.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Migración
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones

P O L I T I C A
..

México D.F. Lunes 31 de mayo de 2004

Javier Oliva Posada

Abu Ghraib y un ejército sin moral

Cuando fueron dadas a conocer las fotografías y videos de los tratos a los prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, nunca supuse la profundidad del daño y la severidad del golpe al de por sí maltrecho prestigio de la actividad guerrera de Estados Unidos. Ejemplo de libertades cívicas y tolerancia, sociedad y gobierno de ese país se enfrentan a la monstruosa realidad de su debilidad: el miedo. Con soldados improvisados, con miles de mercenarios, las fuerzas armadas estadunidenses han bombardeado bodas, baleado a civiles inocentes y desarmados y... aumentan los suicidios de sus soldados en el teatro de operaciones. Muchos de los que regresan reciben tratamiento sicológico para intentar controlar su violenta personalidad (principalmente la ejercida en contra de sus parejas).

La moral en cualquier ejército es la base fundamental de su cohesión. Sin una sólida base de principios, que implica la lealtad institucional e identidad nacional, su futuro es incierto. Los soldados destacamentados en la vigilancia de las mazmorras de Abu Ghraib se enrolaron porque se trataba de un trabajo, como quien se prepara para cualquier oficio. Sin embargo, ése ha sido uno de los principales problemas: no hay vocación por la carrera de las armas. Pero, por otra parte, los castigos a los infractores han sido irrisorios: un año de prisión y amonestaciones privadas. Recordemos que Estados Unidos y Gran Bretaña han solicitado y obtenido en la semana anterior un año más de inmunidad para sus tropas en cualquier parte del mundo donde puedan actuar. Ni más ni menos.

Por otra parte, Alan Dershowitz, en su excelente libro Cómo funciona el terrorismo (Yale U. Press), que me obsequió mi amigo Miguel Angel Jiménez, en el capítulo tres se pregunta: Ƒes posible que una sociedad amoral pueda hacer frente al terrorismo? La respuesta es no.

Mientras hay cientos de mexicanos condenados a muerte en prisiones de Estados Unidos, sin juicios imparciales, el racismo mediante sutiles acciones persiste. Los prejuicios, que se anidan en sociedades donde sus medios de comunicación actúan precipitadamente para condenar en vez de informar, nos acercan a situaciones francamente peligrosas.

También recordemos que en su edición del pasado 26 de mayo The New York Times ofreció tardías y, por lo tanto, inservibles disculpas a sus lectores por la complacencia y falta de profesionalismo para verificar si el régimen de Hussein era o no un riesgo para Estados Unidos y si contaba con armas de destrucción masiva.

Así las cosas, no extraña que en las compañías de seguridad instaladas en las inmediaciones del Departamento de Defensa, según cálculos de Peter Warren, publicados en su artículo "Soldados en renta" (Salon, 15 de abril, 2004), haya mercenarios en 51 zonas en conflicto, incluyendo Irak, lo que hace de estas empresas negocios con ganancias multimillonarias. Asimismo, precisa el autor que probablemente hayan muerto o sido heridos este tipo de soldados, casi el equivalente a una división completa del ejército regular de Estados Unidos. Pero al tratarse de empresas privadas, la información a la que se tiene acceso es muy escasa. No obstante, la cuestión es: Ƒcon qué principios y criterios militares se guía para actuar este peculiar ejército?

Las repercusiones aún están por verse. Ni siquiera se limitarán a la carrera presidencial por la Casa Blanca. Observarse al espejo, con intenciones de ver otra imagen, una que no es, que no puede ser, solamente refleja una personalidad diluida e ignorante respecto de lo que en realidad aparecerá. Abu Ghraib es el trágico complemento de la masacre de Columbine (20 de abril 1999). De allí que actuar para imponer sistemas de gobierno no puede prosperar sin el ejemplo del respeto a las libertades y derechos que los ciudadanos tienen en las democracias pluralistas que conocemos.

La violencia no puede corregirse con más violencia; un error no se corrige con más error. Observemos la historia, que de verdad sí sirve: no hay sociedad que acepte intromisiones y humillaciones sin respuesta.

[email protected]

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email