México D.F. Lunes 31 de mayo de 2004
José Cueli
Zotoluco herido de la mano
Los toros de Valdepresno, al igual que la mayoría de los lidiados en la feria de San Isidro en Madrid, fueron blandengues, mansos, descastados y de contra, a diferencia del resto de los lidiados, mal presentados y feos. Con estos toros se presentó la temporada madrileña. Enrique Ponce, entre músicas lejanas, movedizas.
Presionado fuertemente toda la tarde por el famoso tendido siete, el diestro valenciano se impuso a los asoleados y sacudió la Monumental de las Ventas. En ocasiones con su torear balletista, luminoso, de airear de palmeras que enfurecía a los del siete, en otras con un toreo hondo y lleno de torería que convenció a todos. Como de costumbre sus faenas fueron larguísimas y estuvo mal con la espada.
Enrique Ponce llegó a Madrid a dar cátedra de la maestría que posee y día a día, enriquece. Don Antonio Lorea en su crónica en el diario El País, dice: "a los toros de Valdefresno que lidió los enseñó a embestir en una perfecta demostración de conocimiento. Dos redondos y un cambio de manos resultaron extraordinarios. No siempre se colocó en el sitio de la verdad y los pases eran desiguales. Pero el torero hizo al toro y emocionó con un trincherazo de casrtel y unos ayudados por bajo, largos y de enorme calidad. Todo esto al toro más feo de la feria".
Por otra parte, El Zotoluco se enfrentó ayer a los toros del Conde de la Corte en su debut en la temporada. Salvo uno de encastada nobleza que correspondió a Martínez Vara, los demás repitieron el comportamiento que ha sido norma en el ciclo isidril. Zotoluco lidió un segundo toro cinqueño que pesó 637 kilos y sembró el temor en el ruedo y le infirió un puntazo de 10 centímetros en la mano izquierda al rematar una tanda de naturales. Zotoluco, como siempre, estuvo valiente a carta cabal y lo despachó de gran estocada y salió al tercio. Habrá que esperar hasta el jueves su desquite con los Miuras.
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