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México D.F. Miércoles 26 de mayo de 2004

Gana batalla posmórtem veterano de Vietnam

Tras retornar a EU se suicidó por "razones sicológicas''; su nombre, al Muro de los caídos

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington, 25 de mayo. E. Alan Brudno fue el nombre que este mes agregó un cincelador a los 58 mil 325 grabados en el Muro, el monumento a los estadunidenses caídos en Vietnam. Pero este nombre difiere de los demás porque Brudno murió aquí, en Estados Unidos, por propia mano.

Su muerte ocurrió hace 31 años y fue el primer veterano de Vietnam que se suicidó después de regresar de la guerra. El hecho fue también una admisión de que ese conflicto sigue provocando víctimas años después de concluido.

Pero no fue nada fácil obtener esa confesión de las autoridades. Más que nada, el Pentágono y los administradores del monumento temían que colocar ese nombre en el Muro abriría la posibilidad de admitir que otros miles de veteranos de Vietnam que se suicidaron después de retornar también merecerían un lugar ahí. Pero se tendría que comprobar, como fue en este caso, que el suicidio fue directamente causado por la guerra.

Todo empezó cuando Brudno, capitán de la fuerza aérea, fue capturado por los norvietnamitas en 1965, después de que su caza F-4 fue derribado, y pasó siete años y medio como prisionero de guerra. Logró sobrevivir pensando en el día en que sería liberado y se le permitiría regresar a casa, a reunirse con su esposa y su hermano. El día llegó, pero la bienvenida fue diferente a lo que había soñado. Cuatro meses después se suicidó. Fue el primero de 566 prisioneros de guerra que regresaron a morir, lo cual fue noticia nacional, pero poco después él y su nombre se desvanecieron de la memoria colectiva.

Brudno estudió en el Instituto Tecnológico de Massachussets y su deseo era ser astronauta, relata el Washington Post en un extenso reportaje sobre su caso. Cuando fue capturado en 1965 tenía 25 años, y estaba, junto con un compañero, realizando en Vietnam su misión 35 en dos meses. Su avión fue atacado y los dos pilotos lograron salvar la vida por sus paracaídas, pero cayeron en manos del enemigo.

Su familia no tenía noticias de si estaba vivo o no, y la confirmación de que estaba prisionero llegó meses después. Pero sufriría más de siete años en campos de detención, a veces castigado y aislado; para mantener su capacidad mental estudió francés, enseñó matemáticas, escribió poemas e inventó maneras de comunicación con sus compañeros. Pero la depresión y ansiedad de todo prisionero lo invadió. Y soñó con todo lo que haría al regresar a casa.

Después de firmarse los acuerdos de paz, llegó el día de liberación de Brudno y viajó de regreso el 12 de febrero de 1973. Pero no fue como había imaginado; mucho había cambiado, como también él, por las heridas sicológicas de siete años de detención.

La depresión lo cubrió. Cuatro meses después de su regreso, sus suegros lo encontraron muerto; dejó una nota de dos líneas en francés: "No hay razón para mi existencia... mi vida no tiene valor".

Años después, por separado, su esposa y su hermano, combatiendo el olvido de Alan Brudno, solicitaron que su nombre fuera agregado al Muro. Todos los años, el Departamento de Defensa y los administradores del monumento agregan nombres de veteranos que han muerto por heridas sufridas en la guerra. Pero en el caso de Brudno la solicitud fue inicialmente rechazada, ya que no cumplía con los requisitos: debía haber muerto a causa de heridas sufridas en la guerra.

El hermano apeló de la decisión, logró el respaldo de la fuerza aérea, de legisladores, de veteranos, de ex prisioneros de guerra y de médicos, ofreciendo pruebas de que el suicidio fue resultado de heridas sicológicas y físicas sufridas en la guerra. Cinco años después, los administradores del Muro finalmente aceptaron y hace unos días el hermano y la viuda de Brudno, con un grupo de amigos, observaron cómo el cincel resucitaba el nombre del veterano.

Nadie sabe precisamente cuántos Brudno más existen entre los veteranos de Vietnam. Hay cálculos de entre 4 y 20 mil (algunos han dicho que podrían ser 180 mil) que se han suicidado en las últimas tres décadas. El propio administrador del Muro -Jan Sruggs- argumentó inicialmente que si se autorizaba ese caso, 20 mil familias de veteranos de esa guerra que se suicidaron después de regresar demandarían colocar los nombres de sus seres queridos en el monumento.

Lo que sí se sabe es que más de la mitad de esos militares (y poco menos que la mitad de las veteranas) sufren de "desorden de estrés postraumático" (Post-Traumatic Stress Disorder, o PTSD), según el Departamento de Asuntos de Veteranos del gobierno federal de Estados Unidos.

O sea, un millón 700 mil veteranos en total han sufrido síntomas "serios" de este síndrome y actualmente 479 mil de los 3 millones 140 mil veteranos de Vietnam están diagnosticados con PTSD (junto con 610 de las 7 mil 200 veteranas de ese conflicto).

Según el Departamento de Asuntos de Veteranos, hay otros problemas que afectan a los veteranos de Vietnam, entre ellos que 40 por ciento se han divorciado por lo menos una vez, casi la mitad de los que actualmente sufren de PTSD han sido arrestados o encarcelados por lo menos una vez, y hay problemas elevados de alcohol y de drogadicción.

Los síntomas de los efectos postraumáticos en los veteranos, de acuerdo con el gobierno federal, pueden incluir: recuerdos, pesadillas y reacciones físicas indeseables; hay efectos físicos que hacen sentirse "fuera de control", furia e ira, dificultad en dormir, "hiper-vigilancia", ansiedad, pánico; un desconecte o entumecimiento emocional; depresión; sentidos de culpa y vergüenza y, problemas de relaciones interpersonales. El Departamento de Asuntos de Veteranos advierte que "algunos veteranos con PTSD frecuentemente se preocupan porque creen estar enloqueciendo. Esto no es cierto. Lo que ocurre es que están sufriendo una serie de síntomas comunes y problemas vinculados con el trauma".

Hay extensos estudios de estos síntomas postraumáticos (traumas son oficialmente definidos por el gobierno como "eventos en los cuales una persona tiene la sensación de que podría morir o tener una herida mayor... o eventos en los que es testigo de tales cosas ocurriendo a otros. Eventos traumáticos, claro, son comunes en una zona de guerra...") en veteranos de Vietnam y ahora a los de la primera guerra del Golfo.

Al parecer, ahora habrá investigaciones del PTSD en los que pronto serán veteranos de la guerra de Irak y Afganistán. No se sabe aún si habrá un muro para los que murieron allá o para las víctimas de los traumas "comunes en la guerra" de estos nuevos conflictos. Pero mientras este país insista en políticas que resultan en nombres de jóvenes en monumentos, se puede suponer que habrán más Brudnos en Estados Unidos.

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