México D.F. Lunes 31 de mayo de 2004
Abren camino para juzgar a otros ex represores
Más pruebas de que FBI y CIA apoyaron la Operación
Cóndor
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 30 de mayo. En la larga y dolorosa
batalla contra la impunidad por los crímenes de lesa humanidad cometidos
al amparo de la Operación Cóndor, se encontró
en documentos desclasificados en años recientes que la Oficina Federal
de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos ayudó al ex dictador
chileno Augusto Pinochet a capturar en Paraguay y trasladar al dirigente
Jorge Isaac Fuentes Alarcón. En ese país sufrió terribles
torturas y posteriormente fue entregado a autoridades de Chile. Testimonios
de víctimas que estuvieron en campos de detención chilenos,
que afirman que Fuentes Alarcón fue torturado hasta morir, conforman
uno de los documentos más sobrecogedores sobre aquellos años.
Asimismo, se estableció que miembros de los servicios
de inteligencia de Estados Unidos prometieron a integrantes de la Operación
Cóndor vigilar y enviar datos sobre disidentes latinoamericanos
radicados en territorio estadunidense. Los documentos muestran que la mayoría
de los crímenes -en el contexto de dicho plan- fueron cometidos
cuando Henry Kissinger era secretario de Estado, así como los encuentros
de éste con Pinochet, en funciones de coordinación.
Un memorándum secreto, desclasificado en 1999,
revela detalles de un encuentro en Santiago, precisamente cuando el ex
secretario estadunidense iba a tratar el tema de los derechos humanos en
la Organización de Estados Americanos, que no deja lugar a dudas
sobre la complicidad y el mandato para ejecutar las temibles acciones.
Otro documento reveló que en 1978 el entonces embajador
de Estados Unidos en Paraguay, Robert White, informaba sobre una reunión
con el jefe de las fuerzas armadas paraguayas, el general Alejandro Fretes
Dávalos, quien identificó una base militar estadunidense
del Comando Sur en la zona del Canal de Panamá como el lugar donde
funcionaba un centro de comunicaciones internacionales para el Cóndor,
que estaba bajo severa protección. Según Fretes Dávalos,
los jefes de los servicios de inteligencia de Argentina, Bolivia, Brasil,
Chile, Paraguay y Uruguay utilizaban "un sistema codificado dentro de la
red de telecomunicaciones del gobierno de Estados Unidos" que permitía
distribuir y coordinar información de inteligencia en toda América
Latina. Este acuerdo preocupó a White, porque no entendía
que favoreciera los intereses estadunidenses.
También J. Patrice McSherry, de la Long Island
University, investigadora sobre la Operación Cóndor,
encontró información que evidenciaba la implicación
de oficiales de las fuerzas armadas y de inteligencia de Estados Unidos
asistiendo y colaborando "como socio o patrocinador secreto" de ese siniestro
plan de muerte.
Según McSherry, "varios documentos recién
desclasificados demuestran que oficiales militares y de inteligencia de
Estados Unidos consideraron el Cóndor como organización
'contraterrorista' legítima", destacando que la base de Panamá,
que también albergó la Escuela de las Américas, fue
el centro de planificación y operaciones contrainsurgentes hemisféricas
durante los años 70".
En la causa por el asesinato del general Prats en Buenos
Aires existen por lo menos 20 documentos relacionados con el papel de la
CIA en esa acción criminal. Ante la jueza argentina María
Servini de Cubría, quien investigó ese homicidio, el general
Manuel Contreras, quien dijo que trabajó para la CIA entre 1974
y 1977, acusó a sus jefes estadunidenses de haber asesinado a Prats
y a su esposa con el apoyo de la Alianza Anticomunista Argentina, lo cual
surge en otros documentos.
Lo cierto es que todas las revelaciones sobre la Operación
Cóndor, especialmente desde que se descubrieron los archivos
en Paraguay que permitieron activar varias causas, abren camino para juzgar
a un grupo de criminales y a sus jefes y para conocer la verdad sobre esa
historia de crimen en América Latina.
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