México D.F. Viernes 4 de junio de 2004
La pobreza rural no se puede combatir con trabajos
aislados, señala
FAO: las acciones de la Alianza para el Campo son inadecuadas
El análisis indica que la ayuda llega tarde,
crea incertidumbre e impide la planeación
MATILDE PEREZ U.
Los apoyos otorgados a productores mediante el programa
Alianza para el Campo son inadecuados, además de que la pobreza
rural no se puede reducir basándose en acciones aisladas para acrecentar
la productividad sin tomar en cuenta otras rubros, como la educación,
el apoyo tecnológico, el financiamiento y un plan específico
para solucionar la marginalidad de los pequeños productores, asentó
la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) en un estudio de evaluación.
Considerado
uno de los programas clave para elevar la producción agropecuaria,
Alianza para el Campo contiene, de acuerdo con el análisis de la
FAO, apoyos inadecuados para los productores comerciales, desde los medianos
hasta los pequeños, y sus políticas económicas no
favorecen la adopción de tecnologías más eficientes.
Mientras los apoyos para los agricultores comerciales
medianos y grandes son una fuente de fondos líquidos, pero no un
incentivo a la inversión, para los del sector social son pequeños,
aislados e insuficientes para resolver sus problemas de marginación.
Por ello, según la organización internacional, Alianza para
el Campo requiere una profunda restructuración y adecuarse a las
nuevas dinámicas socioeconómicas.
También recomendó cambios en las reglas
de asignación de los recursos para eliminar la incertidumbre que
reduce el impacto de Alianza para el Campo. Otros de los problemas a resolver
para que los apoyos resulten efectivos son: adopción de tecnologías
más productivas, otorgamiento de créditos, fortalecer los
derechos de propiedad y revisar los ajustes que se han realizado a las
estructuras productivas en respuesta al incremento de la competencia extranjera.
"El apoyo, por lo general llega tarde, no se ajusta a
los ciclos agrícolas y el tiempo de espera es largo. Ese estado
de incertidumbre impide la planeación de la producción y
encarece los costos financieros, lo cual retarda o evita la inversión".
Además, la mitad de los recursos de los programas
de Alianza para el Campo se concentran en los productores de ocho estados:
Sonora, Sinaloa, Zacatecas, Jalisco, Guanajuato, Veracruz, Tamaulipas e
Hidalgo, y se destinan principalmente a los productores poseedores de 10
o más hectáreas, cuando 75 por ciento de la población
rural es pobre y 50 por ciento está en extrema pobreza.
|