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México D.F. Viernes 4 de junio de 2004
TLALNEPANTLA: PERSECUCION DE MENORES
El
alcalde de Tlalnepantla, el panista Ulises Ramírez, anunció
ayer que el próximo viernes iniciará en ese municipio mexiquense
un operativo policiaco de toque de queda, en el contexto del cual los menores
de 18 años que sean sorprendidos en las calles serán capturados
y retenidos en la comisaría municipal en tanto "sus padres o tutores"
no vayan a recogerlos. El edil agregó que las detenciones se realizarán
también a sexoservidores -sean o no mayores de edad, cabe suponer-
y a quienes "no justifiquen su estancia en la vía pública".
El alcalde Ramírez fue transparente al exponer
los motivos populistas de la medida: "Tenemos una reducción de 25
por ciento en los delitos", pero "la gente no lo ha sentido" y "por eso
quiero que vean que estamos tomando acciones concretas para reducir la
delincuencia". No se trata, pues, de resolver un problema, sino de mejorar
la percepción social del desempeño de la autoridad municipal,
y como "la ciudadanía me ha pedido acciones concretas para desalentar
la delincuencia", el edil realiza la "acción concreta" de acabar
con la vigencia de las garantías individuales en la demarcación
que gobierna.
Lo más escandaloso y ofensivo de la determinación
municipal referida es, en efecto, el evidente desconocimiento por el presidente
municipal de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, varios de cuyos preceptos resultarían atropellados de
concretarse el "toque de queda": la prohibición de discriminar por
motivos de edad (artículo primero), la obligación del Estado
de promover el respeto a la dignidad de la niñez y al ejercicio
de sus derechos (artículo cuarto), la prohibición de impedir
a cualquier persona el libre ejercicio de "la profesión, industria,
comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos (artículo
quinto), la garantía de asociación y reunión pacíficas
(artículo noveno), el derecho al libre tránsito (artículo
11), así como el artículo 29, que establece las circunstancias
y las condiciones en las cuales podrá suspenderse temporalmente
las garantías.
Más allá de su carácter anticonstitucional,
el "toque de queda" anunciado por el edil de Tlalnepantla se traduciría,
de aplicarse, en un descalabro mayúsculo para la economía,
habida cuenta que cientos de miles de personas -menores de edad o no- que
residen en el municipio o transitan por él, terminan su turno laboral
después de las 10 de la noche o trabajan en horario nocturno.
En otro sentido, la iniciativa, lejos de traducirse en
una reducción de la delincuencia, daría manga ancha a los
agentes policiales para la extorsión, las detenciones ilegales y
el atropello discrecional contra cualquier persona que, por la razón
que sea, se encuentre en la calle por las noches.
En suma, el "toque de queda" urdido por Ulises Ramírez
constituye una cabal expresión de la mentalidad superficial, arbitraria
y moralina del panismo autoritario, y retrata claramente la ignorancia
legal y la pasmosa ineptitud para gobernar de una derecha pretendidamente
moderna y partidaria "del cambio".
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