El juzgado 13 de distrito se basa en declaración de otro testigo, que ni lo cita por nombre

Exculpado en febrero, Carlos Almada encara nueva orden de aprehensión por el Pemexgate

ALFREDO MENDEZ ORTIZ

A pesar de que el pasado 27 de febrero un tribunal colegiado consideró que no hay evidencia jurídica para comprobar que el ex vocero presidencial Carlos Almada López participara en el desvío de 500 millones de pesos derivados del Pemexgate, cuatro semanas después el juzgado decimotercero de distrito en materia penal giró en su contra una nueva orden de aprehensión por su presunta responsabilidad en el delito de peculado electoral.

La juez decimotercera, del Reclusorio Sur, Silvia Estrever, ordenó la captura de Almada el pasado 27 de marzo. Lo único que hizo la impartidora de justicia fue cambiar al testigo de cargo en el cual se fundamenta la acción punible.

Según fuentes judiciales, el juzgado decimotercero de distrito (hasta febrero pasado el titular de ese órgano jurisdiccional fue José Luis Moya Flores, quien dejó el cargo para presentar un examen y ascender a magistrado de circuito) libró por primera vez en 2002 la orden de aprehensión contra Almada, con base en el testimonio de Alonso Veraza, un ex trabajador del PRI quien supuestamente fue obligado por la cúpula del partido a recoger parte de los 500 millones de pesos que llegaron al tricolor durante la campaña electoral de Francisco Labastida, en junio de 2000, canalizados por el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) luego de recibir préstamos de Petróleos Mexicanos (Pemex).

No obstante, el décimo tribunal colegiado consideró en su resolución del 27 de febrero que la declaración de Veraza no era suficiente para sustentar la acusación de que Almada -de quien se desconoce su paradero desde octubre de 2002- participó en el desvío de recursos públicos, y por ello le concedió un amparo "para efectos" al ex vocero presidencial.

De esta forma, la juez Estrever libró una segunda orden de aprehensión (el pasado 27 de marzo) contra el ahora prófugo de la justicia, pero en lugar de tomar como testigo de cargo a Veraza, utilizó la declaración de Andrés Heredia Jiménez, otro ex trabajador del PRI, cuyo jefe directo fue Almada durante las elecciones presidenciales de 2000.

No hay imputación directa

Este declarante, en que se sustenta ahora el cargo penal contra el ex vocero presidencial, en ningún momento mencionó el nombre completo del indiciado, sólo refiere: "tengo entendido que varios dirigentes del PRI sabían que el dinero provenía de Pemex, entre ellos un tal Carlos..."

De los cuatro priístas implicados en el Pemexgate (los otros son Jorge Cárdenas Elizondo, Joel Hortiales Pacheco y Alonso Bretón), Almada es el de mayor perfil público, y el que, de acuerdo con los tres testigos protegidos por el Ministerio Público Federal (Melitón Cázarez, Andrés Heredia y Alonzo Veraza), menos involucrado estuvo en el desvío millonario.

En todo el expediente consignado por la Procuraduría General de la República (PGR) al juzgado decimotercero de distrito no hay un solo testigo que haga una imputación directa contra Almada, quien únicamente fue mencionado incidentalmente porque en 2000 era secretario de Elecciones del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor, indicaron los informantes que tienen acceso a los expedientes del Pemexgate.

La defensa de Almada, según las mismas fuentes, ya presentó un recurso de inconformidad contra la resolución de la juzgadora, mismo que está en trámite en el décimo tribunal colegiado en materia penal. El argumento del quejoso es que cuando el órgano jurisdiccional le concedió el amparo para efectos, supuestamente excluyó la versión de cualquiera de los tres testigos protegidos de la PGR como prueba de cargo para fundar la orden de captura contra Almada.

En caso de que el tribunal colegiado le dé la razón al quejoso, obligaría a la juzgadora a resolver el asunto (determinar si libra orden de aprehensión contra el indiciado) pero sin tomar en cuenta como prueba de cargo a los testigos protegidos.

Originario de Guasave, Sinaloa, Almada cumple 53 años en agosto. Antes de ser vocero del ex presidente Ernesto Zedillo, fue oficial mayor en la Secretaría de Energía y director del Registro Federal de Electores. Al término de su labor de casi dos años en Los Pinos, fue embajador en Portugal, de 1997 a 1999.