México D.F. Miércoles 26 de mayo de 2004
Lanzó ofensiva en tribunales contra el
IPAB en reclamo de multimillonario rembolso
La debilidad jurídica permite a Cabal librarse
de casi todos los cargos de fraude
Varias instancias oficiales documentaron las irregularidades
que cometió el ex banquero
ROBERTO GONZALEZ AMADOR, ALFREDO MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO
Carlos Cabal Peniche, el ex banquero que huyó del
país en septiembre de 1994 acusado de fraude y que ahora pretende
del gobierno federal un multimillonario reembolso, recibió del gobierno
del ex presidente Carlos Salinas un trato más que favorable. Pudo
lograr el control de dos bancos sin tener dinero suficiente para pagarlos;
obtuvo de las propias instituciones préstamos para liquidar el precio
de las acciones, pero nunca liquidó los créditos.
El
empresario mantiene 14 juicios contra el Instituto para la Protección
al Ahorro Bancario (IPAB) mediante los cuales trata de recuperar el valor
de activos por los que nunca pagó dinero de su bolsillo.
Diversas instancias del gobierno federal tienen documentada
la forma irregular con la que Cabal Peniche se hizo con el control de los
bancos Unión y Cremi, durante la privatización de 18 instituciones
de crédito emprendida por el gobierno del ex presidente Salinas
entre 1991 y 1992. Una débil estrategia jurídica de las instancias
públicas ha permitido al empresario tabasqueño librar prácticamente
todos los cargos de fraude en su contra e incluso iniciar una ofensiva
en tribunales para reclamar varias sumas de dinero, que van desde 3 mil
millones hasta más de 100 mil millones de pesos, según las
cantidades divulgadas por los abogados del ex banquero.
Cuando huyó del país era señalado
por las autoridades por haber defraudado 700 millones de dólares.
Carlos Cabal Peniche ha estado bajo litigio durante los últimos
nueve años, y actualmente sólo tiene vigentes dos de los
15 procesos penales que enfrentaba desde 2001: uno por quebranto de 4.7
millones de pesos a Unión, resultado de un crédito a Consorcio
Mexicano de Comercio e Industria, y otro por fraude fiscal de 170 millones
de pesos. Ambos son del fuero federal.
Otras siete causas penales se resolvieron ante juzgados
y tribunales mexicanos (federales y del fuero común) en favor del
ex banquero, entre ellos el fraude a Operadora Enlace, y el pasado 30 de
enero el primer tribunal unitario del Distrito Federal declaró prescritas
seis acusaciones (del ámbito federal) en su contra por violaciones
a la Ley de Instituciones de Crédito.
Sin embargo, hace dos semanas la quinta sala del Tribunal
Superior de Justicia del Distrito Federal revocó el perdón
jurídico que la empresa Operadora Enlace había otorgado a
Cabal Peniche el pasado 6 de enero. Con ello quedó abierta la posibilidad
de que sea anulada la absolución que el juzgado 41 del fuero común
concedió al ex banquero a principios de 2001, luego de concluir
que no era responsable del delito de fraude por más de 176 millones
de pesos en agravio a esa compañía.
Comprar sin dinero
La revisión del rescate financiero de los bancos
Unión y Cremi, que representan para los contribuyentes un costo
que ronda los 50 mil millones de pesos, refleja que durante el gobierno
del ex presidente Salinas las autoridades supieron de las fallas administrativas
en las instituciones antes de la huída del empresario, pero también
documenta la forma en que obtuvo la propiedad de los bancos, sin contar
con los recursos que ahora reclama.
''Al parecer, el Banco (Unión) estaba comprometido
desde el momento que se vendió en 1991 a un grupo de personas encabezadas
por Cabal Peniche'', señala el reporte sobre la revisión
del rescate de la institución, desclasificado por el IPAB a petición
de una solicitud de información hecha por el consultor Mario di
Costanzo.
''Se otorgaron -cita el reporte desclasificado- préstamos
importantes a compañías relacionadas (propiedad de accionistas
del banco) y a accionistas, lo cual es contrario a la regulación
bancaria. En reunión celebrada en la Comisión Nacional Bancaria
y de Valores se exhibió que el gobierno mexicano realizó
una verificación de antecedentes limitada con relación al
grupo Cabal. No hay evidencia de que ningún miembro del grupo Cabal
tenía experiencia bancaria conocida (para administrar el banco)''.
Esa información documenta que para adquirir el
Banco Unión -por el que pagó 878 millones de pesos de la
época, unos 240 millones de dólares- una docena de personas
encabezada por Cabal Peniche tomó préstamos de la propia
institución. Dos fideicomisos fueron constituidos por esas 12 personas
y en ambos estaban depositadas un tercio de las acciones. El resto era
también de su propiedad, pero mediante otras figuras.
Cabal Peniche, desde hace dos años, comenzó
14 demandas contra el IPAB. Reclama, entre otras cosas, que le sea devuelto
el valor de las inversiones en dos fideicomisos constituidos en Banco Unión.
Todo indica que son los mismos detallados en la revisión del rescate
bancario.
-¿Hay corrupción en el hecho de que los
tribunales estén dando entrada a las peticiones de Cabal Peniche,
cuando está documentado que nunca pagó por los préstamos?-
se le preguntó a un importante funcionario del IPAB al tanto de
las demandas del ex banquero. Su única respuesta fue una sonrisa.
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