México D.F. Jueves 3 de junio de 2004
Favorecer a las empresas de Ahumada, el objetivo
Tejió Flores intrincada red de corrupción
en la GAM
Respondería a compromisos contraídos durante
su campaña
RAUL LLANOS SAMANIEGO
Para cumplir con los compromisos establecidos con Carlos
Ahumada Kurtz, el jefe delegacional de Gustavo A. Madero, Octavio Flores
Millán, tejió una intrincada red de funcionarios relacionados
directamente con el empresario argentino, por medio de la cual se lograría
que los recursos públicos fluyeran libremente de las arcas delegacionales
a las empresas del Grupo Quart.
Así
lo revelan los oficios y nombramientos extendidos por el actual titular
de la demarcación desde que asumió el cargo -en octubre de
2003- y el contenido de las denuncias penales iniciadas por el área
jurídica de la GAM en enero de 2004, por el fraude de 31 millones
de pesos, cuyas copias de los documentos están en poder de La
Jornada.
La red así diseñada empezó a operar
formalmente el 16 de noviembre, cuando Flores Millán, mediante el
oficio JDGAM/192/03, designó a Luis Salazar Cano como director de
Recursos Financieros, y éste a su vez nombró -con el aval
de Octavio Flores- a Martha Delgado Arroyo como subdirectora de Planeación,
Programación y Presupuesto.
Estos últimos fueron los que echaron a andar la
maquinaria burocrática para sacar un primer pago de 31 millones
de pesos en favor de las empresas del Grupo Quart, sin que mediara contrato
u obra alguna, pero como había la complicidad de funcionarios de
la Secretaría de Finanzas, incluido su titular, Gustavo Ponce, no
hubo objeción alguna.
Así empezó a traducirse el apoyo que Ahumada
le brindó a Flores Millán durante su campaña, pues
a decir del empresario argentino, tiene documentos firmados por este funcionario
donde se precisa que le otorgó poco más de 2 millones de
pesos.
Esos mismos compromisos influyeron para que el delegado
maderense hiciera caso omiso de las recomendaciones que le hizo la Contraloría
General del Distrito Federal para que no contratara a Salazar ni Arroyo,
pues estaban sujetos a investigación por diversas anomalías
supuestamente cometidas en Alvaro Obregón y Tláhuac.
Informes internos de la Contraloría General y de
la delegación Gustavo A. Madero revelan, además, que Octavio
Flores, en el ánimo de responder a los apoyos de Ahumada, "observó
una tendencia por contratar a servidores públicos provenientes de
esas dos demarcaciones -donde Carlos Ahumada sentó sus reales- y
los ubicó en las áreas de obras, administración y
finanzas".
Ejemplos de ello son Elvia Ordóñez Marichi,
Sergio Francisco Cedillo Miranda, Oscar Rafael Robles Soto y Federico Camarillo
Romero, quienes en su mayoría ya han sido inhabilitados o se encuentran
en proceso de sanción por la Contraloría General del DF.
En este caso también el funcionario desoyó las recomendaciones
previas de la Contraloría para no contratarlos.
Una de las contrataciones que hizo Octavio Flores, y que
generó mucha inconformidad, fue la de Miguel Flores Mera -ex funcionario
en Alvaro Obregón-, a quien designó como director de Infraestructura
Urbana. El encabezaría un grupo de servidores públicos que
ayudarían a triangular los contratos de desazolve y rencarpetado
asfáltico en favor de las empresas de Quart. El otro grupo lo dirigiría
Luis Salazar, responsable de gestionar ante la Secretaría de Finanzas
los pagos de las "obras fantasmas".
Según las autoridades capitalinas, Felipe Parra
Sámano fue designado coordinador de asesores y sería quien
coordinaría esos dos grupos y reportaría directamente a Flores
Millán. Parra -a decir de fuentes consultadas- provenía de
la Fiscalía de Delitos del Pasado de la PGR "y presumía una
larga amistad con Carlos Javier Vega Memije, subprocurador de esa dependencia".
Asimismo, Miguel Flores y Felipe Parra concentraron atribuciones
y funciones que contravenían los manuales de administración
y procedimientos, y la integración de subcomités". Así
por ejemplo, el 17 de noviembre de 2003 instruye, por vía del oficio
DGAM/189/2003, al director general de Servicios Urbanos, para que uno de
sus subalternos, Miguel Flores, director de área, sea quien autorice
"todo proceso de adjudicación y contratación en sus diversas
modalidades".
A Parra Sámano, el delegado también lo autoriza
a expedir la circular DGAM/CA/044/03 en la que se puntualiza que cualquier
tipo de contratación deberá ser previamente sancionado por
él, en su calidad de coordinador de asesores, anulando la facultad
y atribución que otorga la Ley de Adquisiciones y su subcomité
correspondiente, entregando a una sola persona el poder de designar a los
proveedores de bienes y servicios.
Cuando el escándalo de los videos estalla, el primero
de marzo empiezan las renuncias en cascada, incluida la solicitud de licencia
del mismo Octavio Flores, quien posteriormente retomaría abruptamente
el cargo.
Por lo pronto, las investigaciones de la PGJDF y de la
Contraloría General del DF siguen su curso.
|