México D.F. Domingo 30 de mayo de 2004
El encuentro musical se realizará del
30 de junio al 11 de julio en la provincia de Quebec
Cumple 25 años el festival de jazz de Montreal,
de los mejores del mundo
Diana Krall, Wynton Marsalis, Ibrahim Ferrer, Oliver
Jones, Oscar Peterson y Dianne Reeves, entre los artistas participantes
Iniciará transmisión formal la radiodifusora Couleur Jazz
JUAN TRUJILLO LIMONES ESPECIAL
Con el propósito de preservar y difundir la calidad
y tradición de la cultura musical occidental, el histórico
Festival Internacional de Jazz de Montreal inaugurará este 30 de
junio su vigesimoquinta edición en la provincia de Quebec, Canadá.
En esta ocasión, destaca la ambición expresada por los organizadores
para celebrar tan significativa fecha, donde una serie de actividades especiales
se llevarán a cabo conmemorando las dos décadas y media de
continuidad, destacando también los recientes reconocimientos públicos
de los que se ha hecho acreedor.
Como
en pasadas ediciones, se espera que más de dos mil músicos
de 20 países ejecuten cerca de 500 conciertos -50 diarios hasta
el día de la clausura (11 de julio)-, de los cuales más de
300 serán gratuitos para el público. Además, se espera
la realización de un sinnúmero de espectáculos teatrales,
visuales y artísticos en el corazón de Montreal, conocida
ya como "la ciudad de los festivales".
Desde el 3 de diciembre pasado las entradas a los casi
200 conciertos a puerta cerrada se pusieron a la venta. El número
total de recitales así como el nombre de los participantes podrá
ser consultado en breve en el sitio de la Internet del encuentro musical:
www.montrealjazzfest.com.
Premio en Toronto al mejor festival
El pasado 25 de febrero fue un día histórico
para el certamen, pues durante la ceremonia de entrega de los premios anuales
de Jazz en Toronto, André Ménard, actual vicepresidente y
director artístico del Festival de Montreal fue galardonado con
el premio del Salón de la Fama; de igual manera el encuentro fue
altamente reconocido con el premio al mejor festival, por ser uno de los
principales motores de influencia en el jazz de Canadá y del mundo.
Con un peculiar ambiente afrancesado en las cercanías
del puerto y a pocos metros del Montreal viejo, que alguna vez fuera colonia
de Francia, el festival goza, como cada año, de un ambiente bohemio
y modernista que de manera peculiar lo hace único. Para esta edición
se espera superar el número de turistas que cada año concurren
a la cita, donde resulta característico el papel de los inmigrantes
afroamericanos y latinoamericanos que dan sabor y ritmo a las celebraciones
callejeras multiculturales y multiraciales; ambos conceptos son privilegiados
por el gobierno en el sentido de incentivar la tolerancia en un país
muy heterogéneo. La derrama económica se estima que supere
las expectativas de ediciones pasadas.
El principal ingrediente del tan afamado festival internacional
son los géneros musicales de Occidente que, como criterio esencial
del objetivo de la organización, son aquellos de amplia trascendencia
y tradición desde principios del siglo XX. Fundamentalmente, el
jazz, algunos matices de blues, gospel y otros tintes de rock, así
como la música cubana (esta última con lugar de honor histórico
en el evento) y otros ritmos latinos y afroamericanos serán los
que se apoderen de los 12 días de duración del encuentro.
No obstante, la participación de propuestas novedosas y fusiones
con música electrónica tendrán su lugar para la satisfacción
de los jóvenes.
Ediciones conmemorativas
Dentro de los esfuerzos y proyectos conmemorativos de
la organización para la edición 2004, se lanzarán
a la venta 10 discos compactos de audio y el mismo número de dvd
editados por Universal, que recapitularán los momentos de mayor
relevancia a través de los 24 años anteriores. Asimismo,
siguiendo la línea de innovaciones, se iniciará la transmisión
formal de la radiodifusora exclusiva de jazz Couleur Jazz, cuyo objetivo
es influir en la cultura musical de las nuevas generaciones.
Indiscutiblemente los conciertos gratuitos del festival
le han inyectado el elemento popular y esencial para el ambiente inigualable
que abraza la atmósfera del sincretismo cultural de esa ciudad.
La organización afirma que "el cielo veraniego de sonidos familiares
y exóticos se apoderarán de la gente". Así, el verano
se funde para hacer explotar con vitalidad y admiración la constante
actividad sanguínea de este país nórdico.
Los conciertos de paga
Por otra parte, los casi 200 conciertos a puerta cerrada
constituyen el principal atractivo por el nivel de calidad de los intérpretes.
De esta manera, sobresale la participación en el acto inaugural
de la seductora pianista Diana Krall, y el acto de clausura con Oliver
Jones y Oscar Peterson. Asimismo, cobra gran relevancia la presencia de
Ibrahim Ferrer (de Buena Vista Social Club), Dianne Reeves -rememorando
voces de grandes interpretes como Sarah Vaughan, Carmen McRae y Ella Fitzgerald-,
el llamado rey del swing Tony Bennett, y el magnífico compositor,
trompetista y arreglista Wynton Marsalis, asiduo devoto al festival desde
1984, y quien participó de forma estelar en el pasado Festival de
México en el Centro Histórico en marzo pasado y hace unos
días finalizó su más reciente producción discográfica
Rhe magic hour, dónde se acompaña de Dianne Reeves.
Otros recitales destacados, son los de Richard Bona junto con George Benson;
Aruane Moffatt, Jean-Luc Ponty con Al di Meola, y Stanley Clark. (Para
comprar entradas y paquetes especiales visitar el sitio www.ticketpro.ca)
Tradición y experimentación
El contenido del festival de jazz de Montreal, como en
muchos otros años, mantiene su esencia en términos de calidad
musical, y uno de sus principales objetivos es evitar caer en la simple
búsqueda de las ganancias comerciales que otorga el concepto. Por
lo anterior, resulta relevante la búsqueda por la innovación
de matices que se orientan a la experimentación, con diversos géneros
y nuevas propuestas musicales. De manera reconocida, el certamen guarda
todavía los límites que le hacen posible no inclinarse a
lo superficial de algunos eventos y estar dotado, por el contrario, de
una tradición y cultura propia cada 12 meses y desde hace 24 años.
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