México D.F. Domingo 30 de mayo de 2004
Fuerzas sauditas rescatan a siete estadunidenses
plagiados por el comando armado
Deja 17 muertos ataque en Jobar de grupo vinculado
con Al Qaeda
Los mujaidines, atrincherados en edificio; retienen
a decenas de personas, la mayoría extranjeras
La acción es contra empresas estadunidenses que
saquean recursos de los musulmanes, dice la red
THE INDEPENDENT, AFP, DPA, REUTERS Y EFE
Riad, domingo 30 de mayo. Un comando armado, integrado
por cuatro o cin-co personas, vinculado con Al Qaeda, lanzó este
sábado una serie de ataques en la localidad petrolera de Jobar,
con saldo de 17 muertos, entre ellos un niño egipcio de 10 años,
y ocho heridos más.
El
grupo se atrincheró en el com-plejo residencial El Oasis, donde
al cierre de esta edición retenía a de-cenas de personas,
aunque fuerzas de seguridad sauditas lograron rescatar a siete estadunidenses
y mantenían rodeado el lugar.
La operación de rescate en El Oasis, habitado en
su mayoría por empleados extranjeros de empresas petroleras, comenzó
a las 2 de la madrugada, lo que dio inicio a un intenso intercambio de
fuego con armas pesadas.
Más tarde sobrevolaron cuatro helicópteros,
de los que descendieron unos 46 elementos de seguridad sauditas, pero a
las 7 de la ma-ñana las fuerzas de seguridad interrumpieron sus
acciones al resultar heridos un número indeterminado de sus agentes,
según se reportó inicialmente.
Luego trascendió que este primer intento de rescate
se suspendió porque los atacantes sembraron el complejo con trampas
explosivas, indicó Al Jazeera.
Las fuerzas de seguridad lograron desactivar las cargas
en el cuarto y quinto piso; los rehenes se en-contraban en el sexto, aunque
se desconoce su situación.
Antes de que se suspendiera el operativo de rescate,
el embajador de Arabia Saudita en Washington, Bandar Bin Sultan, dijo que
siete rehenes estadunidenses fueron rescatados, dos de ellos heridos, pero
no ofreció precisiones sobre la operación en esa localidad
petrolera, ubicada a unos 400 kilómetros al noroeste de esta capital.
Por la noche del sábado la policía intentó
negociar con los atacantes, identificados por Al Qaeda co-mo miembros del
Comando de Jerusalén, la liberación de los rehenes al enterarse
que contaban con varias granadas y amenazaban con hacerse explotar. No
se informó de demanda alguna de los milicianos.
La crisis comenzó la mañana de este sábado,
cuando un comando integrado por personas que vestían uniformes policiacos
atacó la sede de la empresa Arab Petroleum In-vestment (Apicorp)
y abrió fuego de manera indiscriminada.
Un vehículo escolar que cruzó frente al
comando fue tiroteado; un niño egipcio de 10 años murió.
Un vocero de Apicorp confirmó que sus oficinas fueron blanco del
ataque en el que murieron dos guardias sauditas, así como dos filipinos,
un paquistaní y un británico.
Testigos afirmaron que después del ataque al complejo
el comando ató a un carro el cadáver de un em-pleado británico
de Apicorp, al que arrastraron al menos un par de ki-lómetros, para
después arrojarlo cerca de un puente.
El comando escapó en un vehículo, que portaba
insignias militares, y continuó abriendo fuego de manera intermitente
contra vehículos, edificios y peatones. Un indio que caminaba por
la calle murió al ser alcanzado por los disparos.
Poco después, los hombres ar-mados se dirigieron
al edificio Al Jobar Petroleum Center, que alberga oficinas de las principales
compañías occidentales, entre las que figuran Shell, Honeywell
y General Electric. En ese ataque perdieron la vida cuatro personas, entre
ellas un estadunidense y un sueco.
A estas nueve víctimas las autoridades suman otros
ocho muertos, entre ellos seis agentes sauditas; no quedó clara
la nacionalidad de los dos restantes ultimados.
El príncipe heredero saudita Abdalá Ben
Abdel Aziz, quien dirige el reino debido a la delicada sa-lud del rey Fahd,
acusó a "grupos marginales", en referencia a simpatizantes de Al
Qaeda, de "querer perjudicar la economía del reino y a los extranjeros
(...) Estos grupos proclaman que no quieren a los extranjeros, pero estos
extranjeros vienen para servir al país y los invitamos con ese objetivo".
Después de los ataques contra Apicorp y el edificio
Al Jobar Petroleum, el Comando de Jerusalén se dirigió a
El Oasis, donde tomó a entre 20 y 65 rehenes, de diversas nacionalidades,
según distintas versiones.
Liberó a tres holandeses y a cinco libaneses, y
posteriormente dos hombres y una mujer escaparon de sus captores. Las tres
personas que huyeron del comando afirmaron que en su escapatoria vieron
un cadáver en un charco de sangre.
Durante la noche, las fuerzas de seguridad desalojaron
en vehículos blindados y ambulancias a los ha-bitantes del lugar,
y unos 200 uniformados fueron desplegados alrededor de El Oasis, en el
que el co-mando retuvo a los rehenes.
El ataque ocurrió tres días después
de que el responsable de Al Qaeda en Arabia Saudita, Abdelazziz Muqrin,
emitió un comunicado por Internet llamando a la guerra de guerrillas
urbana para derrocar a la monarquía saudita.
Muqrin recomendó formar cé-lulas o "grupos
de ejecución" de no más de cuatro personas que actúen
contra las fuerzas de seguridad.
El líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, de origen
saudita, también ha pedido a la población de su país
luchar contra la monarquía de la familia real y sabotear la industria
petrolera.
En un comunicado de Al Qaeda difundido ayer por la misma
página de Internet en la que se conoció el mensaje de Muqrin,
se informó: "Los mujaidines (combatientes) heroicos del Comando
de Jerusalén pudieron, gracias a Dios, realizar este sábado
por la mañana ataques contra compañías estadunidenses
(...) especializadas en el cru-do y en las actividades de explotación,
que saquean los recursos de los musulmanes. Pudieron matar o herir a cierta
cantidad de cruzados, los enemigos de Dios".
Empresas petroleras, el objetivo
Este fue el segundo ataque fundamentalista en un mes contra
objetivos petroleros de empresas occidentales en Arabia Saudita.
El 2 de mayo, en un centro pe-troquímico del puerto
occidental de Yanbú, un comando de cuatro personas atacó
la sede del consorcio sueco suizo ABB Lumun, ac-ción en la que murieron
dos estadunidenses, dos británicos y un australiano. El grupo fue
posteriormente exterminado por la policía.
Esta crisis de rehenes en Jobar, principal zona petrolera
del país, sucedió después de que Arabia Saudita anunció
un incremento de 10 por ciento en su producción de petróleo
para frenar el alza mundial de los precios del crudo, y una semana antes
de la reunión de la Organización de Países Exportadores
de Petróleo en Beirut.
En todo caso, el embajador saudita en Washington, príncipe
Bandar Bin Sultan, aseguró la noche de este sábado que el
ataque en Jobar no detendrá al reino en mantener su promesa de incrementar
la producción de petróleo.
"Arabia Saudita ha hecho un compromiso ante el mundo y
nuestros amigos en Estados Unidos, y lo mantendremos sin importar quién
lo cuestione, particularmente los terroristas", dijo el diplomático
a la cadena Fox de televisión.
La misión de Estados Unidos en Riad reiteró
ayer su llamado a sus compatriotas para que salgan del país: "Luego
de los ataques de Yanbú y los últimos de Jobar, la embajada
reitera su llamado a los ciudadanos estadunidenses aconsejándoles
abandonar el reino".
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