México D.F. Lunes 31 de mayo de 2004
La Casa Blanca guarda silencio; senador republicano
responsabiliza al gobierno saudita
Siria, Egipto y naciones del Golfo condenan los atentados
en Jobar
Los actos de Al Qaeda, contrarios al Islam, sostiene
el grupo radical Hermanos Musulmanes
AFP, REUTERS, THE INDEPENDENT Y EFE
El
Cairo, 30 de mayo. Siria, Egipto, las naciones del Golfo, así
como la organización radical Hermanos Musulmanes repudiaron hoy
los ataques perpetrados este fin de semana por un comando vinculado con
el grupo Al Qaeda en el centro petrolero saudita de Jobar.
En Damasco, el ministro de Información, Ahmad al
Hasan, afirmó que "Siria está junto a Arabia en su lucha
contra estos actos terroristas que tienen como objetivo dañar la
seguridad y la estabilidad" del reino.
Siria, país considerado por Estados Unidos promotor
del terrorismo, fue blanco de atentados el pasado 27 de abril. En esa ocasión,
un comando de varios hombres armados y encapuchados disparó con
lanzacohetes contra un edificio antiguamente utilizado por la Organización
de Naciones Unidas (ONU) en Damasco e hizo estallar un coche bomba en una
zona de la capital siria donde se encuentran las embajadas de Gran Bretaña,
Canadá, Irán y Arabia Saudita, que resultaron sin daños.
Por su lado, el canciller egipcio, Ahmed Maher, llamó
por teléfono a su par saudita Saud al Faisal para "expresar la condena
de Egipto a este acto terrorista que le costó la vida a varios civiles
inocentes, entre ellos a un niño egipcio".
Maher "subrayó la necesidad de un frente común
para poner fin a las actividades terroristas cuyo fin es romper la estabilidad
y la seguridad, y aterrorizar a inocentes".
En un sorpresivo comunicado, la organización de
los Hermanos Musulmanes de Egipto, principal partido de oposición,
y el movimiento político islámico más antiguo del
mundo árabe, también criticó los ataques que calificó
de "crimen abominable".
El guía supremo de la Hermandad, Mohamed Mhedi
Akef, afirmó en un comunicado: "estimamos que este acto se contrapone
a los preceptos del Islam en donde es una obligación preservar la
vida y los bienes de las personas".
El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que
agrupa a los Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Qatar, Omán, Bahrein,
además de Arabia Saudita, también expresó su solidaridad
con Riad. "El CCG denuncia estos actos y aporta su respaldo a Arabia Saudita
para todas las medidas que inicie para enfrentar al terrorismo".
El CCG, cuyo secretariado general tiene su sede en Riad,
acusó a los autores del ataque en Jobar de ser "una minoría
de intrusos, sin lazos con el Islam".
En Abu Dhabi el viceprimer ministro y ministro de Relaciones
Exteriores de los Emiratos, jeque Hamadan Ben Zayed al Nahyan, citado por
la agencia oficial Wam, expresó la "solidaridad de su país
con Riad".
El
ataque también fue condenado por Kuwait y Qatar. "Condenamos firmemente
los ataques contra Arabia, y todo ataque contra un país del CCG
es un ataque contra Kuwait", declaró a la prensa el ministro de
Interior, Nawaf al Ahmed al Sabah.
En Doha un responsable de la cancillería qatarí
"condenó los ataques criminales en Arabia Saudita, y la toma de
rehenes por ser actos terroristas contrarios al Islam".
El Consejo de Ministros de Bahrein, reunido en Manama,
"condenó los actos terroristas innobles", y afirmó que "permanecerá
junto a Arabia Saudita... que cumple un papel central para mantener la
seguridad y la estabilidad en la región".
Teme GB nuevos ataques
En Londres, la cancillería británica expresó
su temor ante "nuevos ataques terroristas" en Arabia Saudita, por lo que
pidió a sus connacionales que eviten viajar a ese país, aunque
no ha pedido a los miles de nacionales que allí residen que abandonen
el reino.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, lamentó
la muerte de un compatriota en el edificio El Oasis de Jobar a manos del
comando de Al Qaeda, y reiteró el compromiso de su gobierno en la
lucha contra el terrorismo.
Berlusconi aseguró que no es nuevo comprobar que
"los terroristas" ataquen países árabes "que miran a Occidente
como amigo y que siguen su estilo de vida".
A su vez, la Casa Blanca guardó silencio y en la
única reacción a los ataques de este fin de semana generada
en Washington, el senador republicano Richard Lugar, presidente del Comité
de Relaciones Exteriores, responsabilizó al gobierno saudita por
la ola de violencia política que se vive en el reino. "Fundamentalmente,
el problema es que el gobierno saudita financia las escuelas coránicas",
declaró Lugar a la cadena de televisión Fox News.
"De esas escuelas salen jóvenes que se integran
a las organizaciones militantes y no prestan atención a las relaciones
saudita estadunidenses", agregó el senador republicano, quien estimó
que la red Al Qaeda y los grupos afines "tratan de romper la relación
petrolera con Estados Unidos".
Lugar señaló que la industria petrolera
saudita está basada en el trabajo de extranjeros, por lo que "los
llamados de algunos gobiernos a que sus ciudadanos abandonen Arabia Saudita
pueden tener graves consecuencias".
El ministro saudita del Petróleo, Ali al Naimi,
reiteró el sábado por la noche que su gobierno incrementará
la producción de crudo en las próximas semanas hasta situarla
en 9 millones 700 mil barriles diarios para contener el alza de precios
que, se estima, tendrá lugar este lunes.
Nail Al-Joubeir, vocero de la embajada de Arabia Saudita
en Washington, afirmó esta noche que las gigantescas refinerías
del reino son "muy seguras. Tenemos la certeza de que ellos (Al Qaeda)
no pueden alcanzarlas. En consecuencia, lo que hacen es atacar objetivos
accesibles, los civiles que trabajan allá".
En los países occidentales, analistas estimaron
que el verdadero objetivo de los ataques de Al Qaeda es la industria petrolera,
la base económica que mantiene en el poder a la monarquía
saudita.
Ejecutivos petroleros consultados por The Independent,
aseguraron que la actual alza en los precios del hidrocarburo sólo
en parte está vinculada con la guerra de ocupación en Irak,
pero que el gran temor es que Al Qaeda realice atentados de gran magnitud
contra el primer productor mundial de crudo. "El precio aumenta con el
miedo", reconoció uno de los ejecutivos que pidió mantener
el anonimato.
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