México D.F. Jueves 3 de junio de 2004
Pide a empresarios "solidaridad" ante el hambre
en Argentina
Policías despedidos, tras la ola delictiva en
Buenos Aires: Kirchner
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 2 de junio. El presidente argentino,
Néstor Kirchner, advirtió hoy que la ola delictiva de los
últimos días en esta capital sería la respuesta de
sectores desplazados de sus cargos (en las fuerzas policiales) tratando
de crear sicosis en la sociedad con fines de desestabilización.
El mandatario hizo referencia así a la serie de
asaltos, algunos tipo "comandos" que han ocurrido en esta capital en edificios,
restaurantes y otros. Recientemente después de asaltar un restaurante
los delincuentes dejaron como "firma" una gorra de las que usa la policía
bonaerense, de donde han sido desplazados más de 300 jefes y oficiales
desde que comenzó una fuerte purga por corrupción, asesinatos
y torturas en esa institución.
El
pasado 7 de mayo, en lo que se llamó aquí "la mayor cirugía
de la historia" en la policía federal, 107 altos oficiales fueron
pasados a retiro y se eliminaron varias superintendencias, nichos del burocratismo
y la formación de liderazgos proclives a la corrupción. La
conexión de algunos policías con entidades mafiosas locales
y externas es el mayor peligro que entrañan estos desplazamientos.
El presidente habló del tema ante los miembros
de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), cuyo presidente Luis
Pagani expresó el apoyo de la misma a las negociaciones del gobierno
con los bonistas, por la deuda en default (en mora) y las nuevas
propuestas anunciadas en las últimas horas. Kirchner dijo que la
propuesta que ayer presentó el ministro de Economía, Roberto
Lavagna, es "nuestra última oferta" y solicitó a los empresarios
solidaridad ante el "hambre de los argentinos" en momentos en que su gobierno
trata de llevar adelante un "proyecto nacional inclusivo":
Hay indicios de que la ola delictiva es en realidad una
acción bien organizada -como otras veces ha sucedido- cuando se
intenta sanear a la institución policial. "No tengo ninguna duda
que hay algunos sectores interesados y desplazados de los lugares que tenían,
que están ayudando a crear una situación de sicosis en la
sociedad, porque evidentemente trabajan para desestabilizar", dijo el mandatario.
Hoy también el ministro del Interior, Aníbal
Fernández, analizó que nada de lo que está sucediendo
parece casual, en referencia a los asaltos tipo comando.
A esto se agregó que en las últimas horas
se determinó que un incendio en una terminal de trenes, privatizados
en la administración del ex presidente Carlos Menem, fue intencional,
después que el gobierno advirtió a la empresa que administra
el ferrocarril que deberá invertir para asegurar el servicio a la
población, que viaja en condiciones infrahumanas.
El Ejecutivo podría terminar con la concesión
a la empresa, que ha estado subsidiada como otro de los escándalos
de las privatizaciones de los años 90.
En tanto, no amainan las protestas, especialmente ahora
para solicitar la rebaja de la cuota social del precio del gas, o en otros
casos por la necesidad de que el gobierno aporte leña o gas a los
más pobres, los más amenazados ante la crisis energética.
Unos 10 mil afiliados a la Unión de Personal Civil
de la Nación, (UPCN) que está bajo la dirección de
sindicalistas ligados Menem, realizaron hoy una manifestación en
demanda de que el aumento que el gobierno les otorgó recientemente
sea extendido a otros estatales provinciales y municipales.
En tanto, el próximo 5 de junio comienza una semana
de alerta contra la judicialización de la protesta social. En ese
contexto el presidente está encerrado en una tenaza. Desde la derecha,
que conspira casi abiertamente, se le exige la represión de los
piqueteros (desocupados). En tanto, en el ahora fraccionado Movimiento
Piquetero hay algunas corrientes que preocupan al gobierno por lo que llaman
acciones "provocativas", y otros que continúan su forma de protesta,
en términos mucho más acotados.
Desde los organismos humanitarios se solicita al ejecutivo
que se acaben los más de 3 mil procesos contra piqueteros
y trabajadores -procesados por cortes de rutas y calles- la mayoría
heredados de los gobiernos anteriores y que amenazan a varios dirigentes.
Esta forma de protesta social tuvo su auge a finales de
los años 90 como el único camino que encontraron millones
de desocupados argentinos, víctimas del modelo neoliberal "sin anestesia"
implantado en la década pasada.
En otro orden, organismos humanitarios y personalidades
confluyeron para solicitar a los legisladores que no aprueben el envío
de tropas a Haití, a pedido de la Organización de Naciones
Unidas. El Centro de Militares para la Democracia Argentina manifestó
su total desacuerdo ante el posible envío de tropas a Haití
(unos 500 efectivos) considerando que dentro de este tipo de misiones:
cuidar la paz, hacer la paz e imponer la paz, ninguno cabe en el conflicto
de Haití.
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