Juan Carlos Pérez Castañeda y Jesús
Morett Sánchez, investigadores de la UACh, sugirieron que se norme
la venta de terrenos ejidales y comunales en las regiones turísticas
y cercanas a los centros de desarrollo urbanos; que se actúe para
establecer un mercado equilibrado de terrenos; que se haga uso efectivo
de las tierras ociosas y se prohíba fraccionar las parcelas con
una superficie máxima de 5 hectáreas.
Los tres investigadores insistieron en que los títulos
de propiedad no terminan con la pobreza rural ni llevan los créditos
y apoyos técnicos requeridos por los campesinos. El gobierno, acotaron,
debe generar una política económica sustentable y considerar
en ella a los propietarios de la tierra.
Antes, el director del Registro Nacional Agrario (RAN),
Abelardo Escobar Prieto, mencionó que mientras no haya seguridad
jurídica en la tenencia de la tierra será difícil
que al campo lleguen "cuantiosas inversiones".
Para ejemplificar la importancia del Procede comentó
que el ejido Venta Prieta, de Pachuca, Hidalgo, aceptó el programa
y logró que el desarrollo de la plaza comercial de la zona, con
grandes almacenes y hoteles de cinco estrellas, sea de su propiedad; ejidos
del municipio Benito Juárez, Quintana Roo, tienen un desarrollo
inmobiliario y en Huixquilucan, estado de México, el ejido colindante
con Interlomas tiene un desarrollo urbano. "Sí, son pocos los proyectos,
pero la reforma agraria ha logrado avances", sostuvo.
Consideró que el debate en torno a la reforma agraria
debe centrarse en si el marco normativo es suficientemente moderno y dinámico
para atraer el desarrollo. Planteó que habría que revisar
los mecanismos de promoción y apoyo para que los campesinos dejen
de emigrar.
El subsecretario de Ordenamiento de la Propiedad Rural,
Gilberto Hershberger Reyes, destacó que los cambios al artículo
27 constitucional y leyes secundarias no serán la panacea para lograr
el desarrollo campesino. Agregó que deben considerarse los dos escenarios
que hay en el agro: el sector pujante y creciente, y el social, que sigue
en la pobreza. "Las mejoras requieren llegar a ese México profundo",
expresó.
Al acto de apertura asistieron el titular de la Secretaría
de la Reforma Agraria, Florencio Salazar Adame, y el coordinador de los
diputados del PRI, Emilio Chuayfett.
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