México D.F. Viernes 4 de junio de 2004
Se abrió la muestra de Gonzalo Rocha
en Casa Lamm
El grabado, espacio para experimentar
MERRY MAC MASTERS
Al grabado le sucede lo que a todos los medios que en
su momento fueron el último grito de la tecnología: cuando
dejan de serlo se convierten en un espacio para el experimento y el arte.
Lo
anterior fue expresado por Gonzalo Rocha, caricaturista de La Jornada,
quien inauguró la noche del miércoles su exposición
La tauromaja en Casa Lamm (Alvaro Obregón 99, colonia Roma),
en la que buena parte de las obras fueron hechas con la técnica
del aguafuerte.
Rocha usa el ejemplo del fonógrafo: ''Cuánto
tiempo usamos los tocadiscos, que hoy día es un instrumento para
los raperos y los dijéis. Eso es lo mágico de esas
cosas. Uno se mete con un artefacto viejo para darle un uso diferente al
que tuvo en su momento".
El encuentro de Rocha con el grabado se remonta a 18 años:
''Aprendí a hacer grabado con Sergio Arau. Primero le ayudé
a entintar. Después nos asociamos, es decir, compraba el papel,
mientras Sergio tenía las placas y los químicos. Eran trabajos
más ligados a la caricatura, pero se me quedó la idea de
seguir con el grabado".
Los grabados de La tauromaja nacieron del hecho
que Rocha ya había trabajado el tema en dibujo, pero no hallaba
''cómo culminarlo bien".
Eso de que ''tienes cuatro cuadros, pero ya no quieres
otros tantos iguales. Con el grabado, en cambio, rencontré lo que
quise. Me gusta mucho jugar con esto de que se le pierde a uno el tema.
Eso nos cuesta mucho trabajo a los caricaturistas por ser muy narrativos.
De repente inmiscuirte nada más con las texturas, los ácidos,
hasta atacar la placa directamente, esas son de las cosas que me siguen
motivando.
Con motivo de la exposición, el poeta Hugo Gutiérrez
Vega escribió: ''Veamos a Rocha jugar con su bestiario y armonizarlo
con la belleza femenina de las majas y las europas raptadas por una de
las corporizaciones más hermosas del incansable padre de los dioses.
El cuerpo femenino se enmarca en el violento capote y el toro olfatea y
desea a la mujer eterna. Rocha ha logrado matices finísimos para
describir tanto la figura como la tensión espiritual de la portentosa
bestia".
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